Capítulo 387
Anaís no esquivó la presencia de Samuel y pulsó directamente el botón de respuesta en su
teléfono.
-¿Laura? ¿Necesitas algo? -preguntó mientras se giraba, dándole la espalda a Samuel.
Para su asombro, el cuerpo de Samuel se tensó visiblemente. Se paró con un movimiento brusco y la sujetó por el brazo.
Anaís se sobresaltó ligeramente, pero solo arqueó una ceja en respuesta silenciosa.
Samuel le arrebató el celular, activó el altavoz, y la voz de Laura inundó inmediatamente la oficina.
-Ya terminé el guion. Te lo mandé a tu correo. Échale un vistazo cuando regreses. Oye, ¿has pensado en invertir en buenos actores? El dinero en el entretenimiento se gana más fácil que en tu empresa. Mi estudio necesita crecer. Tú financias y seleccionas gente, yo me encargo de desarrollarlos. La mitad del estudio será tuyo en el futuro.
Laura había abandonado la empresa hacía dos años, pero su estudio apenas se había consolidado seis meses atrás. Actualmente solo producían proyectos modestos que, aunque rentables, carecían todavía de reconocimiento significativo. El estudio de Laura contaba únicamente con un puñado de artistas, todos ellos lejos del estrellato. Si lograran catapultar a una gran estrella, todo el estudio se beneficiaría exponencialmente. Anaís reconocía tanto la capacidad como la ambición que impulsaban a Laura.
Respiró profundamente antes de responder.
-Está bien, si tienes a alguien en mente para contratarlo, mándame su información. Nos reuniremos cuando tenga un espacio.
Laura soltó una risa despreocupada al otro lado de la línea.
-Perfecto, llevo tiempo queriendo trabajar contigo.
Anaís finalizó la llamada y escuchó la pregunta inmediata de Samuel:
-¿Conoces a Laura?
Este interés de Samuel por Laura también intrigaba profundamente a Anaís.
-Sí, somos amigas.
Samuel había intentado infructuosamente contactar a Laura durante días, esperando encontrarla en algún evento social para revelarle su verdadera identidad y hacerle lamentar lo que estaba perdiendo. Sin embargo, a pesar de haber asistido a numerosas fiestas tediosas últimamente, no había logrado cruzarse con ella ni una sola vez. Tampoco se había molestado en indagar sobre su ocupación, así que desconocía dónde encontrarla o incluso su nombre verdadero. Gracias a la llamada de Anaís, descubrió que Laura pertenecía a la industria del entretenimiento.
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Capitulo 387
“¿No es una celebridad, sino alguien que trabaja tras bambalinas?”
No resultaba sorprendente que fuera tan difícil localizarla. Con las intrincadas relaciones que caracterizan al mundo del entretenimiento, quienes operan detrás de cámaras son
prácticamente invisibles.
Sus labios se curvaron en una sonrisa calculadora.
-Cuando te reúnas con ella, avísame.
Anaís frunció el ceño, contrariada.
-Señor Córdoba, eso no forma parte de mis obligaciones profesionales, ¿o sí?
Samuel regresó a su asiento, recuperando instantáneamente su actitud arrogante.
-Puedo cancelar el contrato cuando quiera. Romper relaciones con ustedes, los Villagra, no me cuesta nada. La mayoría del círculo está esperando ver cómo te hundes.
Era un secreto a voces que Anaís había sido admiradora de Roberto. Tras los escándalos que sacudieron a la familia Villagra, algunos hombres incluso comenzaron a especular maliciosamente si terminaría convertida en mujer de compañía.
Lo que denominaban mujer de compañía era alguien que pasaba de un hombre a otro, vendiendo su cuerpo por dinero, hasta que el último se cansaba y la transfería al siguiente como mercancía descartable.
La belleza de Anaís resultaba innegable, un hecho indiscutible. Una mujer de hermosura deslumbrante, cuando carece del poder suficiente para protegerse, se transforma inevitablemente en un simple juguete.
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