La Heredera 704

La Heredera 704

Capítulo 704 

-Pero enfrentándome a Vanesa, ¿cómo podría rendirme? -replicó de inmediato-. Más bien, te están persiguiendo a ti

-¡Vanesa! -exclamó, sorprendida

No le dio tiempo a responder

El líder del grupo alzó la mano con una expresión feroz-: Adelante, denle a la señorita Allende una buena lección

La amenaza en su tono era clara, y las palabras buena lecciónse dijeron con los dientes apretados

Vanesa soltó un exasperado -¡Maldita sea! ¿De verdad vienen por 

¿De quién era gente? ¿De Dan o de Ingrid

Con la orden del hombre, una decena de personas se abalanzaron sobre Vanesa

Vanesa sacó su pistola y derribó a uno de ellos

Sin embargo, eran muchos, y al estar tan cerca, no tenía una gran ventaja

En poco tiempo, la situación escaló a una pelea cuerpo a cuerpo

Céline, viendo la escena, se cruzó de brazos y se quedó a un lado. Vanesa, furiosa, gritó-: ¡Céline, maldita seas! ¿Te diviertes viendo esto

-¿Quieres que te ayude? Di que esas cosas son mías y lo haré de inmediato

-¡Vanesa! -gritó, incrédula

Esa mujer de corazón negro. ¿Cómo se atrevía a pedirle que le diera todas esas cosas buenas después de haberle robado tanto? ¡Qué descaro

Vanesa, ya enfurecida, sintió que su hígado ardía-: Ni lo sueñes

¿Regalarle todas esas cosas buenas? ¡Qué ilusa

Céline rodó los ojos y siguió observando con los brazos cruzados

-Céline, estás acabada -dijo Vanesa con rabia

Después de esto, no la dejaría en paz por nada del mundo

Céline se rio con desprecio-: Mejor piensa en cómo vas a salir de esta hoy

Los que habían venido eran todos expertos, y estaban aquí por la vida de Vanesa

Justo entonces, alguien detrás de Vanesa sacó un cuchillo brillante y se dirigió hacia ella

Céline entrecerró los ojos, y con un rápido movimiento de muñeca, lanzó una aguja larga directo al ojo del hombre

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Capitulo 704 

El cuchillo se detuvo a solo una pulgada de la cabeza de Vanesa, y el hombre cayó al suelo con un grito de dolor

Céline, aún desafiante, gritó-: De todas formas, si no me das esas cosas, no esperes que te salve hoy

-¡No necesito que me salves! -gritó Vanesa, furiosa

Apenas terminó de hablar, Céline usó su aguja para dejar inconsciente a otro más

-Ese es tu problema, eres orgullosa y tacaña, deberías aprender de tu hermano

-¡Vanesa! -exclamó, indignada

-Mira a tu hermano, todo lo que le compra a Isa, sin pestañear

El amor de Esteban por Isabel Allende no era cosa de juego. Durante años, todo tipo de cosas buenas iban para Isabel

Sin ir más lejos, en la boda reciente, había un sinfín de cosas buenas en el lugar

Ayer, Céline solo pasó por el sitio aún sin terminar y, con solo una mirada, incluso a ella, que nunca había querido casarse, le entraron ganas de hacerlo

Al escucharla compararse con Isa…. 

Vanesa sintió que le dolía el corazón de la ira-: ¿compararte con Isa? ¿Mi hermano con Isa y conmigo? ¡Tacaña mi trasero

¿Esas relaciones se pueden comparar acaso

Céline resopló-: No me importa, si no me das esas cosas, no te salvaré

Con palabras duras y frías

Sin embargo, ya había derribado a cuatro o cinco del grupo contrario

Los que quedaban seguían peleando con Vanesa, pero ella no tenía ningún problema para enfrentarlos

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Status: Ongoing Type: Native Language: Spanish
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