Capítulo 492
Había planeado que, después del contacto físico entre Rodrigo y Fabiana la noche anterior, él la aceptaría un poco más. Luego, tras unos días de cercanía, su hijo elegiría casarse de buena gana. Sin embargo, lo sucedido lo arruinó todo. Pasó la noche en vela, preguntándose qué había salido mal y qué debía hacer a partir de ese momento. Pensó durante toda la noche, y la preocupación le hizo salir ampollas en las comisuras de los labios.
En ese momento, escuchó golpes en la puerta. Sintiendo un presentimiento, se levantó de un salto del sofá, respiro hondo para calmar su corazón agitado y fue a abrir la puerta.
Tenía razón, Rodrigo estaba afuera, mirándola con una expresión sombría: “Madre, ayer fuiste muy valiente al planear todo esto en mi contra.”
Celeste sintió pánico en su interior, pero en sus labios se dibujó una sonrisa fría: “¿Qué quieres decir? Soy tu madre, lo que haga por ti es lo que corresponde. No vengas aquí a causarme problemas.”
Cuando Rodrigo llegó, Celeste estaba un poco nerviosa, pero al verlo, realmente no sintió miedo. Después de todo, ella era su madre. Organizar el matrimonio de su hijo era su deber, y Rodrigo siempre rechazaba sus ideas, lo cual consideraba una falta de respeto. ¿Qué tenía de malo que ella pusiera en cintura a un hijo desobediente? No había hecho nada malo.
Repasó todo eso en su mente y se sintió cada vez más segura al decir: “Rodrigo, te lo advierto, en una semana debes anunciar tu matrimonio con Fabiana, ¡no más excusas! De lo contrario, si intentas casarte con alguien más, no permitiré que sea feliz.”
Luego, agregó con desprecio. “Además, sé por qué no quieres casarte con Fabiana. Es por esa pequeña desgraciada, pero te lo voy a dejar claro desde ahora, si no te casas con Fabiana y sigues pensando en esa desgraciada, haré todo lo posible por acabar con ella. No creas que no
soy capaz.”
“Oh, claro, puedes enviar a alguien a protegerla.” Viendo la ira en los ojos de Rodrigo, Celeste continuó: “Sé que tienes la capacidad de hacerlo, pero ¿puedes garantizar que nunca fallarás? ¿Realmente puedes protegerla de mí siempre? De todos modos, ya lo sabes, ya secuestré a esa desgraciada una vez, y no te miento, quería acabar con ella, así que ten presente que, mientras no te cases con Fabiana, seguiré haciendo lo mismo.
Si por eso me odias y quieres detenerme, entonces ve y hazlo, pero no importa lo que pase, sigo siendo tu madre. Si tienes el valor, termina conmigo, porque si no lo haces, cada día que siga viva, buscaré la manera de acabar con Adriana. ¡Tú decides!”
Celeste se entusiasmó cada vez más.
Sus ojos se pusieron rojos por la emoción, como si ya viera el cadáver de Adriana. Su apariencia frenética hizo que Rodrigo temblara de rabia, queriendo insultar a Celeste, pero entonces, recordó las cosas que Celeste había hecho a lo largo de los años, y se sorprendió.
Realmente era una persona despiadada. En el pasado, también se había deshecho de otras.
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mujeres de su padre, y sus métodos habían asustado al joven Rodrigo. Con el paso de los años, Celeste solo se hizo más audaz. En sus años en el extranjero, no había dejado de enfrentarse a las mujeres de Basilio, y seguramente sus habilidades habían mejorado, así que, lo que decía era verdad; si él seguía sin obedecerla, realmente podría intentar acabar con
Adriana.
Después de decir esas duras palabras, Celeste se sintió aliviada. Claro, ¿por qué no había amenazado a Rodrigo con esas palabras antes? Había sido demasiado blanda.
Si lo hubiera amenazado con la vida de Adriana antes, ¿habría tenido que lidiar con todos esos problemas? Seguramente ya habría accedido.
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