Capítulo 392
Penélope se enteró de la situación porque tenía una amiga que conocía a la mejor amiga de Luna. Un día, mientras tomaban café, esa amiga accidentalmente dejó escapar la información. En ese momento, la amiga les rogó que no se lo contaran a nadie, porque si no, Luna dejaría de hablarle. Luna era muy orgullosa, siendo la hija mayor de la familia Seballos, una mujer que muchos hombres anhelaban pero no podían tener. No quería que nadie supiera que había sido rechazada.
Penélope no era del tipo de persona que disfrutara de difundir chismes y además había prometido guardar el secreto. Así que, aunque sabía lo que había pasado, nunca se lo contó a nadie, ni siquiera a Iris o Dafne.
En ese entonces, solo sabía que Luna había sido rechazada, pero no conocía la razón. No sabía que Agustín había rechazado a Luna porque estaba interesado en su mejor amiga, Dafne.
Con el tiempo, Dafne y Agustín comenzaron a salir, y Luna ya llevaba años viviendo en el extranjero. Penélope asumió que Luna probablemente ya había olvidado a Agustín, así que no había necesidad de mencionarlo.
Ahora que Luna había regresado, y parecía decidida a perseguir abiertamente a Agustín, Penélope pensó que ya no rompía su promesa al compartir la información.
-Antes de irse al extranjero, Luna le confesó su amor, pero Agustín la rechazó -dijo Penélope con sinceridad.
Eduardo levantó una ceja, sorprendido-. ¿De verdad? Nunca escuché a Agustín mencionar nada al respecto.
-No es algo de lo que se hable mucho -respondió Penélope encogiéndose de hombros. Hoy me citó para decirme que todavía no puede olvidarse de Agustín, y planea perseguirlo abiertamente.
-¿En serio? -Eduardo estaba realmente sorprendido-. Pensé que había estado fuera mucho tiempo. ¿Aún no lo ha superado?
-Así es -contestó Penélope con el ceño fruncido-. Y Dafne tampoco parece haberlo superado. ¿Qué crees que hará Agustín?
-Eso ni se pregunta -Eduardo sonrió-. Para Agustín, mientras Dafne esté en la ecuación, no hay elección.
Las palabras de Eduardo tranquilizaron a Penélope, quien sonrió-. Me alivia escucharte decir eso. Eres su mejor amigo, así que debes conocerlo bien.
-Agustín ha estado enamorado de Dafne por muchos años. No la dejaría ir tan fácilmente -aseguró Eduardo.
De repente, Eduardo preguntó-: ¿Y qué pasa con Lucas? Si para Agustín no hay dilema, ¿qué
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ԳԻՆՈՒ ՏԸ
hay de Dafne?
-Pues -Penélope negó con la cabeza-, no estoy segura. Cuando Dafne estuvo hospitalizada, Lucas subió las tres mil escaleras de la Iglesia de San Juan para pedir un amuleto de protección por ella. Su amor también es muy genuino. Si tuviera que elegir…
Penélope lo pensó y se dio cuenta de que sería difícil tomar una decisión-. Ambos aman mucho a Dafine, y tanto en aspecto como en posición social, son perfectos para ella. Es difícil de decidin
Eduardo arqueó una ceja-. Cuando Agustín y Dafne se unieron, fue algo natural, sin que nadie persiquiera a nadie. Ahora, si Agustín quiere estar con Dafne, tendrá que esforzarse. La verdad, me intriga ver como la persigue. Nunca lo he visto en esa situación.
-Ahora que lo mencionas, también me da curiosidad -añadió Penélope entre risas.
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