Capítulo 407
El Grupo Junco.
Oficina del presidente.
-Señor Junco, estos documentos necesitan su firma -dijo el asistente Gustavo mientras le pasaba unos papeles a Agustín.
-Mm, déjalos ahí -respondió Agustín sin levantar la vista de su celular.
-De acuerdo, señor Junco.
Gustavo dejó los documentos sobre el escritorio y se retiró de la oficina.
Agustin deslizaba la pantalla de su celular, revisando su agenda, hasta que de repente notó la fecha.
Hoy ya es diez de mayo.
Pronto llegará el 20 de mayo.
Tiene que darle un regalo a Dafi.
Ahora no son pareja, es él quien la está cortejando, así que este tipo de fechas especiales son su oportunidad, y tiene que aprovecharla bien.
Sacó su teléfono y llamó al hijo de un ejecutivo de una marca de lujo, preguntándole si tenían pensado lanzar algún bolso de edición limitada.
Del otro lado de la línea, su contacto rio y comentó en tono burlón:
-¿Intentando conquistar a una chica?
Agustín respondió en perfecto francés:
-Sí, es para mi futura esposa.
-¿Es Dafi? ¿Ya se reconciliaron? -Los amigos de Agustín sabían que ella era la persona especial en su corazón.
-Aún no.
-Déjame llamar al gerente de la empresa para averiguarlo.
El joven ejecutivo no solía preocuparse por detalles como los lanzamientos recientes.
Agustín respondió con calma:
-Gracias.
-No hay problema, no seas tan formal conmigo.
Poco después, su amigo le devolvió la llamada, confirmando que efectivamente planeaban
lanzar un bolso de edición limitada para mujeres, disponible en tres colores, y le envió algunas
1/3
15:37
Capitulo 407
imágenes.
Agustín examinó las fotos detenidamente, eran diseños bastante atractivos, disponibles en negro, blanco y marrón, todos con piel de cocodrilo mate, a un precio de ciento cincuenta mil pesos cada uno.
Los tres colores eran bastante versátiles y Dafi probablemente los encontraría encantadores.
Agustín dijo:
–Quiero uno de cada color.
El joven ejecutivo, que tenía una buena relación con Agustín, se rio y dijo:
-Está bien, no tienes que pagar, considéralos un regalo de mi parte. Espero que tú y Dafi se reconcilien pronto.
-Eso no está bien, el regalo es para ella, lo quiero comprar yo mismo.
Después de colgar, Agustín buscó la cuenta de su amigo y le transfirió cuatrocientos cincuenta mil pesos de inmediato.
Macarena había encontrado a un playboy adinerado que prometió ayudarla a salir del país.
La condición era que pasara una noche con él.
El rostro de Macarena se tensó, apenas había pasado poco más de un mes desde su aborto y aún no podía tener relaciones…
El médico le había dicho que debía esperar al menos tres meses para tener relaciones y seis meses para quedar embarazada.
De lo contrario, podría sufrir daños irreparables en su salud.
Pero si esperaba tres meses, el juicio de su caso ya habría terminado.
Entonces, no tendría forma de irse.
Después de pensarlo, Macarena aceptó a regañadientes.
Tras una noche caótica, Macarena se acurrucó junto al hombre, coqueteando:
-Ricardo, ¿cuándo me llevarás al extranjero?
La noche anterior, el hombre no la había dejado descansar, y su cuerpo estaba cubierto de marcas de besos.
El hombre, recién despierto y con la voz aún somnolienta, respondió:
-¿Por qué tanta prisa? Te lo prometí, así que lo haré.
Macarena puso los ojos en blanco.
2/3
¿Cómo no iba a estar apresurada? Si no se movía rápido y Dafne se enteraba, no podría
escapar.
Cuando llegara la sentencia, tendría que someterse a corrección comunitaria, y si no se comportaba bien durante el período de prueba, podría terminar en prisión.
Macarena suavizó su voz:
-Ricardo, ya sabes que estoy en medio de un juicio con Dafne. Necesito salir del país pronto, de lo contrario, terminaré en la cárcel.
-Sí, sí, ya lo sé–respondió el hombre con impaciencia mientras se daba la vuelta. Hablamos cuando me despierte.
3/3