Capítulo 416
Elsa murmuró un “Hmm” mientras platicaba sin mucho interés con Luna,
Podía notar claramente los sentimientos de Luna hacia Agustín.
Sin embargo, Elsa no estaba contenta con la idea de que su hijo estuviera con Luna,
Para ella, Dafi siempre seria la nuera ideal.
Cada vez que pensaba en los problemas entre Dafi y Agustín, Elsa se sentía inquieta,
Ahora que Tristán Farías y Fátima Uribe habían sido arrestados, y Paula ya no estaba, nadie más en la família se opondría a que ellos estuvieran juntos.
Solo que Baltasar sería difícil de convencer, y también estaba el corazón incierto de Daft
¡Cuánto deseaba Elsa que Dafi y Agustín pudieran reconciliarse!
Llevaba ya un tiempo sin ver a Dafı.
Pensando en eso, Elsa suspiró profundamente.
Luna notó el suspiro de Elsa y le lanzó una mirada preocupada, preguntando:
-¿Qué sucede, Sra. Junco, tiene algo en mente?
Elsa sonrió, pero suspiró nuevamente.
-Ay, solo me preocupa el futuro de Agustín. Él y Dafi se separaron y aún no se han
reconciliado. Cada día espero que vuelvan a estar juntos. Todavía sueño con que Dafi se case pronto y me dé un nieto o una nieta. Agustín ya tiene treinta años y aún no se ha casado. Estoy preocupada…
El rostro de Luna perdió su sonrisa.
Elsa fingió no darse cuenta, tomó un sorbo de su bebida y sonrió diciendo:
-Luna, ¿tienes novio?
Luna negó con la cabeza.
-No, señora.
-¿Cuántos años tienes?
-Casi veintisiete.
-¡Vaya, ya no eres tan joven! ¿Cómo es que aún no tienes pareja? -Elsa fingió ser una entrometida amable-. ¿Qué tal si te presento a algunos jóvenes prometedores? Una amiga mía tiene un hijo que es solo un año mayor que tú y acaba de regresar al país. Podría presentártelos un día de estos.
Luna sintió como si su corazón se hundiera.
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Había entendido perfectamente: Elsa solo veía a Dafne como su nuera. Sin importar lo talentosa que fuera, Elsa no apoyaría que ella estuviera con Agustín.
-No es necesario, Sra. Junco, ya tengo a alguien en mente -dijo Luna, ocultando sus emociones con una sonrisa-. No quiero a nadie más que a él.
Elsa fingió no saber de quién hablaba.
-¿De qué familia es? ¿Lo conozco?
Luna también fingió, sonriendo.
-No solo lo conoce, sino que es alguien muy cercano a usted.
Elsa respondió:
-Entonces, un día de estos tráelo para que yo lo evalúe.
-Claro.
Pasaron unos diez minutos.
Agustín bajó las escaleras.
Junto a él venían dos hombres.
Uno de ellos era su asistente, Gustavo, mientras que el otro era un desconocido para Luna.
Cuando el desconocido se fue, Luna preguntó:
-Agustín, ¿quién era esa persona?
Agustín se sentó en el sofá y respondió evasivamente:
-¿Por qué viniste?
Luna se detuvo un momento.
-¿No dijiste ayer que discutiríamos sobre la colaboración otro día? Hoy vine a hablar de eso.
Agustín respondió fríamente con un “Hmm“.
-¿Trajiste la propuesta?
-La traje -respondió Luna, sacando un pendrive y extendiéndoselo a Agustín-. Está en el pendrive.
Agustín no se movió, ni siquiera levantó la mano.
Fue Gustavo, el asistente de Agustín, quien tomó el pendrive de la mano de Luna.
Gustavo abrió su computadora portátil, insertó el pendrive y le mostró el contenido a Agustín.
Agustín leyó rápidamente.
Al terminar, negó con la cabeza.
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Capitulo 416
-No sirve.
Luna se quedó atónita.
-Si quieres colaborar, presenta algo decente -dijo Agustín con frialdad, sin mostrar compasión. No vuelvas a traerme cosas como esta que solo desperdician mi tiempo.
Dicho esto, sin importarle la reacción de Luna, se levantó y se fue.
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