Capítulo 429
Eva estacionó el carro con rapidez.
Después de que Dafne llamara a la policía, abrió la puerta del auto. -¡Eva, ven conmigo!
La entrada del bar estaba envuelta en la oscuridad de la noche. Las luces de neón parpadeaban con una luz confusa.
Dos hombres sostenían a una mujer que estaba completamente ebria, y detrás de ellos venían otros cuatro hombres. En total, seis hombres, todos con una expresión perversa en sus rostros, sus ojos reflejaban ansias depredadoras, como bestias al acecho en la noche.
Dafne corrió rápidamente hacia ellos y les gritó: -¿Qué están haciendo? ¡Déjenla!
El aire alrededor estaba impregnado de un fuerte olor a alcohol.
Luna tenía el rostro enrojecido y los ojos perdidos, con una expresión de desamparo y confusión. -Calor, mucho calor, es insoportable…
Dafne entrecerró los ojos al observar a Luna, que estaba siendo sostenida por los hombres de aspecto desagradable. Algo en su comportamiento parecía muy diferente a alguien solo borracho.
-¿Le dieron algo? -preguntó Dafne con enojo, enfrentándose a los hombres.
Las expresiones de los hombres se veían distorsionadas y siniestras bajo las luces rojas de
neón.
Uno de ellos, un hombre con tatuajes en un chaleco negro, le sonrió a Dafne con insolencia. -Vaya, otra belleza. ¿Quieres unirte a nosotros para divertirnos? No me importa que seas una
más.
Rió de manera obscena, y los otros hombres rieron junto a él con risas lascivas.
Algunos transeuntes ocasionales pasaban, algunos miraban con curiosidad, otros apresuraban
paso, temerosos de verse involucrados en problemas.
el
Dafne soltó una carcajada sarcástica. -Eres como un sapo pretendiendo ser rana, feo y presuntuoso.
-¿Me estás insultando? -El hombre tatuado se enfadó, soltando una serie de insultos hacia Dafne con saliva volando por doquier.
Dafne flexionó las muñecas, preparándose, mientras mantenía una expresión de desprecio. -¿Te acabas de limpiar el inodoro con la boca? Qué mal aliento tienes.
-¿Te gusta jugar? -Dafne dejó escapar una risa fría. -Bien, hoy me encargaré de ustedes, no se arrodillen luego pidiendo misericordia.
El hombre tatuado se rio con desdén. -¡Vaya, qué boca tan grande tienes!
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Capitulo 429
La tensión era palpable.
El hombre tatuado levantó una mano y gritó: -¡Chicos, a por ellas! ¡Quitenle la ropa a estas
insolentes!
Dafne, sin mostrar miedo, le hizo un gesto a Eva y le ordenó con frialdad: -No tengas piedad.
-Entendido, jefa.
Los hombres, con sonrisas maliciosas y miradas perversas, parecían no tomar en serio a las dos mujeres frente a ellos.
Un tipo de cabello amarillo sonrió con arrogancia mientras levantaba una botella para golpear a Dafne.
Eva rápidamente le agarró la muñeca, y con un crujido, le dislocó el brazo. El grito de dolor del hombre resonó mientras la botella caía y se rompía en el suelo.
Eva, sin perder tiempo, presionó la mano del hombre sobre los fragmentos de vidrio.
-¡Ahhh! -El grito del hombre amarillo perforó el aire.
En un instante, su mano estaba cubierta de sangre, una imagen espantosa.
Otro hombre intentó golpear, pero Eva lo despachó con una patada contundente.
El hombre, de complexión delgada, salió volando y se estrelló contra un cubo de basura
cercano.
-¡Ay! -gritó el hombre adolorido. -¡Me duele mucho, maldita sea!
-¡Acaben con ella! -gritó el hombre tatuado, que claramente era el líder. A su señal, los hombres restantes se lanzaron sobre Eva, intentando abrumarla con su número.