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Capítulo 450
Jaime llegó solo.
Había llegado apenas unos minutos antes cuando Iris también llegó.
Al ver a Iris, los ojos de Jaime se oscurecieron, como si quisiera decir algo, pero Iris lo ignoró y se dirigió a Penélope:
-Penélope, ¿tu hermano no vino hoy?
-Dijo que llegará en cualquier momento.
Justo en ese momento, Iris vio a una pareja a lo lejos.
-Penélope, ¿ese tipo no se parece a tu hermano? -Iris tocó a Penélope y señaló hacia la distancia.
Penélope miró hacia donde Iris señalaba.
-Es mi hermano.
-Iris estaba sorprendida. ¿Y quién es la chica que está con él? ¿Será esa novia que todavía está en la universidad?
Dafne, Penélope e Iris se miraron entre sí, atónitas.
No pasó mucho tiempo antes de que Eduardo Zúñiga se acercara a ellas con la joven.
Jaime sonrió al verlos.
-Eduardo, ¿no vas a presentarnos? ¿Quién es ella?
Eduardo sonrió.
-Mi novia, Amanda Vásquez.
Amanda era muy guapa, con su cabello largo y negro, grandes ojos, piel clara y una estatura de alrededor de un metro sesenta. Era delgada y llevaba un vestido azul claro, lo que le daba un aire de dulzura y docilidad.
-Hola a todos -dijo con una voz suave y un poco nerviosa.
Era una chica realmente encantadora.
Todos sonrieron y saludaron a Amanda.
No podían creer que la nueva novia de Eduardo fuera una chica tan dulce. Antes, él siempre salía con mujeres que eran modelos o actrices, de las que llamaban la atención por su figura y su presencia arrolladora. Esta vez había cambiado completamente su tipo.
-Ya estamos todos aquí, ¿vamos adentro? -sugirió Penélope.
Entraron por la entrada VIP, así que no tuvieron que hacer fila para los boletos.
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Capitulo 450
Iris iba al frente, aún parecía molesta con Jaime, así que caminaba rápido para mantener distancia.
Dafne y Agustín caminaban lado a lado detrás de Iris.
Jaime apuró el paso, intentando alcanzar a Iris que iba al frente.
Penélope iba justo detrás de Jaime.
Eduardo y Amanda iban de la mano, cerrando el grupo.
-No te pongas nerviosa, todos son muy agradables -le dijo Eduardo con una dulzura increíble.
Amanda asintió suavemente.
Penélope, que iba adelante, estaba asombrada.
¿Ese era realmente su hermano?
¿Desde cuándo era tan tierno?
A Eduardo nunca le duraban las novias más de tres meses. Una vez pasada la novedad, se volvía frío y distante. Hasta hubo una que quedó embarazada y él la despidió con un cheque
sin más.
Penélope recordaba que hace dos años su hermano salió con una actriz de segunda línea, una mujer bellísima, pero ni con ella Eduardo fue cálido. Siempre era el mismo Eduardo distante.
Pero con esta chica universitaria…
¿Ya llevaban más de medio año juntos?
Penélope recordaba que el año pasado su hermano decía que solo era un juego y que no se casarían. Y ahora, no solo seguían juntos, sino que hasta la había traído para que la conocieran.
¿Será que esta vez iba en serio?
Vaya, parece que encontró el amor verdadero.
A Iris le encantaban las emociones fuertes, por lo que insistió a Penélope y Dafne para que la acompañaran en la montaña rusa.
Penélope, un poco asustada, sonrió y se negó:
-Vayan ustedes, de verdad no me atrevo. Prefiero algo como el trenecito del bosque. La montaña rusa me haría desmayarme del susto.
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