Capítulo 730
-Esteban, esta vez te pasaste de la raya -pensó, sintiéndose completamente engañado.
¿Qué clase de asunto requería su presencia? Absolutamente ninguno. Era todo una farsa.
-Isabel, ya no insistas, voy a colgar -dijo ella con determinación.
-Espera, no cuelgues, no te atrevas a colgar.
-De todas formas, no soy buena persona, no esperes que hable bien de ti.
-Lo siento, me equivoqué.
Su tono cambió de inmediato, volviéndose más suave. No se podía negar que Mathieu tenía un talento especial para reconocer sus errores y adaptarse.
-¿Dónde quedó tu dignidad? -replicó Isabel.
-¿Qué dignidad? Si estoy tan apestoso que yo mismo no me aguanto.
Era evidente que Mathieu tenía un amor particular por la limpieza.
-Aun así, parece que tu boca no se ha limpiado del todo -le reprochó Isabel.
-¿Qué quieres decir? ¿Que no soy agradable al hablar? Pero si no he dicho nada malo.
Isabel permaneció en silencio. En realidad, no había dicho nada significativo. Lo habían enviado a Horizonte de Arena Roja, y él todavía no entendía por qué.
Cuando alguien está perdido, es invencible.
-Habla bien de mí, por favor. Él ha dicho que me va a dejar aquí por dos años.
En poco tiempo, Mathieu ya no podía soportarlo más. Si no lograba salir de ese lugar pronto, perdería la cabeza.
-¿Solo dos años? -respondió Isabel con un tono indiferente.
-¿Qué quieres decir?
-Lo que quiero decir es que deberías quedarte allí esos dos años.
Isabel mantenía un tono impasible.
Al final, añadió: Es por tu bien.
Después de todo, ella temía que Esteban pudiera perder la paciencia y tomar medidas drásticas contra él.
Mathieu, al escuchar la respuesta de Isabel, insistió: -¿De verdad no vas a hablar por mí? Soy Mathieu, tu Mathieu.
-Te lo digo por tu bien.
1/30
20:04
Isabel se mantuvo firme, sin ceder.
Esto enfureció a Mathieu al otro lado de la línea.
Dos años… ¿Qué clase de eternidad era esa? Esteban no quería que pasara un buen rato, e Isabel no estaba actuando como una persona empática. Entonces, que nadie tuviera paz…
Mathieu, en su enfado, ideó un plan.
-Isa, te lo advierto, Esteban no es de fiar, te está engañando.
Si la situación no podía mejorar, que empeorara para todos.
-¿Qué dijiste? -preguntó Isabel.
Justo en ese momento, Esteban entró y escuchó a Mathieu decir: -Isa, escucha, tu hermano no es buena persona. No lo provoques, porque si lo haces, también te enviará a Horizonte de Arena Roja.
-Y te cuento, cuando no estabas en París, él estaba enredado con dos mujeres.
Isabel se quedó pasmada.
El rostro de Esteban se volvió sombrío.
Mathieu continuó: -Estoy seguro de que incluso se acostó con ellas. No es de fiar, así que no te dejes tocar por él.
Isabel no sabía qué decir.
¿Era tan obvio su intento de sembrar discordia?
Esteban se acercó y le quitó el celular de las manos a Isabel.
Mathieu, al no escuchar ninguna respuesta, preguntó: -¿No me crees? Isa, deberías creerme, esto lo digo por tu bien.
-Antes, no me atrevía a decirlo por Allende, pero ahora me siento obligado a decírtelo.
Esa frase de “por tu bien” era exactamente lo que Isabel le había dicho a Mathieu hace un
momento.
-No te sorprendas si tiene hijos fuera del matrimonio.
Mathieu seguía hablando con entusiasmo.
Si Esteban le estaba haciendo la vida imposible, Mathieu también quería darle algo en qué
pensar.
Isabel miró a Esteban. El hombre había puesto el teléfono en altavoz… Con esto, Mathieu nunca podría regresar.
Esteban esbozó una sonrisa irónica: -¿Mis hijos secretos?
Mathieu se quedó sin palabras.
213
Capitulo 730
Hubo un momento de silencio absoluto en el teléfono.
Mathieu quedó boquiabierto.
-¿Es… Allende? ¿Cómo…?
¡Ah, Isabel, traidora!
Estaba Esteban a su lado, ¡y ella no le hizo ni una señal! Ahora estaba completamente perdido.
La risa de Esteban, cargada de una sensación de peligro, resonó por la línea: -¿Te la estás pasando bien allí?