Capítulo 501
Últimamente Roberto no había salido a participar en esas reuniones de copas, nadie sabía en qué andaba. Cuando los presentes en el salón privado lo vieron salir, comenzaron a murmurar aún más fuerte.
Después de todo, todos sabían que Roberto había mostrado interés por Anaís, pero ahora Anaís estaba deslumbrada por ese modelo masculino y ni siquiera quería mirarlo a él.
Roberto salió del salón y continuó su llamada con Sofía,
-Sofía, ¿a qué te refieres exactamente con “resolver completamente el problema“?
El ruido en el salón privado había sido demasiado, y no había escuchado bien, pero sospechaba que tenía algo que ver con Anaís.
Sofía, de muy buen humor esa noche, no dudó en contarle su secreto con Fabiana.
-Hermano, estoy segura de que tú también odias a Anaís, ¿verdad?
Roberto apretó el puño mientras miraba el oscuro cielo nocturno.
-¿Lo lograron?
Cuando hizo esta pregunta, había un destello en sus ojos..
El tono de Sofía se tornó instantáneamente presumido.
-Por supuesto, aunque aún no sé cuál será la siguiente jugada de Fabiana. Ella es más astuta que yo, tengo que llamarla en unos días para ver qué se le ocurre. Además, Anaís todavía no se da cuenta de que Fabiana nunca la consideró su amiga.
Roberto sonrió fríamente para sí mismo. Anaís se lo había buscado; nadie sabía a quién pertenecía realmente su corazón.
En realidad, él no quería involucrarse en esto. Siempre que Anaís mantuviera su vida a salvo, eventualmente todos la rechazarían, menos él. Tal vez entonces ella se daría cuenta de lo bueno que era él.
Pero no podía evitar sentirse insatisfecho; esa insatisfacción había estado hirviendo dentro de él, casi volviéndolo loco. Solo podía calmarse boxeando para evitar hacer algo impulsivo.
Decidió esperar y ver qué pasaba.
-Hermano, ¿sigues ahí? Apuesto a que Fabiana no dejará que Anaís muera fácilmente. Solo esperemos pacientemente a que actúe. Ahora todos están hablando de ese modelo masculino de Anaís; quién sabe si tiene alguna enfermedad.
La historia del modelo era una trama conjunta de Fabiana y Sofía, pero Sofía ya lo había creído completamente.
Si el novio de Anaís realmente fuera alguien de quien presumir, ¿por qué lo ocultaría? La verdad
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era que su novio probablemente había sido mantenido por otras mujeres ricas, y ella no quería que lo vieran para evitar convertirse en el hazmerreír.
Después de colgar con Sofía, Roberto se quedó un rato fumando varios cigarrillos, sintiendo que su mente se despejaba cada vez más.
Finalmente, decidió llamar a Fabiana.
La primera frase que le lanzó fue:
-Cooperemos.
Fabiana levantó una ceja, pensando que había escuchado mal. ¿Cómo era posible que alguien de la familia Lobos se acercara a ella por su cuenta?
Sin embargo, Roberto era al menos más confiable que la torpe de Sofía, y no era imposible aprovecharlo.
-¿Cómo planea cooperar, señor Lobos?
La sonrisa de Roberto se ensanchó.
-Nuestro objetivo es el mismo, no queremos que Anaís muera fácilmente. Quiero que odie a Efraín completamente, que entre ellos no haya futuro, y luego llevarla a vivir a otra ciudad.
Fabiana soltó un leve suspiro interno. Al parecer, este señor aún no podía olvidar a Anaís. La chica realmente tenía suerte.
-De acuerdo, veámonos para discutir los detalles.
En ese momento, su actitud era algo arrogante, pues para ella, todos los que no podían manejar las emociones de las personas eran un grupo de tontos. Roberto había estado enamorado de Anaís, pero Bárbara Villagra lo había manipulado con unas cuantas palabras. Ahora, ¿de qué servía arrepentirse?
A sus ojos, estas personas no eran nada comparadas con ella. Solo tenían una buena familia, pero no valían gran cosa.
A diferencia de ellos, ella tenía un objetivo claro y nunca había cambiado.
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