Capítulo 49
El mensaje fue enviado, pero nadie respondía.
Hilario: [¿? Apenas son las once, ¿en serio?]
Esperó unos segundos…
Tatiana: [Hila, no deberías hablar así de señorita Sagel.]
Hilario: [¿Y qué dije mal? Apenas anoche la vi en Oasis de Noche con Isaac y sus amigos, y ya está aquí con Lisandro comiendo. ¡Es increíble!]
Tatiana: [Es su vida privada y su libertad, no deberías hablar de ella a sus espaldas.]
Hilario hizo una mueca.
Respondió: [Tatiana, estás demasiado protegida por Valentín. No sabes que hay mujeres que harían cualquier cosa para subir en la vida. Sin escrúpulos, hacen lo que sea necesario para lograr sus objetivos.]
Tatiana: [Hila, si sigues hablando así, me voy a enojar.]
Hilario: “…”
…
¿Acaso había dicho algo malo?
Floriana y Valentín habían sido vistos juntos, y aun así, Tatiana seguía diciendo cosas ingenuas. Hilario se sentía frustrado, pensando que Tatiana era demasiado inocente.
¿De verdad creía que él estaba interesado en Floriana?
Aunque Floriana era muy atractiva, no era el tipo de Hilario.
Si no fuera por Tatiana, ni se molestaría en prestarle atención a Floriana.
Desafortunadamente, Tatiana estaba tan encantada por Valentín que no tenía ni un poco de
sentido de alarma.
Hilario echó un vistazo a Floriana, que estaba no muy lejos.
Lisandro decía algo y Floriana sonreía con suavidad, una sonrisa tranquila y serena.
El rostro de la mujer era realmente impresionante, una belleza sin una pizca de agresividad, pero con un encanto único.
Hilario la miraba completamente absorto, sintiendo un nudo en la garganta…
-¡¿Qué estás mirando?!
Su novia, que había seguido su mirada, vio a Floriana y se molestó de inmediato.
-¡Hilario, eso es demasiado! ¡Estoy aquí y tú mirando a otra mujer!
Hilario frunció el ceño, irritado. ¡No entiendes nada!
Capítulo 49
-¡Hilario! -Su novia tiró los cubiertos con fuerza-. ¿Por qué me hablas así? ¿No puedo decirte nada? ¡Discúlpate ahora mismo o me voy a enojar!
-¿Y qué si te enojas? No voy a consentirte.
Hilario se levantó, lleno de desdén. -Ya me aburrí, terminamos.
Su novia se quedó atónita, sin poder creer lo que oía. -¿Qué dijiste?
-No me gustan las mujeres que hacen dramas. -Hilario encendió un cigarrillo con arrogancia. Pensé que la emoción contigo duraría al menos un mes, pero parece que te sobreestimé.
Su novia: “…”
-Habla con mi asistente, él se encargará de la compensación por la ruptura.
Hilario dijo esto y se fue sin mirar atrás.
Su novia quedó estupefacta en su lugar, y después de un rato, salió corriendo detrás de él.
-¡Hilario! ¡No quiero terminar!
Otros clientes en el restaurante miraban la escena de la ruptura, incluidos Floriana y Lisandro.
Lisandro, curioso por naturaleza, comentó: -¿Hilario? ¿De la familia Guzmán de Arbolada?
Floriana, después de tragar un bocado de su comida, asintió. -Sí.
Lisandro: -… Mi abuelo es buen amigo de señor Ignacio Guzmán. Antes de venir a Arbolada, me pidió que visitara a la familia Guzmán en su nombre.
Floriana levantó la mirada. -¿Quién es tu abuelo?
-Einar Villar.
Floriana parpadeó sorprendida. -¿El maestro ceramista Einar Villar?
-Sí. -Lisandro levantó la barbilla con orgullo-. Pero quiero aclarar que me aceptaron como discípulo por mi gran talento, no por mi abuelo.
Floriana volvió a su expresión tranquila y asintió ligeramente. -Lo sé.
Lisandro se quedó sin palabras, frunciendo el ceño con desagrado.
-Oye, ¿me estás tomando el pelo?
-Para nada. -Floriana tomó un sorbo de agua de limón-. Confío en el juicio de nuestro
maestro.
Al escuchar esto, Lisandro se sorprendió, pero luego sonrió, tratando de no mostrarlo. -Es cierto, el maestro siempre tiene un buen ojo para las personas.
Floriana dejó la taza y se levantó. -Voy a pagar la cuenta,
Capítulo 49
Lisandro se levantó para detenerla. -No es necesario, no puedo dejar que pagues.
-No te preocupes. -Floriana respondió con firmeza, aunque de manera tranquila-. Dijimos que yo invitaría, y tú mismo dijiste que hay que cumplir lo que uno promete.
Lisandro: “…”
Floriana lo dejó atrás y fue a la caja a pagar.
Lisandro la observó, levantando una ceja ligeramente.
Su compañera de estudios era… interesante.
…
Al salir de la zona de comida, Lisandro se ofreció a llevar a Floriana a casa.