Capítulo 55
El carro se detuvo justo en la entrada de Villa Encanto. Floriana bajó con dos grandes bolsas en las manos, caminando hacia el jardín. En el camino, había pasado por su estudio para recoger los regalos de Año Nuevo que había comprado en línea.
Floriana tocó el timbre. Rápidamente, la puerta se abrió.
Valentín la miró, presionando sus labios con firmeza y comentó: -No hemos cambiado la contraseña.
Floriana respondió con una leve inclinación de cabeza y entró sin levantar la vista.
-¿Rafael sigue sin querer salir de su cuarto?
-Sí -respondió Valentín mientras cerraba la puerta y observaba las bolsas que ella llevaba-. ¿Le trajiste regalos?
-Son para Año Nuevo–contestó Floriana con voz tranquila, dirigiéndose directamente hacia
las escaleras.
Valentín se quedó un momento en el sitio, luego decidió seguirla.
En el segundo piso, afuera de la habitación infantil, Floriana llamó a la puerta.
-Rafael, ¿puedes abrir? Te traje muchos regalos.
-¡No quiero regalos! -se escuchó el grito enfadado de Rafael desde adentro-. ¡Eres una mentirosa! ¡No estabas trabajando! ¿Por qué me mentiste?
Floriana frunció el ceño. Era la primera vez que Rafael se enojaba tanto. Al parecer, la mentira sobre su viaje de trabajo le había afectado bastante. Suspiró en silencio, pensando en volver a tocar la puerta, pero fue interrumpida por pasos detrás de ella.
Valentín llegó y le ofreció una llave.
Al verla, el rostro de Floriana se ensombreció.
-¿Por qué no abriste la puerta antes, si tenías la llave?
Valentín parecía entre divertido y resignado. Alzó una ceja y explicó: -Si no hubieras venido, abrir la puerta no habría servido de nada. Rafael te necesita a ti.
Floriana se sintió irritada, pensando que Valentín lo había hecho a propósito. Sin embargo, no tenía tiempo para discutir con él y tomó la llave para abrir la puerta.
Al abrirse, Rafael se cubrió por completo con la cobija en la cama.
-¡Vete! ¡No quiero que seas mi mamá! ¡Eres una mentirosa! ¡Te odio!
Floriana se detuvo en seco. Aquellas palabras tenían un impacto contundente. Desde que supo
Capitulo 55
que la madre biológica de Rafael era Tatiana, había anticipado que eventualmente su hijo diría algo así. Pero no esperaba que fuera tan pronto. Aunque sabía que Rafael hablaba impulsado por la ira, se sintió desalentada.
-Rafael, te voy a dar otra oportunidad para que hables con calma -interrumpió Valentín con una voz firme.
Floriana volvió en sí y lo miró. Valentín se acercó a la cama, su expresión severa.
-Un verdadero muchacho debe ser razonable. Si tienes algo que decir, dilo cara a cara. ¿Esconderte bajo la cobija es lo mejor que puedes hacer?
Rafael no dijo nada, pero Floriana lo observó sorprendida. Siempre había visto a Valentín como alguien que complacía a Rafael en todo. Era difícil imaginar que el hombre decidido del mundo laboral pudiera ser un padre tan indulgente. Esta era la primera vez que Valentín se enfadaba con Rafael.
Incluso a través de la cobija, Rafael podía sentir la ira y la presión de su papá. Dudó un poco antes de asomar la cabeza.
-Bájate de la cama, ponte de pie y disculpate con tu madre -dijo Valentín con frialdad.
Rafael se quedó atónito, sus ojos grandes reflejaban su frustración y preguntó, sin aceptar la
situación:
-¡Pero si mamá fue quien me engañó! ¿Por qué tengo que disculparme yo?
-¿Le preguntaste a tu mamá por qué te mintió? -replicó Valentín con firmeza.
Rafael, aún molesto, respondió: -¿Para qué preguntar? Seguro me dejó solo para ir a verse con
su nuevo novio.
Valentín frunció el ceño y advirtió: -Rafael, si sigues diciendo tonterías, te voy a castigar.