Capítulo 490
A medida que el tiburón se acercaba, los gritos de la multitud se volvían más fuertes y el miedo de Nicolás aumentaba.
Al ver que Dafne había hablado y que el propósito de escarmentar a Nicolás se había cumplido, Agustín asintió ligeramente y dijo:
-Está bien.
Ordenó que lanzaran un pequeño bote inflable y un chaleco salvavidas, bajaron una cuerda y dio instrucciones a dos de sus guardaespaldas para que sacaran a Nicolás del agua.
Desde que lo lanzaron al mar hasta que lo rescataron, pasaron apenas unos minutos, pero para Nicolás fue un tormento tanto físico como mental.
Era como si hubiera estado al borde de la muerte.
Incluso después de ser rescatado, el intenso temor de estar tan cerca de morir lo mantenía con los nervios de punta. Ya en el barco, seguía temblando de pies a cabeza, suplicando entre gritos:
-¡Auxilio, auxilio! ¡Por favor, no me den de comer a los tiburones! ¡De verdad, ya entendí mi
error!
Parecía que había perdido la cabeza.
Aroa estaba completamente asustada.
Sus piernas estaban débiles, su cuerpo temblaba incontrolablemente, y en su corazón sentía un profundo temor.
Pensaba que si no hubiera aceptado la manera de Dafne para disculparse, podría haber terminado como Nicolás, siendo lanzada al mar por Agustín para alimentar a los tiburones.
Muchas personas que normalmente detestaban a Nicolás y Aroa sacaron sus teléfonos para tomar fotos y grabar videos.
Era un espectáculo,
Un espectáculo digno de ser registrado.
Luna se sentía abrumada.
Miró a Dafne con los ojos enrojecidos.
-Dafne, de verdad no sabía que Nicolás y Aroa tenían problemas contigo. No fue mi intención invitarlos al barco.
Dafne le dio una ligera palmada en el dorso de la mano.
-Te creo,
Capítulo 490
Luna quedó perpleja, con incredulidad en sus ojos.
-¿De verdad me crees?
Incluso el hombre al que había amado durante más de siete años no le creía, y ahora su rival sí lo hacía.
Dafne asintió.
-No tienes un corazón tan malvado.
Dafne dijo esto después de pensar bien las cosas.
Aunque Luna había separado a propósito sus habitaciones de las de Agustín por celos, no era tan maliciosa como para invitar a Nicolás al barco sabiendo que tenía problemas con ella.
Además, si Luna lo hubiera hecho a propósito, no habría permitido que Aroa y Nicolás la insultaran y humillaran frente a tanta gente. Eso sería como buscarse problemas.
Si realmente quisiera hacerle daño, lo habría hecho en secreto.
Por eso Dafne confió en que Luna no lo hizo intencionalmente.
Durante el tiempo que habían pasado juntas, Dafne había descubierto que Luna era una ejecutiva dominante en el trabajo, pero en privado, era alguien con quien era fácil llevarse bien.
-Dafi, gracias por confiar en mí -dijo Luna, con lágrimas de emoción cayendo de sus ojos.
Dafne suavizó su expresión.
-No llores, hoy eres la cumpleañera. No querrás que tu maquillaje se arruine.
Luna asintió, sorbiendo por la nariz.
Agustín le hizo una seña al jefe de los guardaespaldas.
Inmediatamente, el guardaespaldas se llevó a Nicolás.
Luego, uno de los altos directivos de la compañía del crucero se acercó a Agustín y le susurró algo.
Agustín asintió.
El hombre dijo en voz alta:
-Vamos, sigan con sus comidas y bebidas.
La multitud se dispersó,
En la cubierta solo quedaron Agustín, Dafne, Luna y algunos amigos de Dafne.
Luna, entre lágrimas, le pidió disculpas a Dafne:
-Lo siento, Dafi. Lamento que hayas pasado por esto.
Dafne respondió:
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Capítulo 490
-No fue a propósito, no te culpes.
Luna, con los ojos rojos, dijo:
-Aunque no fue intencional, fue un descuido. No debí haber permitido que alguien como Nicolás subiera al barco.
-Ya ha pagado por lo que hizo y dijo -dijo Dafne-. No llores más, ve a lavarte la cara y rehaz tu maquillaje, esta noche es la fiesta. No dejes que esto arruine tu día, es tu cumpleaños, anímate.
Luna, con una voz nasal, respondió:
-Está bien.
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