Capitulo 18
El tipo elegante y refinado que estala frente a él sontió cortesmente al escuchar sus palabras:
Señor Vaillant, no es necesario ser tan formal, La señorite Esmeralda ya me ha agradecido.
David se molestó. Era un hombre que siempre había sido territorial, y por instinto no le agradó el hombre frente a él, incluso si había salvado a su esposa. Aum asi, insistió:
Profesor Neviani, si alguna vez necesita algo, no dude en miscare.
Y añadió, tomando a Esmeralda del brazo con fuerza:
Ahora llevaré a mi esposa a casa.
La agarró tan fuerte que Esmeralda no se atrevió a resistirse, pensando en el dolor que sentiría cuando él la apretara aún más.
El Profesor Neviani notó la incomodidad de Esmeralda y se mostró molesto:
Señor Vaillant, está haciendo que su esposa se sienta muy incómoda. Su salud sigue siendo muy frágil.
Las palabras del profesor hicieron que David se viera aún más agresivo que antes. Sin embargo, le soltó un poco el brazo a Esmeralda. Fijo su mirada amenazante en el profesor, perdiendo todo rastro de la cortesia anterior:
-Profesor Neviani, le agradezco de corazón por salvar a mi esposa. Lo que necesite, haré todo lo posible por cumplirlo. Pero a mi esposa no hace falta que la cuide, eso es asunto solamente mio.
El fuerte tono posesivo en sus palabras habría hecho que la antigua Esmeralda pensara que estaba celoso, que aún la amaba.
En realidad, era su orgullo de macho, la sensación de que su territorio estaba siendo invadido, lo que no le permitía aceptar la presencia de otro hombre.
El profesor Neviani quiso decir algo, pero tras una mirada a Esmeralda, decidió no insistir.
David bajó la cabeza y miró a Esmeralda con una dulzura casi irreal:
-Cariño, vámonos a casa.
Actuaba como si nada hubiera pasado entre ellos, como si fueran una pareja felizmente enamorada.
Esmeralda no sabía como él podía ser tan descarado.
Después de haberla ignorado una y otra vez por Luna, ahora queria ser un esposo afectuoso.
Sin molestarse en responderle, Esmeralda sonrió y comenzó a contar mentalmente hasta tres.
Cuando lo vio acercarse, le envió un mensaje a su querida hermanita. Seguramente, a ella ya se le habría ocurrido una manera de atraer a su amado David.
Ni siquiera llegó hasta tres cuando el teléfono de su buena hermanita sono.
Esa melodia particular hizo que su esposo soltara rápidamente su brazo para responder.
No sabía qué excusa había usado la tan delicada mujer al otro lado de la linea, pero, la cara de David de pronto se lleno de preocupación.
Al colgar, se volteó hacia Esmeralda.
+25 BONUS
Capitulo 18
-Luna tiene una grave alergia por un error en la medicación y la llevaron de urgencia a la sala de emergencias. Tengo que ir de inmediato. Haré que Rashid te lleve a casa. Portate bien, ¿st?
Dicho esto, estaba a punto de salir corriendo, pero Esmeralda lo agarró para detenerlo.
-¿Y para qué vas a ir? No eres médico.
El la miró sorprendido, como si ella le hubiera faltado el respeto por completo:
Esmeralda, jcómo puedes ser tan insensible!
Esmeralda loiro, con una expresión aún más incrédula:
-¿Yo, insensible?
-Cuando me caf por un acantilado y estaba al borde de la muerte, los médicos te llamaron. Pero tú dijiste que no eras médico y que ir no servía de nada.
Aunque ya no recordaba los sentimientos que había tenido por él, había investigado mucho sobre lo que ocurrió entre ellos. Y esa frase, de cuando ella estaba siendo operada, era algo sabido por todos en el hospital. No tuvo que preguntar mucho para enterarse.
David apartó su brazo bruscamente con evidente fastidio:
-Eso no fue lo mismo. Estabas fingiendo. ¿Cómo puedes comparar eso con lo que le pasa ahora a Luna?
Un acantilado no tan alto, agua lo suficientemente profunda para nadar bien. Esmeralda, con sus habilidades, no podía haber corrido peligro de verdad.
Esmeralda solo se rio con indiferencia:
-¿Quién fingiria durante tres meses en un hospital? Ni siquiera investigaste antes de sacar una conclusión, solo no quieres admitirlo.
-¿Y ahora qué? Ayer casi me ahogo, pero tú ni siquiera me miraste, corriste a llevar al hospital a Luna, que no tenía nada grave. Si eso no es amor, ¿qué es entonces?
Mirándolo fijamente, añadió:
– David, el que mucho abarca, poco aprieta. ¿No sería mejor divorciarnos de forma digna y que puedas estar con la persona que realmente amas?
Lo único que Esmeralda queria era un divorcio, uno rápido y en buenos términos.
+25 BONUS
Captulo 14