Capítulo 21
Mientras esperaba los resultados de los exámenes, no pude evitar preguntarle a Armando por ruiestro profe. En su momento, cuando dejé mis estudios para dedicarme a los negocios y abandoné mi oportunidad de hacer un posgrado, la mirada de decepción de mi supervisor me dejó tan marcada que durante años ni siquiera lo contacté
Lo único que hacfa era mandarle mensajes de buenos desea en ocasiones especiales.
Mi supervisor en serio me habla entregado su corazón y dedicación, Era, después de mi abuela, la segunda persona que mejor me había tratado en este mundo. Con la posición que tenta en el mundo académico, no necesitaba dirigir investigaciones de posgrado. Pero, hizo una excepción por mi y aceptó ser ini tutor.
Sin embargo, cuando logré ser aceptada en su programa de posgrado, decidi renunciar. ¿La razón? David, que estaba en la etapa inicial de su emprendimiento, estaba taqcupado que no se cuidaba y sufría de dolor de estómago todos los dias. Yo queria estar a su lado para cuidarlo.
Recientemente, mientras recuperaba fragmentos de mi memoria, recordé algunas cosas. Entre ellas, que mi profesor me había insistido con un consejo.
El me dijo que entendía a los hombres, que, si un hombre en verdad te ama, jamás te pedirá que sacrifiques tus estudios por él. Si permite eso, es porque no te ama lo suficiente.
Sacrificarlo todo por alguien que no te ama lo suficiente solo te dejará lleria de cicatrices. Al final, no serás nada ante él.
No recuerdo cómo respondi en ese momento. Todo lo relacionado con ese amor intenso hacia David era un punto vacio en mi mente, creo lo olvidé todo como mecanismo de autoprotección.
Solo olvidando puedo seguir adelante.
El tiempo demostró que mi profesor tenía razón. El sabía que todo acabaría asi desde el principio. Por eso, cuando insisti en abandonar mis estudios por David, su decepción foe tan profunda que dijo que no quería volver a verme.
Durante todos estos años, no estuve en contacto con él, por miedo a recordar esas palabras.
Pero, lo extraño demasiado. Quiero saber cómo está. Así que no pude evitar preguntarle a Armando por él.
Me dijo que el profesor estaba enfermo y habia estado hospitalizado durante más de una semana.
Aunque sabía que el profesor no quería verme, decidí que quería ir a verlo en secreto. Acordé con Armando que iríamos hoy al hospital para visitarlo,
Sin embargo, cuando llegamos, el profesor ya había sido dado de alta y había vuelto a su casa.
Por un lado, me alegraba que su salud hubiera mejorado, pero, por otro lado, me sentía decepcionada. No habia podido verlo, ni siquiera en secreto.
Ahora que ya no da clases, él pasa su tiempo en su laboratorio o en su residencia en el campus. Ambos lugares requieren registro y cita previa para entrar, lo que hacia muy dificil verlo.
Armando noto mi decepción y me dio una palmadita en el hombro.
No te preocupes, en unos días buscaré una excusa para invitar al profesor a salir.
Al escucharlo, mis ojos se iluminaron. ¡¿Cómo pude olvidar que Armando es ahora su estudiante más apreciado?!
Con él, no tendré que preocuparme por no tener la oportunidad de ver al profesor.
Le sonrei y respondi:
#25 BONUS
Captulo 21
–Entonces, gracias, profesor Neviant. Te invitaré a comer apenas tengamos tiempo.
Y con una expresión seria y sincera, añadi:
-Además, por haberme salvado la vida, puedes pedirme cualquier cosa. Mientras esté en mis manos, haré todo lo posible por hacerte el favor.
Después de una carcajada elegante, me respondió:
-Si insistes en agradecerme así, ¿cómo debería devolverte el favor por haberme presentado al profesor? Sinti, no habría llegado a ser quien soy ahora.
Estaba a punto de decir algo cuando escuché un grito agudo
-¡Esmeralda!