No Mas Sus 499

No Mas Sus 499

Capítulo 499 

Por la noche, Agustín llegó a la casa de Dafne para cenar juntos

Eva ya estaba acostumbrada a esto y siempre trataba de hacerse invisible. Tan pronto como terminaban la cena, desaparecía rápidamente

Después de bañarse, Agustín y Dafne se acostaron

Esa noche, Agustín estaba sorprendentemente tranquilo

Dafne lo bromeó diciendo: -¿Hoy te estás controlando mucho

Agustín se río. -Mañana temprano tengo una reunión importante, no puedo darme el lujo de desvelarme esta noche

Dafne soltó una risa suave. -Podrías terminar temprano y dormir rápido también

-¿Terminar temprano? Me subestimas -dijo Agustin mientras la abrazaba-. Una vez que empezamos, no acabamos hasta la madrugada

-Mejor durmamos, buenas noches -respondió Dafne, acurrucándose bajo las sábanas

Agustín la observó un rato, apoyado en su brazo, y dijo: -Todavía no tengo sueño

Desde debajo de las sábanas, Dafne lo miró con ojos curiosos. -¿Ah? ¿Entonces qué 

hacemos

Agustín sonrió, con una chispa en sus ojos. -¿Por qué no me arrullas para dormir

-¿Yo? -Dafne se mostró sorprendida. -¿Arrullarte para dormir

-Si, . -Agustin sonrio con picardia-. Siempre soy yo quien te arrulla, y nunca me has 

arrullado

Dafne soltó una risita burlona. -¿Cuántos años tienes que todavía necesitas que te arrullen

Con un tono perezoso, Agustin dijo: -No puedo dormir. O me arrullas, o… 

Con una sonrisa traviesa, sus ojos oscuros y brillantes miraron a Dafne. -Tendré que hacer ejercicio hasta la madrugada, y si no duermo mucho mañana, tampoco pasa nada

Daîne se quedó en silencio por un segundo

Mejor lo arrullaba

Arrullarlo definitivamente era más fácil que acompañarlo toda la noche

Además, tenía una audiencia a las nueve de la mañana y no podía permitirse desvelarse

Dafne cedió y preguntó: -¿Cómo quieres que te arrulle

La voz de Agustin sonaba relajada y tranquila. -Cuéntame un cuento

Dafne murmuro -¿Qué tan grande eres para escuchar cuentos

18:34 

Capitulo 499 

Aun así, obedientemente abrió su teléfono para buscar cuentos cortos para dormir

Agustín se acomodó y cerró los ojos, su voz profunda susurró en el oído de Dafne: -Tu voz es agradable, no importa el cuento, solo quiero dormir escuchándola

-Está bienrespondió Dafne, comenzando a leer desde el teléfono. Un cangrejo salió a pasear y accidentalmente chocó con un pececillo, quien le dijo enojado: ¿Estás ciego?El cangrejo respondió: No, solo soy un cangrejo.‘ 

Al terminar, Dafne no pudo evitar reírse. -Jajaja… 

Agustín abrió los ojos

El hombre la miró con una mezcla de diversión y reproche. -¿Cómo es que te haces reír a ti 

misma

-¿No te parece gracioso? ¿No te ríes? Bueno, probaré otro

Dafne revisó su teléfono nuevamente. -El gato hace miau miau, el perro hace guau guau, el pato hace cuac cuac, ¿y el gallo qué hace

-¿Cocorocó? -respondió Agustín, cooperando

-NoDafne volvió a reír-. El gallo está reservado para los que 

están preparados, jajajaja… 

Agustín dejó escapar un suspiro de resignación. -Te pedí un cuento para dormir, no un chiste

-¡Pero estos chistes son divertidos! ¿No te ríes? ¿Tu sentido del humor es demasiado exigente? -Dafne sonrió ampliamente-. Bueno, ¿todavía no te parece gracioso? Vamos con 

otro

-Un día, una hormiguita se encontró con otra hormiguita. La hormiguita le preguntó: ‘¿Cómo regresas al hormiguero?La otra hormiguita se detuvo un momento, sonrió o se quedó en silencio.

No Mas Sus

No Mas Sus

Score 9.9
Status: Ongoing Type: Native Language: English
No Mas Sus

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset