Capítulo 503
Aunque han pasado muchos años, cada vez que se menciona a Rocío Salazar, Baltasar no puede evitar sentirse triste.
Bajo la mirada, su rostro cambiando de la furia a la tristeza.
Dafne no dijo nada más y se dio la vuelta para irse.
Baltasar se quedó en el mismo lugar durante un momento, luego subió las escaleras.
Originalmente, Dafne había regresado a casa para cenar esa noche. Clara había preparado con esmero una cena con todos los platillos favoritos de Dafne.
Sin embargo, el ambiente entre padre e hija se tornó tan tenso que ninguno de los dos terminó cenando.
Clara salió de la cocina y al ver la mesa llena de comida, soltó un largo suspiro…
Al salir de la casa de la familia Rosales, Dafne se sentía abrumada y decidió dirigirse directamente a un bar.
Marcó el número de Iris Casas.
-Iris, ¿dónde estás? Ven a tomar algo conmigo, no estoy de humor.
Del otro lado del teléfono, Iris parecía estar respirando con dificultad.
Dafne lo entendió de inmediato.
Iris estaba ocupada.
Dafne estaba a punto de colgar, pero cuando Iris escuchó que Dafne no estaba bien, rápidamente se recompuso y preguntó con preocupación:
-Dafi, ¿qué pasa?
-Me peleé con mi papá -respondió Dafne mientras apretaba los labios-. No te preocupes, sigue con lo tuyo. Necesito estar sola un rato.
Iris apartó de un manotazo la mano traviesa de Jaime Quiroga.
-¿Quieres que vaya contigo? ¿Dónde estás? Voy de inmediato.
Dafne sabía que Iris estaba con Jaime y no quería interrumpirlos, así que dijo:
-No te preocupes, necesito procesarlo sola.
-Está bien, pero cuídate. ¿Eva está contigo? -preguntó Iris.
-Sí, está aquí.
-Me alegra oír eso -dijo Iris mientras Jaime volvía a acariciarla y ella le lanzaba una mirada
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fulminante. Bueno, te dejo, Dafi.
-Gracias.
Al colgar, Iris miró a Jaime con disgusto.
-Estaba hablando con Dafi.
Jaime la besó, su voz ronca.
-Ahora es mi turno…
Penélope Zúñiga no podía beber, e Iris estaba ocupada.
Dafne marcó a Inés y Olivia.
Al enterarse de que Dafne no estaba de buen humor, Inés se ofreció de inmediato a acompañarla.
Olivia, que acababa de terminar de cenar y estaba aburrida viendo series en el sofá, aceptó encantada. Le gustaba beber, así que no dudó en unirse cuando Dafne la llamó. Además, siendo viernes por la noche y sin tener que trabajar al día siguiente, tanto Olivia como Inés estaban más que dispuestas a acompañar a Dafne.
En el bar, las tres amigas se sentaron en un reservado y colocaron seis botellas de diferentes licores sobre la mesa.
Dafne abrió una botella y comenzó a beber directamente de ella.
Se tomó media botella de un solo trago, dejando a Inés boquiabierta. Rápidamente intentó quitarle la botella.
-Dafne, no puedes beber así. Ve despacio, tomémoslo con calma. No hay prisa.
Inés sabía que Dafne no tenía buena resistencia al alcohol.
Recordaba claramente lo que había pasado la última vez que Dafne se emborrachó durante
una reunión del bufete.
Olivia también intervino:
-Sí, Dafne, ¿qué pasó para que te sientas tan mal?
Dafne bajó la mirada, sus ojos reflejando tristeza.
-Mi papá quiere que termine con Agustín, pero no quiero hacerlo.
Olivia e Inés intercambiaron una mirada.
Inés preguntó:
-¿Es por el hijo no reconocido de la familia Junco?
~
18:35
La última vez que los hombres de Tristán vinieron a buscar venganza, Inés y Olivia estuvieron allí y casi no lo cuentan.
Afortunadamente, Eva estuvo con ellas.
Pensar en lo sucedido aún les provocaba escalofríos a Inés y Olivia.
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