Capítulo 644
+25 BONUS
-Eso sí, evita que se mojen -añadió–.Y, sobre todo, cuida la herida de la cara para que no te quede marca.
Aunque no dependiera de su físico para vivir, Luciana pensaba que sería una lástima que una cara tan atractiva quedara marcada. Guardó el botiquín y, mientras volvía, escuchó que Alejandro se reía por lo bajo.
-Tanto que hablas y en el fondo eres bien amable… murmuró él. Eres una mentirosa, siempre diciéndome que no te importo.
Preparó el desayuno. Al volver, invitó a Luciana con un gesto.
-Venga, siéntate. Come un poco. ¿Sabes? Hoy podré salir temprano; si quieres, en la noche te invito a cenar. Así no estarás todo el día encerrada.
Luciana probó un sorbo de la papilla de arroz y lo miró con serenidad.
-Alejandro…
-¿Si?
-¿Mónica sabe que vienes aquí todos los días?
Como era de esperarse, la expresión del hombre cambió al instante. Ella suspiró por dentro, consciente de que no quería sacar ese tema, pero se sentía forzada a hacerlo; la situación se había vuelto insoportable.
-Te lo advierto en serio: si vuelves a aparecerte, iré a buscar a Mónica.
-Luciana… —Alejandro frunció el ceño-. Podemos hablar de Mónica si así lo deseas. Pero no vayas a verla, por
favor.
Era obvio que no quería un encuentro entre ambas; sabía que nunca se habían llevado bien.
-¿Ah, sí? -respondió Luciana con una risa sarcástica-. ¿Y qué harás si decido hacerlo? ¿Qué pasa si voy y le cuento que su querido hombre viene a rogarme cada día, insistiendo en quedarse conmigo? ¿Crees que no llorará? Seguro que se pone a llorar desconsolada…
-¡Luciana! -exclamó Alejandro, con un rastro de pánico.
-Vaya, ¿ahora sí te alteras? -soltó ella, burlona. Alzó las cejas y continuó con un tono helado-. Más te vale que no regreses. Si me harto, créeme, lo haré.
“Sé que Mónica te importa; no querrás verla sufriendo, ¿verdad?”
Terminó la frase clavándole la mirada. Tras un breve silencio, Alejandro respiró hondo y cedió:
-Está bien… no vendré en un par de días.
-¿En un par de días? -repitió Luciana, incrédula. Ella quería que no volviera nunca.
– Pasado mañana te toca revisión médica —comentó él, desviando la vista hacia su vientre-. Prefiero acompañarte. No me siento tranquilo si vas sola.
-¿Perdón? -Lo miró con asombro. ¿Qué tiene que ver tu presencia con mis chequeos? El bebé ni siquiera es tuyo.
¡Lo sé! —gruñó Alejandro, alzando la voz con un matiz de irritación. ¡No tienes que repetírmelo!
Luciana guardó silencio un instante, sorprendida por su tono. ¿Entonces por qué insistía? Al no hallar respuesta, se quedó sin palabras.
1/2
Capitulo 644
+25 BONUS
Alejandro se marchó visiblemente molesto, cargando su frustración. Luciana lo acompañó hasta la puerta por simple cortesía, observando cómo se alejaba. Su mente se nubló un segundo y, de pronto, imaginó algo loco: “¿Y si este bebé fuera de Alejandro? ¿Cómo habrían resultado las cosas?” 2
Quízá, con un hijo en común, seguirían unidos, aunque fuera de una forma enrevesada.
Al reflexionar, dio un respingo y se sintió aliviada.
-Menos mal que este niño no es suyo–se dijo-. Si lo fuera, todo sería todavía más confuso…
***
Esa misma noche, Luciana volvió a recibir la llamada distorsionada.
-¿Sí?-contestó con cautela.
-¿Lo pensaste bien? Te recuerdo que ha pasado un día.
-¿Quién eres?
-Te dije que no preguntaras. No voy a decirtelo.
Luciana insistió:
-¿Cómo puedo saber que de verdad posees esa información? Podrías estar inventándolo solo para estafarme.
La voz, con ese tono burlón, soltó una carcajada:
-¡Ja! No es imposible, claro. Pero no voy a probarte nada. Ome crees, o te quedas sin alternativa.
+25 BONUS
Capitulo 645
Capítulo 645