Capítulo 392
Capítulo 392
Dos días después, Jaime se dirigió a San Tomás de los Ríos para asistir a la Conferencia Internacional de Inteligencia Artificial. Este evento era una oportunidad dorada para que los profesionales del sector se pusieran al día con las últimas novedades en IA y compartieran conocimientos técnicos, parecido al evento tecnológico del año pasado.
Acompañándolo estaban Paulina y Teófilo, junto con otros ingenieros recién incorporados a La Conquista Comercial. La razón por la cual llevaron a Teófilo y a los nuevos miembros de la compañía fue porque aún no habían tenido acceso a los secretos más importantes de la empresa, por lo que no había preocupación de que se filtrara información sensible.
Al llegar a San Tomás de los Ríos y entrar al recinto del evento, ya había un buen número de participantes. Se decía que en esta ocasión también asistirían expertos internacionales en el campo de la IA.
En el evento anterior, Jaime había atraído una considerable atención solo por ser estudiante de Jorge. Con el ascenso de La Conquista Comercial, su sola presencia en el salón ahora captaba la atención de la mayoría de los asistentes. Muchas personas se acercaron de inmediato a saludarlo, manteniéndolo ocupado.
Paulina y Teófilo observaban desde un lado cuando escucharon una voz familiar.
-Ustedes también llegaron, ¿verdad?
Paulina se dio la vuelta. Era Castulo Haro, acompañado por Urbano.
-¿El señor Castulo también está aquí? -preguntó Paulina, sorprendida.
En realidad, Castulo no tenía la necesidad de asistir a este tipo de eventos. Podía enviar a sus altos directivos o a personal técnico clave como Urbano. Sin embargo, hacía tiempo que no veía a Paulina y, sabiendo que ella asistiría, decidió presentarse.
Mientras Castulo conversaba con Paulina, notó la mirada distante de Teófilo, a quien decidió ignorar. Justo en ese momento, Armando hizo acto de presencia, aunque esta vez sin Mercedez a su lado.
Paulina y Jaime apenas estaban asimilando la situación cuando vieron al comité organizador rodeando con cortesía a un extranjero de unos sesenta años que acababa de entrar al recinto.
Paulina y Jaime, al igual que muchos en el campo de la IA, estaban familiarizados con las figuras influyentes tanto locales como internacionales. De inmediato reconocieron al recién llegado como Kiewit Smith, una autoridad en el ámbito de la inteligencia artificial.
Antes, Paulina y Jaime se habían preguntado por qué Mercedez no estaba junto a Armando. Ahora, al ver a Kiewit Smith, todo tenía sentido. Mercedez estaba justo al lado de este eminente académico, dejando claro su relación con él.
Recordando la información sobre Kiewit Smith y la estancia de Mercedez en la Unión Panamericana como estudiante de doctorado, Paulina y Jaime comprendieron que Kiewit Smith era su director de tesis. Ser su estudiante de doctorado era un logro impresionante, dada la relevancia de Kiewit Smith en los campos de aprendizaje profundo e inteligencia artificial.
Kiewit Smith no era uno de los fundadores del aprendizaje profundo, pero sus contribuciones e influencia en la IA eran indiscutibles. Por eso, la mayoría de los profesionales en el evento lo reconocieron al instante. Su llegada provocó una verdadera conmoción.
-¡Kiewit Smith! No puedo creer que Kiewit Smith esté aquí en nuestro evento. ¡Dios mío, esto es un sueño hecho realidad!
-Pues vaya que tienes suerte, porque ni en mis sueños más locos hubiera imaginado esto. Pero lo que ni siquiera osaba soñar, se volvió realidad.
Alguien que probablemente era un viejo conocido de Kiewit Smith se acercó para saludarlo. Después de intercambiar algunas palabras, notó a Mercedez a su lado y preguntó:
-¿Y quién es ella?
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