Capítulo 400
Capítulo 400
Apenas terminó de hablar, y antes de que Tito pudiera reaccionar, el comunicador de Paulina empezó a sonar.
Al ver el mensaje que le llegaba, Paulina solo dejó un rápido: -Hay un asunto urgente en el centro de datos, tengo que irme-, y salió apresurada.
Al día siguiente, Paulina se marchó del complejo a primera hora.
Tras pasar un día entero descansando en casa, volvió a su rutina y regresó a trabajar a La Conquista Comercial.
Ahora, La Conquista Comercial y Tecnología Frias ya habían iniciado oficialmente su colaboración.
El día que Paulina volvió a la oficina, Jaime casualmente tenía programada una reunión en Tecnología Frías.
Antes, cuando se trataba de negociar contratos con Armando, Paulina podía desentenderse y dejar que Jaime o Roberto Rivas se encargaran de todo.
Pero con este nuevo proyecto conjunto entre La Conquista Comercial y Tecnología Frías, su participación era indispensable para concretar la colaboración.
Esa reunión trataría asuntos clave sobre las tecnologías centrales del acuerdo, así que, apenas llegó a la oficina, Paulina se unió a Jaime para ir juntos al Grupo Frias.
También los acompañaba Teófilo Cruz junto con otros del equipo técnico.
Al llegar a la puerta de la sala de juntas, vieron a Armando, que venía acompañado de dos de sus asistentes y Francisco, justo cuando ellos se acercaban por el otro lado del pasillo.
Al verlos, Armando saludó cortésmente a Jaime.
Desde que Paulina se fue del Grupo Frias, Francisco casi no la había vuelto a ver.
Sin embargo, Reinaldo le había platicado sobre su trabajo actual en La Conquista Comercial.
En esos días, Jaime ya había visitado el Grupo Frias un par de veces, pero Paulina nunca lo había acompañado.
Pensaban que ella no
volvería a aparecer por ahí, pero, para sorpresa de todos…
Armando también notó la presencia de Paulina y Teófilo.
Tanto para Paulina como para Teófilo, Armando actuó como si no los conociera, les echó un vistazo y apartó la mirada,
entrando con Jaime a la sala.
A Teófilo también le convenía que nadie supiera de su relación previa con Armando.
La actitud de Armando le cayó perfecta.
Paulina y Francisco siempre se habían llevado bien. Después de tanto tiempo sin verse, al encontrarse, Paulina le dedicó una sonrisa y lo saludó:
-Sr. Francisco, cuánto tiempo sin vernos.
-Sí, ha pasado un buen rato -contestó él con amabilidad.
Teófilo, curioso, preguntó:
-¿Se conocen?
-Trabajé aquí antes -explicó Paulina.
Teófilo no sabía de la relación entre ella y Armando. Al oír su respuesta, supuso que simplemente había sido parte del equipo técnico en el Grupo Frias. Como tenían cosas importantes que atender, no le dio más vueltas y no preguntó nada más.
Paulina y Teófilo apenas se sentaron cuando la puerta se abrió de nuevo.
El recién llegado era el Dr. Héctor, de la Universidad Los Arcos.
Él también estaba involucrado en el proyecto con el Grupo Frias.
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-Disculpen la demora, espero no haberlos hecho esperar mucho -dijo con voz tranquila.
-Nosotros acabamos de llegar -respondió Jaime.
En ese momento, el Dr. Héctor posó su mirada en Jaime.
El hecho de que Jaime fuera alumno de Jorge ya lo hacía destacar.
Pero, últimamente, Jaime se había vuelto aún más famoso en el campo de la inteligencia artificial; era prácticamente imposible que alguien del gremio no supiera quién era.
El Dr. Héctor le sonrió:
-Usted debe ser el señor Burgos, ¿verdad? ¡Tan joven y ya con tanto talento! Llevaba tiempo queriendo conocerlo, pero siempre se cruzaban los tiempos. Por fin hoy se hizo.
-Dr. Héctor, me halaga -contestó Jaime, mostrando una leve sonrisa.
Intercambiaron algunas palabras de cortesía y, por fin, la reunión comenzó en forma.
Paulina se concentró de lleno en la agenda. Cuando tocaba discutir los temas técnicos más delicados, Jaime, los ingenieros del Grupo Frias y el propio Dr. Héctor tomaban la palabra.
Paulina y Teófilo se limitaban a tomar notas desde un costado, sin intervenir.
La reunión se alargó desde poco después de las nueve de la mañana hasta casi el mediodía.
Al terminar, Armando propuso invitar a todos a comer.
Ya fuera de la sala, el Dr. Héctor se acercó a Armando y comentó:
-Por cierto, hace mucho que no veo a Mercedez. Escuché que ahora va a quedarse en Fuente de la Felicidad, así que quizá pronto tengamos menos oportunidades de coincidir. Me gustaría invitarla también, ¿les molesta a usted o al señor Burgos? Al escuchar que el Dr. Héctor era alguien importante, Jaime adivinó que seguramente conocía a Mercedez.
Sonriendo, Jaime respondió:
-Por mí no hay problema.
Armando preguntó:
-¿La conoce?
-Fui su profesor en la universidad -explicó el Dr. Héctor, sonriendo-. Desde entonces, Mercedez ya mostraba un talento sobresaliente en su área. Ahora que es estudiante de doctorado del señor Smith, está cumpliendo con creces lo que prometía.
-Déjenme contactarla -dijo Armando, sacando el teléfono.
Media hora después, cuando Paulina, Armando, Jaime y el resto llegaron al restaurante, Mercedez y Alicia también estaban bajando de su auto.
Al ver al Dr. Héctor, Mercedez se le acercó rápidamente para saludarlo:
-¡Maestro! ¡Cuánto tiempo sin verlo!
Después de platicar un momento, el Dr. Héctor miró a Jaime y soltó con una sonrisa:
-Señor Burgos, imagino que ya conoce a Mercy, ¿verdad?
Jaime le lanzó una mirada a Mercedez y respondió:
-Sí, nos conocemos.
El Dr. Héctor siguió sonriendo:
-Ambos son parte de la nueva generación más talentosa en el campo. Deberían compartir y aprender uno del otro.
Mercedez percibió la forma en que Jaime la miró hace un momento.
Frunció levemente el ceño.
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Ella pensó que, al enterarse de que era alumna de Smith, Jaime la miraría de otra manera.
Al fin y al cabo, si se trataba de temas profesionales, ella y él sí tenían mucho en común.
Pero la mirada de Jaime, era idéntica a la de antes. Ni una pizca de diferencia.
Capitulo 491
¿Comunicación?
