Capítulo 652
Simón bajó al vestíbulo con la cabeza llena de dudas y marcó el número de Alejandro.
-Aló, Alex.
Él estaba cenando cuando contestó, pensando que tal vez se trataba de algo urgente sobre Luciana.
-¿Le pasó algo a Luciana?
-No, no, ella está bien–aclaró Simón,
-Entonces… -Alejandro curvó los labios en una mucca–Te pidió otra vez que no le llevaras más comida?
-Tampoco. -Simón estaba igual de sorprendido-. Esta temporada, como me indicaste, he estado llevándole comida a su departamento en cada comida, pero, normalmente, Luciana me dice: “Ya no vengas mañana.” Lo raro es que hoy no lo mencionó. (1
-¿De veras? -Alejandro se quedó un segundo en silencio, intrigado.
-Sí–confirmó Simón, y añadió-: Además, Luciana preguntó por ti.
La noticia sacudió a Alejandro. De inmediato, dejó los palillos en la mesa. -¿Qué dijo?
-Quería saber si hoy tenías algún compromiso.
El ceño de Alejandro se frunció en cuestión de segundos. ¿Por qué Luciana se interesaba en eso? ¿Acaso se preocupaba por él… o tendría algo más en mente?
-¿Nada más? -preguntó, casi sin aliento.
-No, solo eso. Le ofrecí llamarte, pero me dijo que no, que era una simple pregunta.
-Solo una pregunta al aire… -repitió Alejandro con un matiz de decepción-. De acuerdo.
Colgó la llamada, pero se quedó desganado, con el tenedor suspendido.
-¿En qué piensas tanto? -le soltó Salvador, su compañero de mesa-. ¿La comida está tan fea que casi te hace llorar?
-Tonterías. -Alejandro le lanzó una mirada de fastidio, pero se notaba disperso.
Salvador, que lo conocía bien, comprendió la situación.
-¿Sigue siendo difícil conquistar a esa chica?
Alejandro no respondió, pero su silencio era elocuente: estaba resultando complicadísimo. Luciana parecía haberse blindado contra él.
-¿Y qué harás? ¿Persistirás? -insistió Salvador.
El rodó los ojos en señal de “¿lo dudas?“.
-Tranquilo, no te enojes–rio Salvador, alzando las manos. Pero tengo una última pregunta: ¿qué pasa con ” Mariposita“? ¿De verdad la has dejado en el pasado? 2
La mención de Mariposita provocó un largo mutismo. Por fin, Alejandro devolvió la cuestión;
-¿Qué sería, para ti, “dejarla en el pasado” por completo? 2
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Capitulo 652
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-No me lo preguntes a mí –Salvador se rio y encogió de hombros. Creo que la respuesta está en tu interior. Solo te advierto algo: si no lo tienes claro, aunque logres ganarte a esa chica, esa duda seguirá siendo un problema serio.
Más tarde, aquella noche, Alejandro se dio un baño, se sirvio una copa de vino y, mientras se secaba el cabello, recordó aquel instante cuando salió de la oficina y creyó vera Luciana rondando la Torre Guzmán. Estaba seguro de que solo fue un espejismo, pero, con lo que contó Simón -que Luciana preguntó por él-, quizá no estaba tan equivocado. ¿Habría ido realmente a buscarlo? T
El corazón le dio un vuelco. No se hacía ilusiones de que Luciana se muriera por verlo, pero tal vez necesitaba algo de él. Dejó la toalla a un lado y tomó el teléfono, decidido a llamarla para preguntarle qué sucedía. Sin embargo, al comprobar la hora -la una de la madrugada― se abstuvo de marcar. No quería despertarla.
Tras pensarlo un instante, prefirió enviarle un mensaje:
[Luciana, ¿estuviste hoy en la oficina? ¿Pasó algo?]
No obtuvo ninguna respuesta inmediata. Imaginó que, en cuanto Luciana se despertara, vería el mensaje y contestaría. Pero, a la mañana siguiente, cuando revisó su celular, no había nada nuevo, ni un solo texto de ella.
¿Acaso no vio su mensaje? ¿Habría algún problema con la recepción?
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