Capítulo 147
Andrés cedió, -Está bien, cuando termines de ir de compras, llámame y te recojo.
-Vale.
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En la villa privada de Catalina, las risas se hacían más fuertes.
Cada vez eran más estruendosas.
Hacía media hora, tres personas estaban charlando cuando, de repente, el tema cambió a aquella noche en la que Luisa se emborracho y perdió el control, riéndose sin parar.
—¡Ja, ja, ja, ja, Luisita, no tienes que sentirte avergonzada, somos buenos amigos, cuéntanos! ¿ Andrés realmente tenía problemas en ese aspecto?
Fernanda, con lágrimas de risa, se cubría su estómago, —¡Ja, ja, ja, ja!, Catalina, te cuento que anoche mi hermano llegó a casa y me dijo que Luisita estaba borracha en el bar diciendo delante de mucha gente que Andrés tiene problemas en ese aspecto, me morí de risa, jajaja, Luisita, jeres increíble!
Dicho esto, Fernanda sacó su celular, -Mi hermano incluso me envió un video, miradlo.
Ella abrió el video y se lo mostró a Catalina, -Anoche Andrés fue al bar a recoger a Luisita, y ella lo abrazaba sin soltarlo, incluso quería darle un beso en público.
Fernanda reía exageradamente, con una mirada de burla, -No lo hubiera imaginado, Luisita, estando borracha eres tan desinhibida, ¡y yo que te conozco desde hace tantos años y nunca había visto esta faceta tuya!
En el video, ella, completamente ebria, se aferraba a Andrés, su tono afectado le causaba
escalofríos.
-Un besito…
-Vamos, un besito…
En ese momento, Luisa se sentía extremadamente incómoda.
-¡Aaaaahhhh!– Luisa estaba muy sonrojada, gritaba frenéticamente, -¡Qué vergüenza! ¡Es tan embarazoso! ¡Borra ese video ya!
Ella intentaba arrebatarle el celular.
Fernanda, rápida con sus reflejos, esquivaba, -¡Je, Je!, ¡no! ¿Para qué borrarlo? Es muy dulce, ¿verdad, Catalina?
Capitulo 147
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Catalina, sentada en el sofá con una sonrisa que le curvaba los ojos, su voz suave y dulce, —Sí, Luisita, no creo que sea una vergüenza, me parece muy dulce, es la primera vez que te veo
actuar tan mimada.
-¡Ustedes son tan molestos!– Luisa, extremadamente avergonzada, pisaba fuerte, —¡Borra eso ya!
Fernanda, esquivando a Luisa con su celular de un lado a otro y con una expresión de
descubrimiento, decía entre chasquidos, -Mira a Andrés, ¿eso es deseo sexual, ¿no? No puede esconder la lujuria en sus ojos, ¡Dios mio!
-¡Quién diría que un hombre tan frío como un iceberg podría ser conmovido por unas pocas palabras tuyas, Luisita, realmente tienes algo de habilidad! – Fernanda sonreía con una mueca, ¿Es verdad que Andrés… tiene problemas en ese aspecto?
Luisa, con las mejillas ardiendo hasta las orejas, negaba instintivamente: -¡Eso no es cierto! ¡ Para nada!
—Oh,— arrastraba Fernanda, mirando a Luisa con una sonrisa pícara, -¿entonces él es muy bueno? Luisita, sé honesta, ¿ustedes han tenido sexo?
Catalina, sorprendida, -Luisita, ustedes…
El rostro de Luisa se tornaba aún más rojo, -¡Aaaah, Fernanda! Eres tan molesta, ¿por qué sigues preguntando eso?
Fernanda, sonriendo traviesamente, le lanzó una mirada a Catalina.
Catalina la miró como respuesta.
Ambas compartieron una mirada cómplice y sonrieron.
Fernanda puso el celular a un lado y se acercó a Luisa, inclinando la cabeza, -¿Realmente tuvieron sexo? Cuéntame, ¿cómo fue la primera experiencia?
Catalina no dijo nada, pero por su mirada, estaba claro que también estaba expectante.
Luisa, al borde de las lágrimas, -No hay nada de qué hablar…
-¿Esto es una admisión? ¡Dios mío! – Fernanda golpeó fuerte su muslo, exagerando su expresión, ly puso a boca tan abierta que en ella podría caber un huevo, -¡Eso sí que es un rápido avance!
Catalina, sonriendo, -Realmente no es para tanto, Luisita ha estado de vuelta por tanto tiempo ya.
Antes de que Luisa pudiera responder, Fernanda preguntó de nuevo, -¿Fue aquella noche, borrachos y sin pensar?
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De repente, Fernanda se abofeteó, -No debería decir eso, ¿cómo puedo hablar así? Debería decir que
el alcohol les dio más coraje. ¡El alcohol reveló los verdaderos sentimientos!
Luisa, ruborizada, susurró, -No… fue hace un par de días, durante un viaje a San Andrés…
-¡Wow!– Los ojos de Fernanda brillaron, -Entonces fue sexo en un estado sobrio, ¿eh?
La palabra “sexo” era un poco demasiado directa.
Luisa asentió con incomodidad.
-¡Impresionante! – Fernanda rio de manera poco seria, -Vamos, ¿cómo se sintió?
Luisa no sabía qué decir.
En ese momento, su celular sonó.
Luisa sintió un alivio.
Suspiróaliviada y sacó su celular, -Tengo que contestar esta llamada.