Capítulo 667
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Cuando llegaron al área de extracción de sangre, el médico se acercó con la bandeja y los implementos necesarios. Se había hecho un test rápido de compatibilidad y resultó apto. Alejandro se remangó, dejando que el médico realizara el procedimiento: localizar la vena, colocar el torniquete, desinfectar.
-Señor Guzmán, señora Guzmán, ¿cuánto planean extracr
-¿Cuál es la cantidad habitual? -inquirió Alejandro.
El médico lanzó una mirada a Luciana.
-Tal vez la doctora Guzmán podría aconsejarnos. Ella sabe mejor.
-Luciana… -murmuró Alejandro, esperando su orientación.
Luciana apretó los labios.
-En teoría, se manejan entre 200 y 400 mililitros, pero lo más común es extraer 200. Solo en casos de gente con muy buen estado físico sacamos 400.
-Ya veo. -Alejandro decidió sin vacilar-. Entonces, 400.
-Pero… —El doctor vaciló-. Señor Guzmán, normalmente extraemos 400 a personas con un peso mayor y excelente condición física.
Luciana pensaba lo mismo y lo expresó con un ligero mohín.
-Me parece demasiado.
-No lo es. -Alejandro cortó la discusión de golpe. Incapaz de resistirse, alzó la mano para pellizcarle la mejilla a Luciana. Ella tenía el rostro un poco más relleno últimamente, se sentía suave al tacto-. No te dejes engañar por mi aspecto. Soy alto y para nada enclenque. Además… -sonrió con un dejo malicioso-. ¿No eres tú la que mejor sabe si estoy “en forma” o no?
La insinuación fue clara, y la cara de Luciana se puso roja al instante.
-¿Te parece el momento para bromear con eso?
-No te enojes. -Él le tomó la mano y la apretó-. De verdad estoy bien. Quiero donar lo que Pedro necesite. Doctor, extraiga 400.
-Muy bien.
La sangre empezó a fluír en la bolsa, llenándola con rapidez Tan pronto se llenó la primera, el médico conectó una segunda. Luciana estaba a su lado, con un nudo en la garganta: ahora su preocupación se dividía entre Pedro y Alejandro.
En cuanto la segunda bolsa estuvo lista, el médico retiró la aguja y presionó el punto de punción con un algodón.
-Sosténgalo de cinco a diez minutos.
Sí, lo sé. Luciana respondió mientras observaba a Alejandro–¿Cómo te sientes?
Mientras hablaba, comprobaba su pulso y notaba la expresión de su rostro. No parecía sudar ni tener alteraciones respiratorias o del ritmo cardíaco. Soltó un pequeño suspiro de alivio.
¿Te preocupa mi estado? -preguntó él, arqueando las celas.
–Por supuesto. Luciana no dudó i un segundo. Si estas haciendo esto por Pedro, lo menos que puedo hacer
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Capítulo 667
es preocuparme por ti, ¿no?
Alejandro esbozó una sonrisa de satisfacción.
–Luciana…
Pero antes de que pudiera hablar más, ella completó su frase:
-Si ni siquiera me preocupara, ¿qué clase de persona sería?
Eso enfrió un poco su euforia, pero igual se sentía complacidlo. Decidió incorporarse.
-En fin, vámonos de aquí…
-No–lo atajó Luciana, con firmeza-. Acabas de donar sangre. Tienes la presión baja, así que debes descansar un rato, recostarte.
-Marti fue a comprar agua con piloncillo o algo dulce–agregó. Tómate un poco cuando llegue.
-Jaja…
Alejandro no pudo evitar una leve carcajada y torció los labios con gesto desdeñoso-. ¿Crees que soy
una mujer delicada? No necesito beber esas cosas. Estoy bien, de verdad.
Luciana frunció el ceño y lo miró con fastidio:
-No decides tú, lo decido yo. Si digo que la tomas, la tomas.
-De acuerdo cedió Alejandro con un leve asentimiento, aceptando por complacerla.
En cuestión de minutos, Martina regresó con la bebida y Luciana se aseguró de que Alejandro la bebiera entera.
-Ya estoy bien —dijo él, sintiendo la boca tan dulce que casi le daba náuseas-. Si tomo más, terminaré vomitando. Será mejor que salgamos y esperemos afuera. De lo contrario, si pasa algo con Pedro, podrían no
encontrarnos.
-Bueno… -Luciana se fijó en que él realmente no mostraba signos de mareo, y por fin se tranquilizó un poco.
De regreso al pasillo que daba al quirófano, constataron que la cirugía seguía en curso.
-Aún falta un rato–comentó Alejandro-. Hace poco que transfirieron la sangre.
-Lo sé… pero… -Luciana se mordió el labio con preocupación, los ojos algo enrojecidos. Desde anoche he tenido un mal presentimiento y, al final, jalgo pasó de verdad! ¿Creen que cometí un error?
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Capitulo 668
