Capítulo 668
-No pienses así la consoló Martina. Como dijo el señor Guzmán, ¿quién se detiene a pensar en equivocaciones cuando estás salvando a alguien? Pedro estará bien; cuenta con una hermana y un cuñado que lo quieren. Saldrá adelante..
-Ojalá tengas razón -susurró Luciana, intentando calmar su ansiedad.
Una hora después, las puertas del quirófano se abrieron de nuevo. Apareció la misma enfermera de antes.
-Doctora Herrera, señor Guzmán…
-¿Cómo está? -El corazón de Luciana latía con fuerza desbocada.
-Se logró reparar la arteria principal. Tranquila, el peligro pasó. La enfermera sonaba mucho más relajada esta vez—. Ya terminó la parte crítica de la operación. Están verificando todo para cerrar la cavidad abdominal.
-…-Luciana dejó escapar un suspiro enorme, como si por fin pudiera soltar el aire que llevaba contenido. Sintió que la tensión aflojaba de golpe.
-Gracias por salir a avisarnos -dijo con sinceridad.
-No hay de qué, es lo menos que puedo hacer por alguien del propio hospital. -En circunstancias normales, la enfermera no habría tenido que salir a informar en mitad de la cirugía, pero Luciana trabajaba allí y se le concedían esos detalles.
-Doctora Herrera, ¿más tranquila ahora? Regreso al quirófano.
-Espera, quería saber… ¿cómo va todo con Ricardo? -preguntó Luciana, sin poder contenerse.
-Todavía falta, ya sabes que él dependerá de recibir parte del hígado de Pedro. Pero por ahora está estable.
-Perfecto, gracias. Continúa con lo tuyo.
–A la orden.
La enfermera se marchó a toda prisa de nuevo hacia la sala de operaciones.
Pasó otra hora y, al fin, en la sala de Luciana terminaron la cirugía. El cirujano principal no pudo salir a dar explicaciones, pues estaba asignado simultáneamente a la operación de Ricardo, así que quien apareció para informar fue uno de sus residentes.
-Doctora Herrera, la cirugía de Pedro concluyó con éxito. Sin embargo, debido a la ruptura que sufrió en la arteria principal, debemos llevarlo a la UCI para un monitoreo especial de veinticuatro horas.
Dicho esto, la camilla ni siquiera salió al pasillo, sino que se trasladó directamente desde el quirófano hasta la Unidad de Cuidados Intensivos.
-Deberán hacer algunos trámites para el ingreso. Tranquila, aunque hubo un percance, lo controlamos rápido. Pedro se encuentra estable.
–Gracias… muchas gracias.
Sin perder tiempo, Luciana y los demás se encaminaron a la UCI. Tras completar el papeleo, solo pudieron ver a Pedro a través de la pared de vidrio. Gracias a la insistencia de Alejandro, el muchacho descansaba en una habitación esterilizada, sin permitir visitas. Luciana no puso reparo: era por el bien de su hen ano.
Pedro yacía en la cama con los ojos cerrados, su semblante lajado. Ella sintió que la angustia se aligeraba un poco más. Había vigilancia especializada las 24 horas y un equipo médico en alerta; no podia pedirse más.
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Capítulo 668
-¿Te sientes mejor? -preguntó Alejandro, apoyándole una mano en el hombro con suavidad-. Llevas toda la mañana pendiente de esto. Si Pedro ya está fuera de peligro, ¿por qué no descansas un poco?
-…Sf.
Luciana echó un vistazo a Martina-. Marti, ¿por qué no regresas a casa? Sé que han pasado muchas cosas en estos días, y agradezco el tiempo que me dedicaste hoy.
-De acuerdo, entonces me voy–asintió Martina sin rodeos; debía volver con sus padres.
-Espera un momento -intervino Alejandro-. Que Juan te lleve en auto.
Martina dudó un instante, mirando de reojo a Luciana, quien le dio una señal afirmativa con la cabeza.
-En ese caso, gracias, señor Guzmán.
-No tienes nada que agradecer -respondió Alejandro con cortesía. Para él, la amiga de Luciana era como su propia familia.
Después de que Martina se marchó, Luciana se detuvo, dubitativa, en mitad del pasillo. Empezó a caminar y de pronto se quedó inmóvil.
-Alejandro… me gustaría quedarme un poco más.
-¿Ah? -El parpadeó-. ¿Por qué?
Unos segundos bastaron para que lo entendiera.
-¿Estás esperando el resultado de la cirugía de Ricardo? ¿Quieres quedarte hasta que termine?
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Capítulo 669
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