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Capítulo 669
Capítulo 669
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-Si–admitió Luciana con la cabeza gacha.
Alejandro no pudo evitar sonreír con ternura. Conocía de sobra la faceta compasiva de Luciana, aunque ella se esforzara en parecer dura.
-De verdad no es necesario. Aquí hay médicos y enfermeras; no podrás hacer nada más que quedarte preocupada. Mejor descansa, ¿quieres? Hazme caso.
Luciana vaciló antes de hablar:
—¿Te quedarás tú en el hospital, cierto?
-Sí. -Alejandro asintió. Después de todo, Ricardo y Pedro habían ingresado al quirófano el mismo día; él tenía la agenda despejada para acompañarlos.
-Cierto, lo había olvidado… -murmuró Luciana. Mónica era también un motivo para que él permaneciera en el hospital, para comprobar el resultado de la operación de Ricardo.
Alejandro captó en su expresión que le daba demasiadas vueltas al asunto y frunció el ceño.
–En fin, me iré a casa. —- Luciana admitió estar agotada, sobre todo después de la noche de desvelo.
-Avisame si hay novedades sobre la operación, por favor.
-Te acompaño.
-No hace falta. —respondió Luciana, negando con la cabeza. Temía que se molestara, así que añadió-. Apenas acabas de donar sangre, no me gustaría que anduvieras corriendo de un lado a otro.
¿Se preocupaba por él? Para Alejandro, aquello no era motivo de alegría, al contrario, se tornó serio y frunció el entrecejo.
-Voy con el chofer. No voy a manejar. Pero necesito saber que llegaste bien para estar tranquilo. Si en verdad no quieres incomodarme, no me discutas.
-Está bien… -No encontró cómo rechazarlo otra vez.
Afuera, la nevada había disminuido. El hospital quedaba a cinco minutos en auto del apartamento de Luciana. Pero en ese trayecto tan corto, ella, recostada en el asiento, se quedó profundamente dormida.
Cuando llegaron, el conductor no se atrevió a decir nada y miró a Alejandro para recibir instrucciones.
-Shhh… -Alejandro se llevó el dedo a los labios, indicándole silencio.
El chofer entendió y salió del carro sin hacer ruido. Alejandro se volvió hacia Luciana. Le vio las ojeras y la palidez en su rostro y se enterneció. “Déjala dormir,” pensó para si y comenzó a revisar su tableta y su celular, atendiendo pendientes de trabajo.
Luciana no durmió mucho. Al cabo de media hora se despertó. Al abrir los ojos, vio que Alejandro estaba concentrado en algunos documentos.
-¿Te despertaste? El dejó lo que hacía al instante.
-Si…dijo ella, restregándose los ojos ¿Por qué no me lamaste? ¿Cuánto tiempo doni? ¿Te hice perder tiempo?
-Para nada. Alejandro miró su reloj. Apenas han pasado treinta minutos. ¿Te desperté yo?
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Capítulo 669
Luciana tomó su abrigo y se puso de pie-
.
Me voy a mi
-No, me dolía un poco el cuello de dormir así. departamento, así podré recostarme mejor. Adiós…
-¡Luciana! -Alejandro la tomó suavemente del brazo-. Espera. Hay algo que necesito decirte.
-¿Qué pasa?-preguntó ella, con la mirada aún adormilada-. Dime.
-Luciana… Alejandro vaciló un instante antes de hablar. Sé que tuve un pasado con Mónica, pero ahora… a quien quiero a mi lado es a ti.
Al terminar, soltó su mano con delicadeza.
-No hace falta que me rechaces de inmediato. Solo quería que supieras lo que siento.
Se inclino hacia la puerta para abrirla.
-Listo, eso era todo. —murmuró, dándole un cariñoso golpecito en la cabeza-. Anda, sube a descansar.
-Oh… -Luciana asintió con torpeza, como si aún no procesara lo que él acababa de decir.
No fue hasta que entró al edificio y subió al ascensor que por fin reaccionó. ¿Qué había querido decir con esas palabras? Le estaba dejando claro que no se daba por vencido con ella. ¿Acaso había malinterpretado su actitud de estos días?
Al llegar a su apartamento, se acostó, pero no logró conciliar el sueño. 3