Capítulo 679
Anteriormente había tenido mareos y sensación de que todo se movía a su alrededor. En cambio, esta vez fue como si simplemente hubiera quedado a oscuras, como si alguien apagara la luz de golpe.
Entonces recordó algo: no era tan inusual. En el día de la cirugía de Pedro, sucedió algo parecido. Ella despertó y creyó que la habitación estaba completamente oscura, incluso preguntó a Martina por qué no encendía la luz. Pero esa vez duró muy poco, y la ansiedad por la cirugía de su hermano le impidió darle mayor importancia. Lo atribuyó al cansancio de la noche anterior.
Tal vez se equivocó.
Esta vez, la oscuridad era más notoria. Luciana, con un nudo en la garganta, se recargó en el zapatero, obligándose
a mantener la calma.
Esperó alrededor de un minuto, tal vez un poco más, hasta que poco a poco empezó a percibir luces y siluetas.
Volvía a ver.
Lejos de alegrarla, esta recuperación momentánea la puso en alerta. No era normal.
Luciana sospechaba que Alejandro y la doctora Alondra le ocultaban algo, algo relacionado con el embarazo.
Apretó los labios, sopesando sus opciones, y decidió ir directo a la clínica ginecológica privada. Esa tarde la doctora Alondra atendía consultas, así que Luciana tomó un turno y esperó.
Cuando al fin llegó su turno, la doctora Alondra pareció sorprendida al verla:
-Señora Guzmán, hoy no es la fecha de su chequeo habitual. ¿Se siente mal?
—Sí… -Luciana no quiso rodeos-. He experimentado episodios de ceguera temporal.
-¿Ceguera? -repitió la doctora, atónita. Se quedó unos segundos en silencio.
–La primera ocurrió hace unos ocho días. Duró apenas unos segundos. La segunda sucedió hoy, y duró más de un minuto, aunque menos de dos. -Con cada palabra, el semblante de Alondra se tensaba más, y Luciana lo notó. Sintió un escalofrío que le recorrió la espalda, pero se obligo a mantenerse serena—. Doctora, ¿seguro que en mis chequeos anteriores todo estaba bien?
-Señora Guzmán… –La doctora Alondra vaciló unos segundos.
Para Luciana, esa breve pausa lo decía todo: el problema existía desde hacía tiempo.
-Doctora Alondra, ¿me ha estado ocultando algo? -inquirió con voz firme.
-Señora Guzmán… -La doctora dudó, recordando su acuerdo con Alejandro. Sin embargo, Luciana no sol médico, sino que ahora presentaba síntomas más serios. Ya no parecía posible mantenerlo en secreto-. Sepa que el objetivo de ocultarlo no fue nuestro, ni del señor Guzmán. Buscábamos proteger su salud y la del bebé.
-Lo comprendo asintió Luciana-. Pero también entenderá que, sea lo que sea, como madre gestante tengo derecho a saberlo. Y, en última instancia, me toca enfrentar lo que venga.
La doctora Alondra reflexionó un instante. Era preferible decirle la verdad antes de que su paciente imaginara escenarios peores y siguiera empeorando sin un plan. Abrió los archivos de pruebas anteriores y le mostró los resultados a Luciana, explicando todo con detalle.
Cuando terminó, Luciana se quedó cabizbaja. Permaneció así en silencio unos minutos, sin pronunciar palabra.
-¿Señora Guzmán? –Alondra la observó con preocupación-. ¿Se encuentra bien?
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Capitulo 679
-Estoy bien–contestó Luciana, haciendo un esfuerzo por sonreír. Gracias, doctora Alondra.
-Lo siento… por haberlo callado tanto tiempo–admitió la doctora. Luego, con un leve suspiro, añadió-: Ahora que lo sabe, la decisión final es de usted y el señor Guzmán Pueden continuar con el embarazo, con los riesgos que implica, o interrumpirlo. Sería mejor que lo piensen con calma.
Luciana no respondió de inmediato. Se limitó a preguntar:
-En caso de que decida continuar, ¿qué puede pasar?
Capítulo 680
