Capítulo 221
El rostro de Sergio también estaba pálido, casi trituraba sus muelas del juicio, ¡Me va a dar algo, esa Fernanda se atrevió a escoger modelos masculinos!
Andrés vio a Luisa sosteniendo una copa de vino en una mano, mientras con la otra acariciaba brevemente los pectorales de un modelo.
El sabor ácido del tequila con limón que acababa de beber, junto con el ardor del licor, parecía impregnarle la boca; incluso el aire se había tornato ácido.
Andrés no pudo soportarlo más y se levantó de repente, lo que hizo que Sergio se sobresaltara. -Andrés, ¿qué haces?
-La llevo a casa.
Sergio lo agarró del brazo. -No te alteres, ahora no te conviene aparecer. Si hay subordinados de Daniel en el bar, todo el esfuerzo que hiciste para romper con él habrá sido en vano.
Andrés, por supuesto, también lo sabía.
A lo lejos, Luisa reía feliz, rodeada por varios hombres que la complacían, mientras Fernanda animaba el ambiente a un lado.
Andrés frunció el ceño, y justo cuando estaba a punto de decir algo, Sergio de repente corrió hacia afuera, trayendo consigo una ráfaga de aire frío.
Andrés levantó la vista hacia donde Fernanda, ebria, se recostaba inconsciente en el pecho de un modelo, con una expresión embriagada.
Al ver a Sergio dirigirse hacia allí, Andrés, preocupado por ser descubierto, se movió a un lugar desde donde Luisa no pudiera verlo.
En ese momento, Fernanda reía apoyada en el pecho del apuesto modelo, pero de repente se tambaleó y cayó en unos brazos cálidos.
Antes de que Fernanda pudiera reaccionar, Sergio golpeó con fuerza al modelo que acababa de abrazarla, gritando: —¡Fuera!
El modelo, golpeado en el rostro, intentó responder con enojo, pero fue firmemente retenido por un colega. —¡No te precipites!
Ese puñetazo hizo que Fernanda se despejara a medias, y exclamó sorprendida, avanzando instintivamente para cuidar al modelo agredido. ¿Estás bien?
El rostro del modelo mostraba una expresión muy desagradable, mirando a Sergio con furia.
-Lo siento mucho, te compensaré con algo de dinero para medicamentos. Dijo Fernanda mientras bajaba la cabeza para buscar en su bolso; sacó unos billetes y los metió en el pecho del modelo. –Disculpa, solo tengo esto en efectivo. Luego te daré mil dólares de propina.
Capitulo 221
-¡Ven aquí!– Sergio, con el rostro serio, jaló a Fernanda hacia él. vergüenza?
¿No te parece suficiente
Luisa, que estaba desorientada, por la conmoción causada por Sergio, empezó a despertar un poco del alcohol, lo miró fijamente y preguntó: Sergio, ¿qué haces aquí?
-Vine a llevar a Fernanda a casa.- respondió Sergio a Luisa, y luego giró para tirar de
Fernanda. ¡Vienes a casa conmigo!
Luisa preguntó: -¿El también vino?
-No, vine solo.
Un destello de tristeza cruzó los ojos de Luisa.
Claro, ahora él tenía a una belleza acompañándolo, ¿cómo podría preocuparse por ella?
Luisa tomó la botella de alcohol y bebió otro par de tragos.
-¿Estás loco, Sergio? ¿No puedes hablar tranquilamente? ¿Por qué golpear a la gente? Fernanda estaba furiosa y hablaba con un tono muy exaltado.
Sergio se rio irónicamente. -¿Cómo quieres que hable tranquilamente? Ya estabas en brazos de otro. Fernanda, ¿así te enseñó tu madre?
-¿A ti qué te importa? ¿De verdad te crees mi hermano?– Fernanda forcejeaba, tratando de liberarse de la mano de Sergio.
Sergio la sujetaba firmemente, sin soltarla. —¡Vienes conmigo a casa!
Poco después, el gerente del bar se apresuró a llegar.
Originalmente, cuando el gerente escuchó que alguien estaba causando problemas y golpeando a personas, trajo a algunos matones para echar a los alborotadores, pero al ver que se trataba de miembros de la familia Vargas, inmediatamente adoptó una actitud respetuosa y complaciente. -Señor Sergio, ¿qué ha pasado?
Sergio, con un semblante sombrío y mirada feroz, torció los labios. -¿Ustedes también están ofreciendo servicios sexuales aquí?
El gerente, aterrorizado, perdió el color. -No, no, está usted equivocado. Esto es un bar respetable.
-¿Entonces cómo explicas a estos hombres?– Sergio señaló a los modelos masculinos.
El gerente, con el sudor frío en la frente, respondió con cautela: -Ellos están aquí para acompañar en la bebida. Es un servicio legítimo, no ofrecemos servicios sexuales.
Capitulo 222
Capítulo 222