Capítulo 247
Unos minutos después, Fernanda encontró una foto de Francisco y le pasó el celular a Luisa diciendo, Mira, este es Francisco, ¿qué te parece? ¿Guapo, verdad?
Luisa bajó las pestañas y miró la foto.
Parecía que estaba en una biblioteca.
El chico estaba sentado junto a la ventana, leyendo un libro, con estanterías llenas de libros detrás de él.
La luz anaranjada del sol iluminaba su cuerpo, delineando sus facciones profundas y tridimensionales, con una nariz bien formada y un rostro realmente atractivo.
Luisa observó la foto y se quedó un poco atónita; ese rostro le resultaba familiar.
Había algo inexplicablemente conocido en él.
Catalina también se acercó. -¿Cómo tienes esta foto? ¿No es esa la biblioteca de la Universidad de Derecho y Política de Puerto Bella? ¿Has estado allí?
Fernanda respondió, -No, la guardé del foro de la escuela vecina. Una chica la tomó y la subió al foro buscando a alguien.
-¿Qué tal, Luisita? ¿Te interesó después de ver la foto? Con ese rostro tan guapo debería ser una estrella, no un abogado. Ese rostro es, simplemente, perfecto.
Luisa sonrió, -Ya dije que ahora no estoy interesada en los hombres.
Justo cuando terminaba de hablar, una agradable voz masculina se hizo oír: -Eso es una lástima.
Luisa miró hacia la fuente de la voz, sorprendida.
Catalina y Fernanda también giraron para mirar.
-¡Dios mío! ¡Él está aquí!– exclamó Fernanda con los ojos muy abiertos.
Catalina sonrió cortésmente y saludó, -¡Qué coincidencia!
El hombre llevaba unas gafas de montura dorada y un traje gris oscuro impecable.
Al acercarse, el hombre sonrió levemente. -Tenía una reunión con un cliente por aquí y, al verlas, pensé en venir a saludar.
-¡Qué coincidencia! – Fernanda le hizo señas a Luisa con los ojos.
Luisa esbozó una sonrisa cortés y extendió su mano para saludar a Francisco,
Francisco y Luisa se estrecharon la mano. -Hola, Francisco.
-Hola, Luisa.
Capitulo 247
Catalina dijo sonriendo, Justo estaba pensando en presentarlos y tú llegaste.
Francisco sonrió levemente y preguntó, ¿Les molesta si me siento aquí?
Fernanda respondió, -Siéntete libre de sentarte
Fernanda se sentó en el medio, con Luisa y Catalina a cada lado.
Francisco se sentó junto a Luisa y les preguntó,¿De qué estaban hablando?
-De ti,– dijo Fernanda.
Catalina agregó, -Luisita está pensando en abrir un despacho de abogados, y pensé en presentarlos porque, si no me equivoco, llevas más de tres años ejerciendo, ¿no es así? ¿Te interesaría ser socio?
Al oír esto, Francisco miró a Luisa y, con una sonrisa en los ojos, dijo con voz suave, —¿Puedo unirme?
Luisa, al mirar su rostro, sintió que esa sensación de familiaridad se intensificaba cada vez más.
Capitulo 248