Capítulo 234
De regreso de Altoviento, ya era finales de enero
Cerca del Carnaval, el bufete había dado vacaciones.
El día que Luisa regresó de Altoviento, en el aeropuerto se contagió de gripe, enfermó gravemente y, después de recibir suero en el hospital, pasó todo el día en cama, con las tres comidas del día preparadas y traídas por la nifiera Mireya.
El día antes del Carnaval, Mireya, como siempre, llevó el almuerzo a la habitación de Luisa.
Luisa tosió unas veces, se limpió la nariz con un pañuelo de papel, -Mireya, mañana comienza el Carnaval, termina tus cosas hoy y vuelve a casa.
Mireya vaciló, -Pero Luisita, todavía estás enferma, ¿quién cuidará de ti si me voy?
-Es solo un pequeño resfriado, no es nada serio.
Mireya dijo, -¿Qué tal si te llevo a Casa González Estaré más tranquila sabiendo que tu familia está cuidándote.
Miguel había llamado hace unos días para preguntar cuándo tendría vacaciones.
El plan original de Luisa era volver a casa tan pronto como el bufete cerrara por vacaciones, pero la gripe fue severa, y como había un niño en casa y Miguel recién había sido dado de alta del hospital, Luisa temía contagiarlos y decidió no volver todavía.
Luisa dijo, -No volveré por ahora, esperaré a estar mejor.
Mireya estaba preocupada por ella, -¿Entonces mañana te quedarás aquí sola? ¿Por qué no vienes a casa conmigo?
Luisa sacudió la cabeza, -Mireya, olvidaste que en casa también está Natalia, que está anciana y débil. ¿Qué pasa si la contagio?
Al oír eso, Mireya se dio cuenta de que en casa había una anciana enfermiza, y si se contagiaba de gripe podría ser fatal. Se rascó la cabeza, -Entonces…
-No te preocupes, puedo cuidarme sola.
-Está bien.
Después de la comida, Mireya hizo una limpieza a fondo, dejando todas las habitaciones y la sala impecables, y luego fue al supermercado a comprar algunos alimentos.
Después de hacer todo esto, Mireya abrió la puerta del cuarto de Luisa, -Luisita, conpié la comida, hay frutas en el refrigerador, y en la mesa de la sala están tus bocadillos importados favoritos.
Capitulo 234
Luisa estaba acostada en la cama, solo su cabeza asomaba de entre las cobijas, Mmm, gracias por todo, Mireya.
-Entonces me voy, cualquier cosa llámame.
-Está bien, feliz Carnaval, Mireya.
-Feliz Carnaval.
Mireya salió del complejo residencial, pero aún estaba preocupada por Luisa.
Sacó su celular y llamó a Andrés.
-Presidente Andrés, Luisita está enferma. Ha estado acostada en casa dos días desde que
volvió del hospital y todavía no mejora. Me pidió que me fuera a casa por las fiestas, pero me preocupa dejarla sola allí.
Andrés se preocupó de inmediato, -¿Qué tipo de enfermedad tiene?
Mireya respondió, -Parece que se contagió de gripe en el aeropuerto cuando volvía de un viaje de trabajo. Se enfermó tan pronto como llegó a casa.
-Entendido.
Después de colgar, Andrés llamó inmediatamente a Juan para informarle sobre la enfermedad de Luisa y le pidió que enviara a Catalina para ver cómo estaba.
Al enterarse de que Luisa estaba enferma, Catalina llamó de inmediato.
-Luisita, ¿cómo es que no me dijiste que estabas enferma? ¿Estás sola en casa ahora?
Luisa, acurrucada en las cobijas, contestó con voz ronca por el resfriado, -Mmm, es solo un resfriado, ya casi estoy mejor.
-Voy a pasar a verte, ¿te parece bien?
-No hace falta, Catalina. Fui al hospital hace un par de días y me pusieron suero. El médico me recetó medicamentos. He estado tomando la medicación desde hace dos días y ya casi estoy mejor. Acabo de tomar la medicina y voy a dormir un poco. Cuando despierte, probablemente ya estaré recuperada.
–
-Escucho tu voz tan ronca, no parece que estés a punto de recuperarte, dijo Catalina con preocupación. -En un rato llevaré al médico de la familia para que te revise de nuevo.
Luisa insistió, -Realmente no es necesario.
Luisita, no seas tan formal conmigo.
Una hora después, Catalina tocó el timbre de la casa de Luisa.
Capitulo 234
Poco después, se escucharon pasos muy suaves desde dentro.
Luisa, con pasos débiles y vacilantes, abrió la puerta.
Catalina, al ver la pálida y enferma cara detrás de la puerta, exclamó conmocionada, -Luisita, ¿ cómo terminaste así?
Luisa respondió débilmente, -No es nada serio.
Catalina rápidamente la sostuvo, -Te traje al médico de la familia, dejemos que el doctor te examine de nuevo.
-Mmm.
Capitulo 235
Capítulo 235