Capitulo 531
Capítulo 531
Anais se sentaba confundida, abrazando sus rodillas mientras observaba el gran espacio a su alrededor. Dentro de la vila, Efraín se agachaba lentamente para recoger los fragmentos de un flores roto. Sin embargo, estaba tan destrozado que algunos pedazos eran solo polvo, imposibles de recoger. Esa imagen le recordaba su relación, una que podria desmoronarse irreparablemente si alguna vez la verdad saliera a la luz.
Cuando Lucas entró, lo encontró recogiendo los pedazos del suelo. Sorprendido, se apresuró a acercarse.
-Presidente, déjeme ayudarlo.
Lucas se agachó para recoger los fragmentos junto a él, pero al levantar la vista, notó la sangre en la frente de Efrain.
-¿Está herido?
Efraín negó con la cabeza; no sentía dolor alguno, solo una sensación de vacío en su pecho, como si un agujero permitiera que el viento frío se colara dentro. Lucas buscó un botiquín, pero recordó que lo había llevado consigo hace unos días.
-Voy a llamar al médico para que lo revise.
Con fragmentos en su mano, Efraín sonríó de repente.
-¿Dime, en qué he perdido yo?
Comparado con ese monstruo que no se atrevía a salir a la luz, ¿en qué había perdido? Antes, perder era su destino, pero ahora, ¿en qué había fallado? No podía comprenderlo.
Lucas vio la sangre que salía de la palma de Efraín y habló con urgencia.
-Presidente, su salud ya es delicada, debe cuidarse.
Efraín bajó la mirada y dejó caer los fragmentos de su mano. Observó los pétalos casi marchitos, y en sus ojos apareció una sombra de pesar. Los pétalos habían sido un regalo de ella, ahora destruídos por sus propias manos.
En su mundo, aparte de ese hombre del pasado, nadie más importaba. O tal vez, un momento ella quería algo, al siguiente le daba igual. Parecía que podía irse cuando quisiera, sin razón alguna para quedarse.
El rostro de Efraín palideció, y comenzó a toser. Lucas lo ayudó a levantarse.
-Presidente, debería descansar. Yo me encargo de limpiar.
Efraín rechazó su ayuda y fue a buscar medicamentos. Aunque parecía normal, había un brillo de locura en sus ojos. A pesar de ser una persona muy tranquila, sentía como sí una bestia dentro de él estuviera despertando.
Lucas encontró el frasco de pastillas en la mesita de noche y se lo ofreció. Efraín, con las venas marcadas en el dorso de la mano, sacó algunas pastillas y se las tragó.
Se dejó caer en la cama, mirando fijamente el techo, y susurró:
-Quiero que desaparezca, que se vaya para siempre.
-Presidente…
Efraín cerró los ojos, apretando los labios con cansancio.
-¿Ya encontraron su dirección?
-Sí, ya la encontramos.
-Bien.
No dijo nada más. Lucas no sabía si se había dormido, y tampoco se atrevió a preguntar, así que rápidamente limpió los fragmentos del suelo y barrió los pétalos marchitos en el basurero. Aquellas flores que habían sido tan hermosas ahora estaban en un estado lamentable. Al salir de la habitación, cerró la puerta con suavidad.
Anaís permaneció afuera hasta el amanecer, decidida a esperar el carro de Efraín. Pensaba que cuando pasara por la puerta, esta se abriría y podría salir también. Pero llegó el mediodía y el carro de Efraín no apareció, como si él hubiera anticipado sus intenciones.
Con el estómago vacío y un dolor que le nublaba la vista, Anaís se obligó a regresar a la puerta principal de la casa. La
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Capitulo 531
puerta del vestíbulo estaba abierta, como si supieran que regresaría,
Apoyándose en el umbral, miró hacia el centro de la sala y vio a Efraín. Vestía un traje oscuro y, con una mano apoyada en la mejilla, leía el periódico con aparente calma, sin el aire distante que solía tener.
Anais apretó los labios, cambió sus zapatos por unos limpios y se dirigió a la cocina. Antes de que Efraín regresara, sabía que había comida en el refrigerador, pero ahora estaba vacío.
Dio vueltas por la cocina, impecable pero sin nada que comer. El hambre le hacía sentir un arnargo vacío en el estómago. Al salir notó la mesa frente a Efraín, llena de alimentos.
Aunque no dijo nada, Anaís sintió que él controlaba cada uno de sus movimientos y emociones. Efraín era un tipo aterrador.
Capitulo 532
