Capitulo 504
Capítulo 564
Anaís evitó mirarlo directamente, observando el suelo con insistencia.
-Voy a llamar a Lucas para que te cuide, ¿de acuerdo?
-Ve a dormir, no te preocupes por mi.
Efraín le dijo que no se preocupara mientras la apartaba con suavidad, dirigiéndose al armario para buscar algo de rope. Sin embargo, se detuvo un momento y abrió un compartimento al fondo, sacando una bata al azar.
Anais no estaba segura si lo había imaginado, pero al abrirse ligeramente la puerta del armario, le pareció ver una prenda muy familiar. Recordó que Roberto había mencionado que en la foto de graduación de hace años, ella era la única sin uniforme porque alguien se lo había robado.
¿Podría ser que la prenda en el armario de Efraín era su antiguo uniforme escolar? La idea parecía ridícula, y Anais la desecho rápidamente. Efrain robando su uniforme… tal cosa no tendría sentido ní en un millón de años.
Cuando vio que Efraín se dirigía al baño, lo detuvo de inmediato.
-¿No te dijo el doctor que evitaras el agua por un mes?
Con la mano ya en la puerta del baño, Efraín pareció no escucharla. Anaís sintió una repentina oleada de frustración y lo siguió, entrando precipitadamente al baño.
-Efrain, ¿qué te pasa? ¿Cómo es posible que ignores lo que dice el doctor?
Anaís cerró la puerta del baño con demasiada fuerza, escuchando un “plop” al caer el picaporte al suelo. El baño, aunque espacioso, no era tan grande como su dormitorio. Miró el picaporte caído con cierta vergüenza, se agachó para recogerlo y trato de abrir la puerta, pero estaba atascada. La fuerza excesiva había dañado la cerradura.
Levantó la mirada hacia Efraín, quien estaba frente al espejo, observando el picaporte en su mano. Parecía querer decir algo, pero permaneció en silencio.
Anaís dejó rápidamente la evidencia en el lavabo, intentando defenderse.
-No es mi culpa, ¿cómo es
a
puerta del baño es tan frágil? Apenas usé fuerza.
Cuanto más hablaba, más insegura se sentía, y finalmente preguntó en voz baja:
-¿Trajiste tu celular?
El dormitorio principal estaba tan bien insonorizado que era imposible que Lucas escuchara desde allí, así que la única solución era llamarlo por teléfono.
Efraín, aplicando pasta de dientes en su cepillo, respondió con calma:
-No.
Anaís comenzó a alterarse.
-¿Cómo es posible que entres al baño sin
tu celular?
Efraín, sosteniendo el cepillo de dientes, soltó una risita al escucharla. Anaís finalmente se dio cuenta de que era ella la responsable de que ambos estuvieran atrapados.
-Eres buena para evadir la responsabilidad, serías mejor jefa que yo.
Era la primera vez en mucho tiempo que ambos se sentían tan relajados. Anaís se quedó en silencio, apoyándose en la puerta del baño, tratando de calmar su vergüenza.
Efraín continuo cepillándose los dientes en silencio. A través del espejo, se veía el rubor en el rostro de Anaís, aún avergonzada. Su expresión vivaz le recordaba tiempos pasados. Si pudiera retenerla a su lado un poco más, no le importaría la opacidad de la situación, siempre y cuando fuera suya.
Bajo la mirada, dejó el cepillo y se lavó el rostro, calmando sus pensamientos.
Anaís escuchaba el sonido del agua y veía las vendas en su espalda, así que le recordó:
-No mojes la espalda.
-Está bien.
ay
21:55
Capítulo 564
Sin más opciones, se dirigió a la ventana, trató de abrirla y miró al patio. Pero ya era tarde, y los empleados estatvan dormidos. No había nadie a la vista.
Asomó medio cuerpo por la ventana y, justo cuando iba a gritar, sintió que alguien la abrazaba por la cintura.
Se asustó y comenzó a forcejear, pero escucho la voz de Efrain.
-Cuidado.
Con una mano en el borde de la ventana, Anais se quedó sin palabras por un momesto. Finalmente, decidió ignorar la cercanía física y gritó al amplio patio:
-¡Martinez! ¡Lucas!
Si pudiera retroceder en el tiempo, definitivamente no habría cerrado la puerta tan fuerte.
Lucas, que estaba en la sala bebiendo agua, escuchó la voz proveniente de afuera. Estaba a punto de responder cuando oyo:
-¡Lucas, el presidente y yo estamos encerrados en el bañol ¿Me escuchaste?
Ante esto, decidió ignorar lo que había oído.