Capitulo 425
Tila setandis la mano y mirandain directamente, se present
Lestito le decaivis et apretón de manos
Imanta ase breve contacto, sue miradas se cruzaron No hacia falta de 1920s que respectaba a conquistar a Paulina, cada quien iha a jugerous cartas
Al soltar la mano. Tito volvió su atención hacia Paulina
te incomodo que viniera?-preguntó, observándola con serieded
15 vardad pra que si, pero ella prefirió suavizar sus palabras.
Un poco–admitió, bajando la mirada.
Perdon, la neta sabía que probablemente te incomodaría, pero igual quise venir–Tito se encogió de hombros, haciendo referencia a la llamada telefónica en la que ella lo nabia rechazado sin rodeos- Pensé que si lo intentaba, podría cambiar tu opinión, ahora ya lo intente y ya sé tu respuesta. Tranquila, la próxima vez tendré más cuidado con los límites.
Eso quería decir que seguiría intentándolo?
Pero antes de que Paulina pudiera responder, Tito se giró hacia Jaime.
-Mejor dejamos la visita a La Conquista Comercial para otro día. Hoy no quiero incomodar más, ya los dejo en paz.
A Jaime, Tito le parecía un buen tipo. Si Paulina, después de su divorcio, decidía darle una nueva oportunidad al amor, Tito sería una opción nada despreciable. Pero como Paulina no daba señales de querer empezar algo nuevo, Jaime prefería no meterse demasiado.
-Sr. Tito, cuando guste puede venir a conocer La Conquista Comercial -le dijo Jaime, con cortesía Siempre será bienvenido.
Tito asintió Justo antes de irse, miró una vez más a Paulina. Por un momento pareció que iba a preguntar algo, pero al final solo dijo:
-Nos vemos la próxima,
Que te vaya bien -dijo Paulina, con voz tranquila.
Tito salió de la oficina,
Teófilo, mientras tanto, se había hecho la idea de que Paulina y Tito ya eran pareja.
Pero ese encuentro le dejó claro que era Tito el que estaba detrás de Paulina, y que ella lo había rechazado sin rodeos.
Ese simple descubrimiento le levantó el ánimo.
Capitulo 425
No pasó mucho antes de que la noticia corriera por toda la empresa: un tipo guapísimo había llegado buscando a Paulina. Pronto, en La Conquista Comercial, todos comentaban el asunto.
-¿El galán ese será el esposo de la señorita Paulina?
En ese momento, Teófilo estaba sentado frente a su computadora. Al escuchar el comentario, su mano quedó suspendida sobre el mouse, casi como si hubiera escuchado mal.
Antes de que pudiera decir algo, otro compañero se adelantó:
-Berta la chica de recepción- también pensó eso al principio, pero por lo que platicaron, parece que el tipo solo la anda pretendiendo. No es su esposo.
-¡No manches! ¿Un chavo guapo viene a ligársela hasta la oficina? ¿Creen que el esposo de la señorita Paulina ya se enteró? Si-
Teófilo no aguantó más y cortó el chisme:
-A ver, ¿cómo que Paulina… ya está casada?
-¡Claro! -intervino Julia-. ¿No sabías?
-No tenía idea -confesó Teófilo, sorprendido.
Al principio, él había supuesto que Paulina y Jaime eran pareja, pero después de un tiempo en la empresa notó que no cuadraba: aunque parecían muy unidos, nunca salían juntos ni mostraban gestos de pareja. La relación era cercana, sí, pero sin esa química romántica.
Ese detalle lo llevó a preguntarle directamente a Paulina.
Ella misma le confirmó que no eran novios.
Julia se encogió de hombros.
-Bueno, entraste este año, ¿no? Los que llevan más tiempo aquí ya sabían, pero desde que llegaste casi no hemos platicado de la vida personal de la señorita Paulina. Supongo que por eso no te habías enterado.
Teófilo guardó silencio,
La noticia de que Paulina estaba casada simplemente no cabía en su cabeza.
Tras una pausa, preguntó con voz baja:
-¿Y su esposo… cómo es? ¿Alguno lo ha visto? ¿Se llevan bien?
Violeta, que también escuchaba la conversación, intervino:
-Solo lo hemos visto en una videollamada, y ni siquiera la cara completa, apenas una parte del brazo. No tenemos idea de quién es. Sobre si se llevan bien… pues tampoco sabemos. Fijate que, desde que la señorita Paulina trabaja aquí, jamás lo hemos visto en persona. Solo aquella vez, en una videollamada el año pasado, apareció de casualidad. Y ella nunca habla de él…
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Capítulo 425
Las palabras de Violeta quedaron flotando en el aire, mientras todos se preguntaban lo mismo: ¿qué historia escondía Paulina detrás de esa sonrisa reservada?