Capítulo 438
El tratamiento para Yolanda Romo no podía salir tan rápido.
Al día siguiente, Paulina Romo fue al hospital temprano y luego volvió a la oficina como cualquier otro día.
El señor Ordoñez había viajado desde otra ciudad solo para reunirse con ella y Jaime Burgos para tratar algunos asuntos.
A la hora de la comida, Paulina y Jaime invitaron ȧl señor Ordoñez a almorzar fuera.
En realidad, ya tenían casi cerrado el acuerdo, así que, mientras iban en el carro, Jaime le preguntó cuándo pensaba regresar.
El señor Ordoñez sonrió y dijo:
-Esta vez me voy a quedar un par de días más, porque mañana tengo otra reunión de negocios.
-¿Ah sí? ¿Y de qué se trata? -Jaime preguntó, mostrando curiosidad.
-Es con Red Nova -respondió el señor Ordoñez, relajado.
Al escuchar esto, tanto Paulina como Jaime perdieron parte de la sonrisa.
El señor Ordoñez no se percató del cambio en sus expresiones.
Tampoco tenía idea de la rivalidad entre La Conquista Comercial y Red Nova.
-Resulta que Red Nova logró un avance importante en su tecnología hace unos días -continuó-. Me enteré de que ahora todo el sector piensa que tienen un futuro impresionante. Ayer, el señor Pedro de Red Nova me llamó para proponerme una colaboración. Me pareció interesante, así que acepté.
Paulina y Jaime habían estado tan ocupados últimamente que ni tiempo habían tenido de
enterarse de esas noticias.
Escuchar eso de pronto les cayó como balde de agua fría.
Jaime miró a Paulina antes de responder:
-Vaya… así que es eso…
Siguieron platicando un rato hasta que llegaron a su destino,
Después de comer, cuando estaban a punto de salir del restaurante, se encontraron en la entrada del elevador con Mercedez Lobos y su grupo.
-Señor Pedro.
Al ver a Mercedez y Pedro Lobos, el señor Ordoñez se acercó para saludarlos con entusiasmo.
Mercedez y Pedro tampoco esperaban encontrarse ahí con el señor Ordoñez, Paulina y Jaime.
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Capitulo 438
-Ah, era usted, señor Ordoñez -dijo Pedro, sonriendo junto a Mercedez.
Después del saludo de rigor, el señor Ordoñez miró a Paulina y Jaime:
-Señor Pedro, ellos son…
Jaime respondió tranquilo:
-No es necesario que nos presente, ya nos conocemos.
El señor Ordoñez se rio:
-Cierto, la vez pasada también coincidimos. Qué cabeza la mía.
El señor Ordoñez no pudo evitar comentar:
-La verdad, tanto el señor Pedro como la señorita Mercedez han llevado sus empresas por muy buen camino. Da gusto verlos crecer así.
Al escuchar el cumplido, Mercedez y Pedro solo sonrieron.
Desde que el departamento técnico de Red Nova superó ese obstáculo, la noticia se esparció rápido y la competitividad de sus carros autónomos subió como espuma.
Ahora todo el sector apostaba que, si seguían así, Red Nova valdría por lo menos mil millones en el futuro, tal vez hasta más.
Pedro, gracias al apoyo de Armando Frias, había logrado que su empresa, que apenas sobrevivía, diera un salto enorme y también consiguiera avances importantes. El panorama para ellos lucía espectacular.
La noticia repentina sobre Red Nova alegró tanto a la familia Lobos como a los Saavedra.
Por eso todos andaban de tan buen humor.
Alicia Saavedra, pensando que Mercedez pronto sería la jefa de una compañía valorada en miles de millones, estaba tan feliz que no pudo evitar mirar a Paulina con aire de triunfo.
Después de todo, todo eso se lo debían a Armando.
Y Armando, sin duda, ya lo tenía planeado mucho antes de dejarle la empresa a su hermana.
De hecho, cuando se supo que Red Nova había dado ese salto, Armando ni se sorprendió.
Con Red Nova y Tecnología Lobos recibiendo tan buenas noticias, y con Armando y Paulina a punto de divorciarse, parecía que la familia Lobos se había quedado con toda la buena suerte.
Paulina y Jaime solo escuchaban desde un lado, sin meter ni una palabra.
Mercedez ni siquiera cruzó la mirada con Paulina.
Cuando bajaron, cada quien tomó su camino.
Ya en el carro, Jaime se puso a investigar en internet y finalmente entendió por qué la familia Lobos y los Saavedra andaban tan eufóricos.
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-Armando sí que es…
Demasiado generoso.
Se detuvo ahí, pensando en los sentimientos de Paulina, y no terminó la frase.
Pero por dentro estaba que no lo podía creer.
De regreso en la oficina, estaban organizando la siguiente reunión cuando de pronto les avisaron que Red Nova ya había pagado el último monto pendiente de la indemnización, más de cien millones de pesos.
Jaime se detuvo un segundo:
-¿Tan rápido consiguieron el dinero?
Paulina asintió:
-Eso parece.
Los dos se sumieron en un silencio pesado.
Después de un rato, siguieron con el trabajo.
Por la tarde, justo después de salir de la reunión, Paulina recibió una llamada de Gema Correa:
[Pauli, ¿ya te enteraste de lo de Red Nova?]
-Sí, ya escuché.
[Esa tipa, qué suerte tiene. Si de verdad los carros autónomos de Red Nova son tan competitivos, entonces…]
Paulina apretó el mouse con fuerza. Antes de que pudiera contestar, Gema siguió:
[Y además, parece que la empresa de tu papá ahora también va viento en popa. Dicen que el proyecto de construcción de tránsito inteligente del gobierno lo pueden ganar ellos. Si eso pasa, Tecnología Lobos va a tener peso de verdad en Fuente de la Felicidad.]
O sea, Armando solo, con su propio esfuerzo, había logrado que Mercedez y la familia Lobos se afianzaran en Fuente de la Felicidad.
Ver cómo la familia Lobos iba cada vez mejor, a Gema le hervía la sangre:
[¿Por qué? ¿Por qué esos desgraciados pueden salir ganando cada vez más?]
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