Capítulo 767
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Suoz sonaba tranquila; no era fácil discernir si estaba realmente interesada o si escondía alguna otra intención. Luciana no supo que pensar, pero respondió con un simple
-Si…-sin querer entrar en más detalles.
–Vaya–comentó Mónica, con la vista fija en su abdomen. Debe ser maravilloso. Alex seguramente adora a ese
bebé.
Luciana frunció levemente el ceño. Recordó de pronto que quizá Mónica ignoraba todo lo que había ocurrido con el embarazo o tal vez creyera otra historia. De cualquier modo, no le interesaba aclararle nada. Al fin y al cabo, el bebé sí era de Alejandro.
-Así es asintió ella, sin ganas de profundizar.
-Me lo imaginaba… -murmuró Mónica, esbozando una sonrisa apagada. Aunque por dentro, se le encendía una ira recubierta de malicia. En apenas un año, su vida se había arruinado por completo mientras que Luciana parecía disfrutar del mejor destino. 2
“¿Por qué tengo que quedarme de brazos cruzados mientras ella lo consigue todo?“, pensó Mónica, sintiendo una punzada de resentimiento. Entonces se le ocurrió algo y, tomando aire, añadió con fingida ligereza:
-¿Sabías que, en algún momento, yo estuve a punto de convertirme en mamá también?
—¿Qué? —Luciana la miró, perpleja.
-¿Te sorprende o no me entendiste? -insistió Mónica, entornando los ojos con una sonrisita irónica-. Sí, yo estuve embarazada. Si no hubiera sido por cierto incidente, ahora mi vientre estaría tan grande como el tuyo. O tal vez más… 2
La mente de Luciana se quedó en blanco, como si un zumbido le impidiera pensar. Se sentía tan aturdida que solo atinó a murmurar:
-Tú… ¿quieres decir que…?
Mónica se inclinó levemente hacia ella, complacida al ver su confusión.
-Exacto. Yo también estuve esperando un bebé -respondió con una frialdad calculada—. Mira tu cara; ¿por qué tanto asombro? ¿Acaso Alex nunca te lo mencionó?
-¿Mencionarme qué? -alcanzó a preguntar Luciana, sintiendo que la cabeza le daba vueltas.
—Ah, vaya… —Mónica aplaudió suavemente—. Entonces es cierto que no te dijo nada. Tiene sentido: ya están casados y seguramente no quería que te obsesionases con el tema. Pero bueno, yo sí te lo contaré:
-Alejandro y yo tuvimos un hijo en camino. Sin embargo, perdí ese bebé la primera vez que me secuestraron.
La expresión de Luciana se congeló. Sintió un escalofrío estremecedor que le recorrió la espalda. 1
¿Qué…?
-¿Por qué me miras así? —rio Mónica, un sonido casi seco. ¿Te preguntas si estoy inventando otro truco? ¿ Mintiendo para
arruinar tu matrimonio? Pues no es tan descabellado que dudes de mí. Pero si no me crees, pregúntaselo directamente a Alejandro. O a Miguel, él también lo sabe. 5
Luciana apretó los puños, un gesto que Mónica notó enseguida. ¿Sería verdad? Ella misma parecía convencida de
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que sí lo era. Luciana cerró los ojos con fuerza: “Entonces. Mónica y Alejandro… ¿un hijo…?”
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ya te cayó el veinte? dijo Mónica con una mueca de placer, confirmando que su estrategia estaba funcionando ¿Ahora entiendes por qué él no puede soltarme así como así? Fui su amiga de la infancia, su primer amor, ¡y además tuvimos un bebé! ¡Aunque lo hayas “ganado” a él, eso no cambia nada! *
* Capitulo 768
