Después de regresar a Puerto Bella, Don Manuel fue apresurado al hospital a ver a su hijo y esa nisma noche invitó a su casa a dos líderes del Departamento de Seguridad Pública y al oficial principal encargado de investigar el caso de envenenamiento de Víctor.
En la sala de recepción de la casa de los Martínez
Al ver a Don Manuel, los tres hombres lo saludaron al mismo tiempo, con respeto: -Don Manuel.
Aunque Don Manuel ostentaba un alto cargo y gran poder, nunca adoptaba una actitud arrogante. Saludó con la cabeza e hizo un gesto con la mano para indicarles que se sentaran. Siéntense.
El lugar era bastante espacioso; en el centro había una mesa rectangular de madera con tazas de café sobre ella.
Don Manuel se sentó en el centro, de cara a los tres.
Andrés obediente se sentó a la derecha de Don Manuel.
Pero los tres no se sentaron de inmediato, sino que se voltearon hacia Andrés para saludarlo: -señor Andrés.
Después de que Andrés les devolviera el saludo con cortesía, los tres se sentaron frente a Don Manuel. Uno a uno, se presentaron brevemente y luego comenzaron a informar de forma detallada sobre el estado actual del caso.
Tan pronto como regresó a Puerto Bella, Don Manuel se había informado sobre la apremiante situación del caso de Víctor.
La policía ya había reunido algunas pistas.
El oficial principal se llamaba Emilio, un agente de mediana edad de unos cuarenta años.
Con rostro serio, Emilio dijo: -Según la señora Patricia, la principal sospechosa era Valentina. Supimos por la señora Patricia que, cuando Valentina aún era la hija adoptiva de la familia Martínez, solía prepararle sopa al señor Víctor ciertos días. El señor Víct enía la costumbre de tomar una taza de café negro cada mañana, así que enfocamos nuestra investigación en estos dos aspectos principales y, efectivamente, encontramos algunas pistas.
Emilio entregó dos informes detallados a Don Manuel.
Estos son los resultados de los análisis del vaso de café que el señor Víctor usaba habitualmente al igual que el de la olla donde se preparaba la sopa.
Don Manuel se quedó pensativo mientras tomaba los informes y comenzaba a revisarlos.
Preocupado de que Don Manuel no comprendiera algunos términos técnicos, Emilio le explicó
con palabras sencillas: En la olla de barro se detectó el mismo tipo de veneno que afectó al señor Víctor. Podemos confirmar de manera preliminar que la sopa que él solía tomar fue envenenada.
El material del olla de barro era especial. Al cocinar la sopa a altas temperaturas, el veneno se impregnaba en su totalidad en el interior del recipiente. Incluso después de lavarlo, aún quedaban algunos residuos del tóxico. Sin embargo, el café negro que el señor Víctor tomaba cada mañana era frío, y el vaso de vidrio no favorecía la absorción del veneno. Una vez limpio, prácticamente no quedaba rastro algunos del tóxico, por eso los datos del análisis del vaso de
café fueron normales.
-Además, según lo que nos dijo el personal domestico, el café de cada mañana del señor Víctor era preparado personalmente por Valentina.
Cuanto más escuchaba Don Manuel, más se perplejo estaba. -¿Qué dice Valentina?
Emilio respondió: -La sospechosa actualmente se encontraba cumpliendo condena en prisión. Ya la interrogamos, pero ha permanecido en completo silencio. No ha dicho nada al
respecto.
Después de eso, Emilio añadió: -Según la señora Patricia, el detenido Daniel podría estar directamente relacionado con este caso de envenenamiento. También lo interrogamos, però tampoco dijo una sola palabra del asunto.
-¿Ya revisaron las grabaciones de vigilancia en la casa?– preguntó con insistencia Don
Manuel.
-Ya las revisamos. No encontramos nada ànormal. En los videos de la cocina sólo se podía ver a Valentina preparando la sopa, pero ella siempre tenía la espalda hacia la cámara, así que no se podía ver si le añadió algo a la sopa. En la zona de la cafetera no se detectó nada inusual. Si Valentina realmente envenenó el café, lo más probable es que lo hubiera hecho después de prepararlo, cuando lo llevó a una zona sin cobertura de las cámaras.
-Además…- Emilio vaciló por unos minutos antes de mirar a Don Manuel.
Don Manuel alzó ligeramente los párpados y le dirigió una mirada. -¿Hablen qué pasa?
Con cierta duda, Emilio respondió: -Le preguntamos a la señora Patricia sobre el posible motivo que tendrían Daniel y Valentina para cometer el asesinato. La señora Patricia nos dijo que debíamos preguntarle a usted, Don Manuel. Dijo que no le correspo
La mirada de Don Manuel se tornó sombría.
a ella revelarlo.
Tras unos segundos de silencio, Don Manuel comenzó a hablar pausado y relató a grandes rasgos los hechos entre Víctor y Daniel, centrándose en lo esencial.
Los agentes de policía estaban acostumbrados a escuchar noticias de escándalos dentro de familias poderosas.
Pero al escuchar a Don Manuel narrar personalmente lo sucedido en su propia familia, no
Capitulo 357
pudieron evitar sentirse ligeramente sorprendido
Aunque sólo fue un instante. De inmediato recupe escuchar con atención y, de vez en cuando, tomab