Capítulo 182
Pero ya le había entregado el teléfono a Antonio. A su lado, Marta también estiraba el cuello con curiosidad.
En poco tiempo, el rostro de Antonio se fue ensombreciendo y los ojos de Marta mostraban cada vez más asombro.
-Claudia… -Marta miró a su hija en la cama, tartamudeando-. Esto… tú y María, ustedes…
que terminara, Antonio se volvió gritando: —¡Claudia! ¡Explícame qué pasó anoche
Antes de
exactamente!
-Yo… anoche, yo… —Claudia, con cara compungida, apenas podía articular palabra.
Antonio, furioso, se acercó a grandes pasos a la cama y le puso el teléfono frente a los ojos: -i Mira lo que hiciste! ¡Tú pusiste la droga y nos mentiste a todos!
-¡No es cierto! -gritó Claudia llorando-. ¡No les mentí! ¡Nunca dije que fue ella… fuiste tú quien lo pensó, no es mi culpa!
Luego me miró, descargando su ira en mí: -¡María! ¡Ya recibí mi castigo, ¿por qué vienes a humillarme más?! ¿Quieres empujarme a la muerte?
Fruncí el ceño y respondí con inocencia y calma: -Antonio me obligó. Si no me explicaba, iba a llamar a la policía… además, él mismo me pidió que viniera a disculparme.
-¡Claudia, no cambies de tema! ¡Explícame por qué hiciste esto! ¿Sabes que es ilegal?
Antonio ahora sí se centraba en lo importante, sin dejar que Claudia desviara la atención.
Evidentemente, siendo inteligente, se dio cuenta de que podría usar esto contra él. Al perder el control de la situación frente a mí, perdió los estribos con su hermana.
Viendo a su hija llorar desconsoladamente, Marta tiró del brazo de Antonio: -Baja la voz, estás asustando a todos. ¿Cómo puedes gritar así a tu hermana en este estado?
-Mamá… Antonio ya no reconoce a su familia por una mujer… ¡buaa! -protegida por su madre, Claudia lloró con más amargura.
Pero Antonio no se compadeció.
Continuó con severidad y en voz alta: -¡Mamá, esto es ilegal! ¿No entiendes que si María denuncia, Claudia irá a la cárcel? ¡Nosotros podemos protegerla, pero la ley no!
Marta: ¡Pero Claudia es la víctima!
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Antonio: ¡Son dos cosas distintas! ¡Quien abusó de ella irá a prisión, pero ella también
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Capítulo 182
envenenar a otros!
Pensé que al menos Antonio mantenía la cordura.
Marta protestó: -¿Qué veneno? Lo haces sonar horrible, solo era un poco de… esa droga.
Sus palabras me impactaron profundamente.
No era de extrañar que los hermanos tuvieran valores tan distorsionados, cuando el ejemplo venía de arriba.
Incluso sentí lástima por Antonio.
Nacido en los Martínez, disfrutó de riqueza pero careció de una educación adecuada.
Viendo que Marta no comprendía la gravedad, intervine: -Legalmente, esto se llama administración de sustancias peligrosas, con penas de tres a diez años.
—¿Qué? —Marta palideció, mirándome atónita.
Claudia también se asustó y tras una pausa gritó: -¡María! ¡No puedes hacer eso! ¡Si denuncias, yo también lo haré! ¡Sabías que puse droga en tu bebida y la cambiaste por la mía, tú también eres culpable!
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