Capítulo 208
-¿Vas a cambiar de trabajo? -pregunté con curiosidad.
-Ay, siento que ya llegué al techo en mi puesto actual, quiero cambiar de ambiente y plataforma.
-Te entiendo, ya es bastante que hayas durado varios años en la misma empresa.
Llevé a Valentina a cenar a La Esencia.
Durante la cena, le conté mis experiencias de los últimos meses.
Valentina fruncía el ceño constantemente mientras escuchaba, su rostro pasando por toda una gama de expresiones.
-¿Antonio resultó ser ese tipo de persona? Recuerdo que en la universidad hacían la pareja perfecta, el chico talentoso y la chica hermosa, la famosa pareja del campus.
Sus palabras me hicieron recordar el pasado inevitablemente.
-¿Y qué planeas hacer después del divorcio? Seguro ya hay hombres persiguiéndote, ese abrigo es la prueba -Valentina señaló con el mentón el abrigo masculino que descansaba en el respaldo de mi silla.
Como el estacionamiento quedaba algo lejos de La Esencia y hacía frío, me lo había vuelto a poner para caminar.
-Bueno, sí, pero por ahora no tengo cabeza para eso, primero quiero concentrarme en la empresa -respondí con mi discurso habitual.
Valentina reflexionó un momento y dijo: -Es una lástima que no tuvieran hijos. Si tuvieras uno, no necesitarías volver a casarte en tu vida, ¡qué libertad sería criar a un hijo tú sola!
Sonreí: -¿Por qué tendría que tener hijos? También puedo vivir libre y feliz estando sola.
Valentina, que estaba bebiendo té, bajó su taza y dijo con vehemencia: -¡¿Qué estás pensando?! Con lo complicada que es tu situación familiar, si no tienes varios hijos que hereden, tu madrastra, tu hermano y todos esos parientes lejanos intentarán quitarte todo. No importa qué tan exitosa seas en los negocios, jal final solo estarás trabajando para ellos!
Me quedé atónita, realmente no había pensado en eso.
Siendo tan joven, ¿quién piensa en lo que pasará en décadas?
-¿Te asusté? Tengo esta conciencia del riesgo porque pasó algo similar con unos parientes míos. Por eso mi madre dice que puedes no casarte, pero necesitas tener un hijo, o mejor
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Capítulo 208
varios, después de todo no te falta dinero.
Me quedé callada, pero tomé nota mentalmente.
Tener un hijo…
Junto con ese pensamiento, la imagen de Lucas apareció en mi mente.
Si tuviera que elegir un hombre para tener hijos, inconscientemente deseaba que fuera Lucas.
¡Pero eso era imposible!
Los Montero jamás permitirían que su noble linaje se dispersara.
Y entre él y yo…
La distancia era un abismo imposible de cruzar.
No pude evitar pensar si podría hacer como en las telenovelas de ejecutivos poderosos, usar alguna estrategia para robar la semilla del hombre y luego huir silenciosamente embarazada…
-¿María? ¿María? -Valentina me empujó suavemente, murmurando-. ¿Qué te pasa? ¿Te asusté? Todavía estás a tiempo, podrías secretamente… ya sabes, con Antonio, quedar embarazada y criar al bebé tú sola, después de todo ya están divorciados.
Con el corazón acelerado y las mejillas rojas, le lancé una mirada y susurré: —¡Imposible! ¡ Nunca hicimos eso cuando estábamos juntos, menos ahora que estamos divorciados!
Además, los Martínez estarían encantados de mantener lazos conmigo, si no, Claudia no habría hecho algo tan bajo. No podía caer en esa trampa.
-¿Qué? -Valentina se sorprendió enormemente-. ¿Después de tantos años juntos, nunca…?
Hizo un gesto sugestivo con los dedos.
Rápidamente le bajé la mano: -¡Baja la voz!
-Dios mío… ¿era una relación platónica?
-No… ¿te olvidaste que estuvo enfermo varios años? No podíamos… y después de que se recuperó solo pasó un año, pensé que mejor esperábamos hasta la noche de bodas, pero quién iba a saber…
Valentina suspiró profundamente: -¡Ay, tú! Pareces tan inteligente, pero en el amor eres tan… ¿No has oído que los hombres solo se portan bien cuando están colgados en la pared? Incluso enfermo tiene necesidades, ¡con razón te engañó con tu hermanastra, seguro que ellos sí se acostaron! Si no, ¿por qué sería tan tonto de hacerte eso? ¿De verdad crees que solo fue por honor? ¿Por compasión?
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