Capítulo 293
-Está bien, entiendo -respondió finalmente, mientras me acariciaba la cabeza-. Aunque fuera a buscarlo, sería por ti, así que no sería un desperdicio de tiempo ni energía.
Me quedé sorprendida, levantando la mirada hacia él mientras una calidez me invadía por dentro.
Siempre tenía una forma tan particular de ver las cosas, y además era muy convincente.
-Mejor no–murmuré-. A ese tipo de personas es mejor ignorarlas.
-De acuerdo, como tú digas.
Nos quedamos mirándonos fijamente, sin decir palabra, creando un ambiente extrañamente
tenso.
Mirando sus ojos profundos y oscuros, con esa mirada tan intensa, mi corazón empezó a acelerarse al darme cuenta de algo.
Esto…
Este ambiente, estas miradas, esta complicidad silenciosa… según las películas, lo que seguía era que nuestros rostros se acercaran lentamente, luego él inclinaría ligeramente la cabeza y nos besaríamos inevitablemente.
Pero con tanta gente alrededor, si nos veían, seguro empezarían con las bromas y el alboroto.
Aunque ya había estado casada y tenía experiencia, no estaba familiarizada con las demostraciones de afecto entre parejas, mucho menos en público.
Mi mente se fue poniendo más nerviosa, mi respiración más agitada, hasta que desvié la mirada repentinamente y susurré:
-Este… ya es tarde, yo…
En cuanto hablé, Lucas parpadeó, como volviendo en sí.
No terminé la frase, bajando la mirada sonrojada.
-¡Ejem!
Lucas se aclaró la garganta y miró su reloj-. Sí, ya casi es la una de la madrugada, déjame llevarte a casa. Tu pierna aún no está completamente recuperada y no deberías estar tanto tiempo de pie.
Era cierto, después de estar de pie varias horas esa noche, sentía que mis rodillas empezaban a doler nuevamente y estaban algo rígidas.
Pero al mirar alrededor, todos seguían bebiendo, charlando, bailando, jugando cartas y
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Capitulo 203
divirtiéndose. No parecía que la fiesta fuera a terminar pronto.
-¿No es malo que te vayas ahora?
No hay problema, ellos saben que no me gustan estas cosas–respondió Lucas mientras me rodeaba con su brazo y nos dirigíamos hacia el grupo para despedirnos.
-¿Y qué hay de Mariana? ¿Volverá sola? -pregunté preocupada.
Mariana nos hizo un gesto con la mano para que nos fuéramos:
-No hay problema, no soy una niña, puedo volver sola.
Pero Lucas le advirtió:
-Espera a que vuelva por ti, no te vayas a ningún lado.
-¡Ay, ahora que tienes novia, ¿podrías dejar de controlarme tanto?! -protestó Mariana
molesta.
-¡Siempre seré tu hermano! -le respondió Lucas.
Mariana hizo una mueca de disgusto.
Después de despedirnos nuevamente de todos, Lucas y yo nos fuimos primero.
Ya en el ascensor panorámico, me quedé mirando a través del cristal.
Aunque ya era después de medianoche, el paseo junto al río seguía lleno de gente.
De repente recordé algo y me volví para preguntarle:
-¿Cuánto tiempo te llevó preparar lo de esta noche?
Lucas, que estaba mirando su teléfono, levantó la vista hacia mí, notablemente incómodo.
Sonreí levemente:
-No parece algo propio de ti.
-Mmm–asintió-. Fue idea de Leonardo, aunque yo la mejoré.
Al decir esto último, arqueó las cejas con cierto orgullo, evidentemente satisfecho con sus mejoras“.
En ese momento, ya no parecía el poderoso y misterioso magnate que todos veían, sino más bien un niño buscando aprobación.
Sonreí conteniendo la risa y decidí complacerlo:
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RBONOS
-¿Usar el formato de cómic para aclarar mi situación fue tu mejora, verdad?
Asintió sonriendo:
-Me dijiste que no me metiera en los asuntos de internet, pero no dijiste nada sobre expresar mis sentimientos. Entre nosotros, yo fui quien dio el primer paso, así que si alguien debe recibir críticas morales, ese debo set yo
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