Capítulo 12
Mateo había vuelto después de tanto tiempo, buscando esa libreta que aún permanecía en su lugar…
Espera un momento.
Los ojos de Andrea se entrecerraron con frialdad.
Mateo había estado a sus espaldas, quién sabe desde cuándo, involucrado con Leticia. ¿De dónde había sacado esa libreta?
El paradero de la libreta ahora parecía tener una respuesta bastante clara.
Se levantó y salió de su habitación.
Justo en ese momento, vio a Leticia regresar.
-Andrea, ¿ya volviste? -dijo Leticia, con la actitud de una buena hermana-. ¿Qué pasó? ¿Por qué tienes esa cara?
Andrea la miró por un instante. -Perdí algo valioso. ¿Alguno de ustedes ha entrado a mi habitación?
Santiago se enfureció. -¿Qué insinúas? ¿Acaso sospechas de la familia?
Andrea replicó con calma. -La cosa estaba en casa. Si no fue alguien de aquí, entonces tendría que haber sido un ladrón de afuera. Pero, ¿qué clase de ladrón podría entrar aquí sin que nadie se diera cuenta?
-Quizás fue un descuido de los empleados al limpiar -intervino Camila rápidamente-. Andrea, ¿qué cosa valiosa perdiste?
-La libreta que mi mamá me dejó.
De inmediato, todos guardaron silencio.
Todos sabían del valor de esa libreta. Hubo un tiempo en que alguien ofreció millones por ella, y Andrea no aceptó. Sin duda, era algo muy valioso.
Los empleados fueron llamados enseguida y se alinearon frente a ellos.
Al escuchar que lo perdido valía millones, sus rostros palidecieron; nadie se atrevería a admitir algo así.
Leticia, con expresión tranquila, suspiró. -Andrea, los empleados no sabían que era algo valioso. Tal vez lo extraviaron sin querer mientras limpiaban. No se puede culpar a quien no sabe. ¿De verdad quieres perseguir esto? Aunque encontráramos al culpable, no podrían pagarte ni vendiendo todo lo que tienen. ¿Realmente quieres llevarlos a la ruina?
Los empleados le lanzaron miradas agradecidas a Leticia.
Al mismo tiempo, comenzaron a resentir a Andrea. La señorita Andrea, al parecer, no era tan
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Capitulo 12
bondadosa como la señorita Leticia. ¿De verdad quería llevarlos a la ruina?
Andrea sonrió friamente, y dijo con un tono suave:
-Mi gabinete estaba con llave. A menos que alguien haya intentado robar intencionalmente, es imposible que algo se haya perdido por accidente mientras limpiaban. Les llamé aquí porque, por el tiempo que han estado con la familia Gómez, quería darles la oportunidad de confesar…
-Pero si no quieren aprovechar esta oportunidad, entonces llamaré a la policía. ¡Que se determine lo que se tenga que determinar!
Mientras hablaba, sacó su celular y se dispuso a marcar.
El corazón de Leticia dio un vuelco, y sin pensar, se adelantó para arrebatarle el celular.
De inmediato, todos la miraron fijamente.
Andrea, con una mirada intrigante, preguntó:
—Leticia, ¿qué haces?
-Yo… -Leticia forzó una sonrisa—. Ahora que lo pienso, creo que la libreta está en mi casa.
-¿Oh? -Andrea respondió con un tono de significado ambiguo-. Te pregunté varias veces y no recordabas nada, pero ahora que voy a llamar a la policía, ¿de repente lo recuerdas?
Los empleados comenzaron a mirar a Leticia de manera diferente.
Antes, pensaban que la culpa recaería sobre ellos, y se sentían agradecidos con Leticia por defenderlos. Pero ahora que sabían que la culpa era realmente de Leticia, la situación cambiaba completamente.
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