Capitulo 17
Andrea odabe que la lamaran hja de sirviental
Bruno se qued en silencio un momento al enfrentar la mirada un poco nerviosa de la chica
Andrea se tensó aún más, sus ojos se abrieron un poco más grandes.
Entonces escucho que el decia -No lo haré.
Sintió un alio inmediato y sus qos brillantes se llenaron de alegria evidente.
Blena exclamó sin pensar–St Brunol
-Dje que te dania una recompensa, pero eso no significa que aceptaré tus demandas imacionales -respondió Bruno con un tono tranquilo. Por ejemplo, pedirle a la dueña de Jardines de la Luna que te ceda su habitación y se mude all cuarto de huéspedes
B silencio cayó sobre la sala.
Brostro de Elena ahemaba entre rojo y blanco, con una expresión de asombro, como si no pudiera creer que Bruno realmente la rechazara.
Andrea casi no pudo contener su risa al ver la expresión de Elena, pero al notar que Bruno mirabe, se contuvo rápidamente y le guiñó un ojo inocente
Sin percatarse de la expresión más oscura en los ojos del hombre, Andrea se volvid, sonriendo, hacia Bena y le pregunto–Por cierto, ja donde te mudarás? ¿Tienes un lugar para quedare? ¿Quieres que te ayude a encontrar una casa?
Elena se quedó en silencio, su rostro se tomó de varios colores.
Bajo la mirada de todos, se armó de valor y murmurd -No me mudare….
En ese momento, ya no le importaba lo que los demás pudieran pensar de ella o como quedara en ridiculo. Si realmente se mudaba, seria una pérdida tota!!
Jardines de la Luna no era un lugar donde cualquiera pudiera vivit. Al principio, pudo entrar gracias a las gestiones de su madre, y si salia ahora, ¿cómo podria regresar después?
-On, entonces ve y devuelve mi habitación a su estado original. Encuentra todo lo que tiraste y recupera tus cosas. No debería ser dificil, ¿verdad?-ordenó Andrea con un tono de obviedad
Los ojos de Elena se llenaron de ira
Sentia que esa mujer la trataba como a una sirvienta
Pero frente al Sr. Bruno, no se atrevía a decir nada y solo pudo responder con humilliación: — Lo sé
Después de hablar, se dirigió hacia las escaleras, pero Andrea notó su maleta y comentó com entusiasmo: -Esa maleta es muy pesada para que la lleves tú sola, no crees?
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Capitulo 17
Sin esperar respuesta, Andrea ordenó a uno de los sirvientes cercanos: -Ayúdala con eso.
El sirviente se acercó.
Elena intentó detenerlo, pero fue demasiado tarde.
En el siguiente momento, el sirviente, al levantar la maleta, exclamó con curiosidad: -¡Vaya! ¿Está vacía?
Los demás: …
Andrea levantó una ceja con fingida sorpresa: -¿No ibas a mudarte? ¿Por qué llevas una
maleta vacía?
Sintiendo todas las miradas curiosas sobre ella, Elena se sintió avergonzada y furiosa, jodiaba
a Andrea con toda su alma!
-¡Voy a arreglar la habitación! -gritó, agarrando la maleta, y prácticamente huyó.
Andrea se dio la vuelta y se encontró con la mirada significativa de Bruno.
Se sintió un poco culpable, seguro que él había notado que lo había hecho a propósito.
Pero al pensarlo bien, no había hecho nada malo; fue Elena quien la provocó primero, ¿por qué no habría de vengarse?
Con renovada confianza, dijo: -Cariño, ¿qué pasa?
En los profundos y fríos ojos de Bruno, apareció una rara y casi imperceptible sonrisa.
-Nada -dijo, haciendo una pausa-. ¿Quién fue el que desordenó tu habitación?
¿Estaba dispuesto a defenderla?
Los ojos de Andrea se iluminaron, miró alrededor, identificó dos figuras y sin dudarlo señaló:
-¡Fueron ellas dos!
Las dos sirvientas que habían apoyado a Elena se pusieron pálidas de inmediato.
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