Capítulo 146
Cecilia se sintió culpable instantáneamente y se dio una palmada en la frente: “Ay, mira que últimamente he estado bebiendo tanto que mi cerebro se ha ido…”
“No es así.” Adriana sabía lo que ella estaba pensando, y con cara de pena la interrumpió: “Ceci, no nos hemos divorciado.”
“¿Ah?” Cecilia se quedó sorprendida. “¿No se han divorciado?”
“No, habíamos quedado de vernos en el registro civil, pero Rodrigo me dejó plantada. Fui a buscarlo a su oficina y me dijo que no nos divorciaríamos hoy, que su humor decidiría cuándo.” La ira de Cecilia se encendió de inmediato y exclamó: “¿Qué se cree ese idiota, reteniéndote así? ¿Realmente piensa que tienes algo con Iván? Y aunque tuvieras algo con Iván, ¿acaso él no hace lo mismo? Está jugando con doble moral, ¿quién se cree que es?”
Adriana asintió rápidamente: “Sí, sí, él está jugando con doble moral. ¡Es demasiado arrogante!” Cuanto más pensaba Adriana en la situación, más se daba cuenta de que Rodrigo la estaba reteniendo por el asunto con Iván. Originalmente había pensado en aclarar las cosas con él, pero ahora veía que no era necesario.
“Tengo que ir a darle una lección a ese idiota.” Cecilia era de temperamento impulsivo, y al decirlo, dejó el champán en el mueble del vestíbulo y se dirigió hacia la puerta.
Adriana rápidamente la detuvo: “No lo hagas, claramente él no está siendo racional. ¿De qué sirve hablar con él? Déjame pensar en algo más.”
Adriana temía que Cecilia actuara impulsivamente, y sabía que el temperamento de su amiga necesitaba ser moderado.
Cecilia apartó la mano de Adriana, pensando en regañarla por ser tan sumisa, pero recordó que ella siempre había sido así, era producto de la presión de Bárbara y Camila desde pequeña. No sería algo que podría cambiar de la noche a la mañana, así que dijo: “Bueno, lo hablamos después.”
Al ver que Cecilia se calmaba, Adriana se sintió aliviada y tomó la botella de vino que su amiga había traído: “Este vino está bueno, vamos a preparar algo de comer, tengo muchas cosas en la nevera, cocinemos en casa.”
“Vale.”
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Adriana y Cecilia se movieron rápidamente, se metieron en la cocina y comenzaron a preparar la comida, también pidieron algo de comida a domicilio, pero no abrieron la botella de vino.
Cecilia mencionó que tenía una reunión por la noche y que no bebería tomar, Adriana no sospechó nada inusual, simplemente le sugirió que comiera más.
Después de dejar el apartamento de Adriana, Cecilia se subió a su coche, pensó por un
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Capitulo 146
momento y decidió no ir a casa directamente, sino a otro lugar.
***
En la sala de recepción junto a la oficina del presidente del Grupo Suárez, Rubén se sentó junto a Dolores y le preguntó a su amigo, que estaba en otro sofá. “Rodrigo, ¿tienes algún puesto adecuado aquí para Dolores?”
Ese día, Rubén le había dicho que tenía algo que discutir con él, Rodrigo pensó que era algo importante, pero resultó ser sobre asegurarle un trabajo a Dolores.
“Claro.” Respondió Rodrigo, “¿En qué es buena?”
“Sr. Suárez, estudié humanidades, he hecho algunos trabajos de redacción, también hablo inglés y francés, así que puedo trabajar como traductora.”
Dolores llevaba un vestido de algodón blanco y un maquillaje sutil que resaltaba su apariencia ingenua y frágil, estaba sentada muy cerca de Rubén.
Rodrigo asintió: “Le pediré a César que se encargue y te consiga un puesto.”
Rubén había tomado el control del Grupo Iglesias, pero no había colocado a Dolores a su lado, probablemente para evitar malentendidos. Rodrigo recordó las veces que Rubén había comentado lo poco que le gustaba Cecilia, y pensó que tal vez no era del todo cierto.
