Capítulo 205
Ella se sobresaltó: “¿Qué haces aquí?”
Rodrigo se acercó con pasos firmes, mirando fijamente sus ojos.
“¿No estás con él?” Al ver que Adriana no respondía, Rodrigo preguntó de nuevo. “Me dijiste que estabas con él, ¿me mentiste?”
Adriana abrió ligeramente la boca, sin saber qué decir.
¿Rodrigo había escuchado su conversación con Iván desde detrás de la puerta?
Esto…
“¿Qué quiere decir?” Iván se interpuso frente a Adriana, con una expresión helada en su rostro, pero con una sonrisa en los labios. Lo que pase entre Adri y yo no te concierne, al fin y al cabo, ustedes no son una pareja formal.”
“No la llames ‘Adri‘ tan casualmente, ella es mi esposa y no tiene nada que ver contigo.”
Rodrigo agarró la muñeca de Adriana y la atrajo hacia él, sus cuerpos se juntaron.
Enfurecido, Iván miró la mano de Rodrigo sujetando la de Adriana y levantó el puño con la intención de pelear.
Adriana no pudo soportarlo más y habló con firmeza. “¡Ustedes dos, deténganse!”
Al escucharla, Iván se detuvo, aunque su mirada seguía siendo fría, todavía parecía dispuesto a pelear.
Adriana soltó la mano de Rodrigo y le dijo a Iván: “Mejor ve a casa, hablaremos después.”
“No puedo dejarte sola con él.”
“Estoy bien, de verdad, si pasa algo te lo haré saber.” Adriana tomó a Iván del brazo y lo llevó fuera sin darle opción.
Aunque ella normalmente era una persona dócil, cuando se ponía terca, era imposible hacerla cambiar de opinión.
Iván vio su rostro tenso y frunciendo el ceño, dijo: “Está bien, me voy, pero no te enojes.”
Después de decir eso, lanzó una última mirada a Rodrigo, cuya expresión seguía siendo sombría, y tras murmurarle algunas palabras de advertencia a Adriana, se marchó del hospital. Ella se giró, y después de que la adrenalina del momento se disipó, se sintió algo perdida y bajó la cabeza.
Rodrigo se acercó a ella, la llevó a la habitación, cerró la puerta, y con voz grave preguntó: “¿Qué relación tienes realmente con Iván?”
Adriana lo pensó y respondió: “Somos amigos de la infancia.”
1/2
Capitulo 205
En ese momento, a pesar de que no había hecho nada malo, la situación la tenía nerviosa.
Rodrigo levantó su barbilla, confirmando una vez más: “¿No tienen una relación amorosa?”
Sus ojos oscuros, insondables, mostraban una ligera y casi imperceptible tensión.
Adriana no lo notó y dijo: “Siempre hemos sido muy buenos amigos, te he dicho muchas veces que no te he sido infiel, pero tú no me crees.”
Al final, Adriana habló con un toque de enojo.
Rodrigo la soltó: “Pero la grabación de Fabiana…”
No debió mencionar eso. Al hacerlo, solo avivó el enojo de Adriana, recordándole el dolor que esa grabación le había causado.
Ella siempre había sido lenta para reaccionar, y aunque no había sido su culpa, el incidente la había dejado nerviosa. Pero ahora, habiéndose calmado, al escuchar a Rodrigo mencionar el asunto de nuevo, su ira volvió a surgir: “¡Esa grabación fue manipulada por Fabiana!”
“¿Manipulada?”
“Sí.” Adriana organizó sus pensamientos y explicó con firmeza, “En ese momento, Fabiana me llevó a decir cosas sin sentido.”
15:40