Capítulo 212
“Rodrigo, ¿finalmente te has divorciado? ¿Por qué no me dijiste nada?”
Ella apoyó las manos sobre la mesa, sus ojos brillaban de una manera diferente a su habitual distinción, parecía una chica emocionada.
Rodrigo no notó esa particularidad, de hecho, su mirada se volvió un poco sombría al preguntar: “¿Cómo lo sabes?”
Fabiana sacó su teléfono y se lo mostró: “Adriana lo publicó en su Instagram, lo acabo de ver.”
Rodrigo se sorprendió por un momento, entonces abrió su Instagram y comenzó a desplazarse hacia abajo. En efecto, unas horas antes, Adriana había publicado el certificado de divorcio. Por el horario de la publicación, supuso que lo hizo apenas llegó a casa, ¿tenía tanta prisa por anunciarlo al mundo?
Fabiana pensó que, aunque él ya era soltero legalmente, después de tres años de matrimonio con Adriana, quizá tendrían que separar otras cosas, lo que podría llevarles un tiempo, por eso preguntó. “Rodrigo, ¿ya resolvieron todo lo del divorcio? ¿Queda algo pendiente entre Adriana y
tú?”
“No hay problema, todo quedó resuelto.” Respondió Rodrigo con voz calmada.
“Qué bien.” Fabiana suspiró aliviada.
Levantó la mirada hacia Rodrigo. Desde que entró a la oficina, él no se había movido y seguía recostado junto a la ventana, sin mostrar intención de acercarse a ella. Además, su expresión era fría y distante, como de costumbre. ¿Por qué?
Finalmente se había divorciado de esa mujer que no le atraía, ¿no debería estar alegre?
Fabiana entrecerró los ojos, caminó hacia él y tomó su brazo: “Rodrigo, ¿cómo te sientes?”
“¿Por qué preguntas eso?” Él la miró desde arriba.
Fabiana no respondió, solo observó su expresión en silencio.
Sus ojos eran oscuros como el ébano, tranquilos y sin emociones, aunque no parecía feliz, al menos no estaba triste ni molesto, lo cual la tranquilizó.
“No es nada, solo preguntaba.” Sonrió,
En realidad, tenía muchas más preguntas, como qué harían en el futuro. Pero no se atrevía a preguntar, temía escuchar respuestas insatisfactorias, así que era mejor dejar estos asuntos para más adelante.
“¿Estás muy ocupado hoy?” Fabiana miró los documentos sobre la mesa y con amabilidad, dijo: “Mejor me voy, sigue trabajando, pero ten cuidado de no cansarte demasiado, acabas de salir del hospital.”
“Sí, le pediré a César que te lleve a casa.”
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Capitulo 212
Rodrigo llamó personalmente a César para que la recogiera, le preguntó a Fabiana a dónde quería ir y se lo indicó a su asistente, quien la acompañó a la salida.
Aunque no logró ver a Rodrigo feliz por el divorcio, el hecho de que la despidiera con tanto cuidado la dejó satisfecha, por lo que le sonrió y se fue con César.
Rodrigo volvió a su escritorio para seguir trabajando en los documentos, cuando Rubén apareció nuevamente.
“¿Finalmente te divorciaste?” Rubén se sentó en el sofá, dio un sorbo a su café y fue directo al grano: “¿Qué planeas hacer ahora, te casarás con Fabiana?”
Rodrigo no respondió, se apoyó en el borde del escritorio y preguntó: “¿Cecilia y tú que planean hacer, se van a casar?”
“Sí, mi familia quiere que lo hagamos.” Respondió Rubén, con desdén, “Es bastante aburrido.”
Rodrigo observó su expresión.
¿Realmente le parecía aburrido? ¿Cómo estaba realmente su relación con Cecilia?
Justo cuando iba a preguntar, el teléfono de Rubén sonó y contestó: “Dolores, ¿qué pasa?”
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