Capítulo 215
Adriana abrió los ojos y sonrió: “Últimamente siento los ojos un poco secos, por lo que siempre quiero darles un descanso.”
“Oh, cuando los ojos están secos, es bueno cerrarlos un rato. Mi esposa también tiene el síndrome de ojo seco y usa gotas para los ojos todos los días. Por cierto, Adriana, ¿escuché que te divorciaste?”
Mohamed lo mencionó como si no fuera nada, pero muchas personas alrededor levantaron las orejas, escuchando en secreto.
Adriana mantuvo su sonrisa inalterable: “Sí, nos divorciamos, acabamos de terminar los trámites.”
La actitud de Adriana era abierta y natural, por lo que,dos colegas sentados delante se giraron y le hicieron un par de preguntas sobre el divorcio, a las que Adriana respondió una por una. Así, la noticia de su separación amigable con Rodrigo se extendió rápidamente por el set.
Mientras charlaban, el vehículo llegó al borde de Solara. Bajaron y subieron a un bote, balanceándose durante media hora hasta llegar a la pequeña isla que Owen había mencionado.
La isla tenía un paisaje hermoso, y después de ser restaurada por los desarrolladores, se había convertido en un destino turístico con un gran jardín. Owen había alquilado la parte suroeste del jardín para filmar una escena de caza real para la serie. Una vez que el grupo desembarcó, se dirigieron hasta el lugar en coche.
Owen era alguien que no quería desperdiciar ni un segundo, especialmente porque alquilar ese lugar fue muy costoso. Por ende, tan pronto como llegaron, comenzó a dirigir al personal para montar el escenario.
Adriana, siendo la guionista, no tenía trabajo por el momento. Tomó su cámara y paseó por el jardín, deteniéndose a fotografiar los paisajes que le gustaban. Poco a poco, llegó a una zona desierta.
Delante había un bosque y detrás una estela de piedra, que se usaría como escenario para la filmación del día siguiente. Era bastante bonito, así que tomó un par de fotos más. Estaba tan concentrada en eso que no notó los pasos detrás de ella.
Terminó de tomar una foto y de repente, escuchó la voz grave de un hombre: “¿Te gusta tomar fotos?”
Adriana se sorprendió un poco y giró ligeramente la cabeza para ver a Rodrigo, quien había llegado a su lado sin que ella se diera cuenta.
“Sr. Suárez,” lo saludó brevemente. “Sí, me gusta fotografiar paisajes.”
Luego se volvió de nuevo, sin mostrar mucha reacción a su presencia, aunque internamente estaba un poco sorprendida: que él se preocupara por Fabiana hasta el punto de acompañarla
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a una filmación en exteriores, era una gran muestra de cariño.
Él seguramente estaba en el jardín de la isla para acompañar a Fabiana y se quedaría allí durante esos días, temeroso de que su amor pudiera lastimarse en esa isla remota.
Rodrigo, ajeno a sus pensamientos, preguntó: “¿Quieres una foto? Puedo tomarte algunas.”
Dicho eso, extendió sus largos dedos mirando a Adriana.
“Yo… está bien, gracias, Sr. Suárez.”
Cuando Rodrigo se ofreció a tomarle fotos, pensó en rechazarlo, pero al ver que ya había extendido la mano, pensó que negarse habría parecido demasiado quisquilloso, así que le entregó la cámara y buscó un lugar para posar.
No sabía qué tan bueno era Rodrigo tomando fotos, pero parecía bastante profesional, sabía encontrar ángulos y posiciones, rápidamente le tomó varias fotos.
Cuando terminó, Rodrigo se levantó y Adriana se acercó, agradeciéndole nuevamente mientras recibía la cámara y miraba las fotos.
“No tienes que ser tan formal conmigo.” En el breve lapso de un cuarto de hora, la había escuchado decir gracias dos veces y llamarlo Sr. Suárez. Por lo que Rodrigo bajó la mirada hacia ella y le dijo: “Después de todo, fuimos pareja.”
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