Capítulo 248
“Cecilia organizó su boda demasiado apresuradamente. Si hubiera dejado pasar más tiempo en la preparación, seguro que habría pedido permiso para ir.”
Adriana también sabía lo apresurada que había sido la boda de Cecilia; cuando le contó la noticia, la tomó completamente por sorpresa.
Bromeó diciendo: “Entonces no podrás venir a la fiesta, pero puedes exigirle a Cecilia que te invite a cenar para compensarlo.”
“¡Claro! Uy, el director me está llamando. Tengo que colgar, te llamo luego.”
El director se acercó con una actitud impaciente, e Iván rápidamente colgó el teléfono después de decir un par de cosas.
Mirando la pantalla oscura, Adriana se rio por lo bajo. Había llamado a Iván solo porque se sentía un poco mal y quería hablar con un amigo, aunque lo que dijeron fueron solo tonterías, su ánimo mejoró mucho. Luego, caminó lentamente hacia la ventana y miró distraídamente hacia abajo.
El teléfono vibró de repente, y Adriana bajó la mirada para ver el mensaje que Cecilia le había enviado. [Adri, ya volví. Me voy a mi habitación, no te preocupes por mí.]
Cecilia era una persona extremadamente extrovertida y aunque compartían la suite, le había enviado un mensaje en lugar de ir a verla, lo que indicaba que realmente no se sentía bien.
Adriana sabía que solo quería estar tranquila, así que no la molestó y le contestó: [Descansa. Si no quieres salir hoy, no lo hagas. Si alguien viene a buscarte, lo echaré.] Adriana pensó por un momento y luego envió otro mensaje.
[Descansa y recupérate, mañana tendrás que prepararte para la pequeña recepción.]
Las costumbres de boda en Solara eran una mezcla de estilos. La ceremonia principal era un evento religioso seguido de una gran fiesta, pero el día anterior se celebraba una pequeña recepción con vestimenta tradicional.
La pequeña recepción no tenía ceremonias formales, solo una comida y un brindis de los novios. Después del brindis, todo terminaba.
Ya que estaban a dos días antes de la boda oficial, el día siguiente sería la pequeña recepción. Adriana sabía que Cecilia aún quería casarse con Rubén, por eso le dio esos consejos.
Cecilia respondió con un simple [ok] y no envió más mensajes, así que Adriana cerró su teléfono.
Esa noche, Adriana durmió muy bien, volvió a tener la pesadilla de caer en un agujero negro y despertó temprano, antes de las siete. Se levantó de la cama y vio que el desayuno del hotel ya había sido entregado en la puerta.
Empujó el carrito hacia adentro y le envió un mensaje a Cecilia: [Ya llegó el desayuno. Tengo un
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poco de hambre, así que comeré primero. Cuando te levantes, ven a comer a mi habitación.]
La pequeña recepción sería al mediodía, así que Cecilia solo necesitaba estar lista antes de las doce. Seguramente aún estaba durmiendo, por lo que Adrianá no la esperó y desayunó sola.
Después de comer, comenzó a asearse y maquillarse. Aunque era la dama de honor, ese día no tenía mucho que hacer, así que no necesitaba arreglarse demasiado. Solo se maquilló los ojos, se onduló ligeramente el cabello y se puso un vestido de satén simple pero que destacaba su figura, luego salió.
Cuando salió de la habitación, ya eran más de las nueve de la mañana. Al levantar la vista, vio a Rodrigo y Rubén hablando en la puerta.
Los dos hombres la vieron y Rubén se acercó a ella rápidamente: “¿Cecilia aún no ha salido? ¿Sigue durmiendo?”
Adriana asintió. Aunque realmente no quería tratar con Rubén, el infiel, Cecilia quería casarse con él, así que Adriana tuvo que ser amable y le dijo: “Ceci aún no se ha levantado. Me envió un mensaje temprano diciendo que no tiene prisa y que se maquillará cuando se despierte. No deben molestarla.”
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