Capítulo 279
El rostro apuesto que la miraba intensamente parecía pertenecer a Rodrigo, pero Adriana no podía creer que él hubiera arriesgado su vida para salvarla. Sin embargo, por lo que decía Rubén, ¿será que la persona que había arriesgado ser quemada viva para salvarla realmente fue Rodrigo?
“¿Cómo está Rodrigo?” Preguntó Adriana, de inmediato. “¿Fue él quien me salvó?”
“Sí, te sacó del fuego y luego se desmayó por intoxicación con monóxido de carbono. Ahora está en cuidados intensivos, luchando entre la vida y la muerte. ¿Quieres ir a verlo?”
Rubén no mostró ninguna expresión, pero sus ojos claramente reflejaban una gran insatisfacción.
Adriana cerró los ojos por un momento y dijo: “Sí, iré a verlo.”
Con la ayuda de Cecilia, se levantó de la cama y los tres se dirigieron a la habitación de Rodrigo. En realidad, Rubén había exagerado un poco; Rodrigo había estado en una situación crítica, pero lo habían estabilizado unas horas atrás. Aunque seguía en coma, había salido de peligro.
Cuando Adriana llegó a la habitación, Rodrigo seguía acostado en la cama, su rostro apuesto estaba pálido y vulnerable, un marcado contraste con su habitual comportamiento sereno. El corazón de Adriana dio un vuelco, pero no dejó que se notara en su rostro; incluso parecía un poco distante.
Rubén observó su expresión y su rostro se oscureció cada vez más, lentamente dijo: “Anoche recibí una llamada de Dolores y al salir, vi a Rodrigo corriendo hacia las escaleras. Él había recibido un mensaje anónimo diciendo que alguien quería hacerte daño. Cuando lo vi correr, le pregunté qué pasaba, así que me lo contó mientras subíamos juntos. Inmediatamente, vimos a los sirvientes reunidos gritando frente a tu puerta, luego nos enteramos de lo que te había sucedido.”
Rubén había subido con Rodrigo porque sabía que Cecilia estaba con Adriana y temió que pudiera verse afectada.
Adriana reflexionó sobre quién podría querer hacerle daño.
La principal sospechosa era Bárbara, ya que la había atacado antes e incluso le había cortado la cara con un cuchillo. El odio de Bárbara hacia ella era evidente, así que el hecho de que quisiera matarla no era sorprendente. Sin embargo, Bárbara no era la única sospechosa, y Adriana no podía estar segura.
Además, ¿quién le había enviado el mensaje anónimo a Rodrigo? ¿Quién la estaba ayudando en secreto?
“Adri, ven un momento.” Cecilia interrumpió sus pensamientos, agarrando su muñeca y llevándola al pasillo. “Rodrigo ha estado actuando de forma extraña contigo últimamente. Hace unos días, durante mi boda, cuando Rubén discutió contigo, Rodrigo salió varias veces
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en tu defensa y ahora, arriesgó su vida para salvarte. ¿Qué le pasa?”
Adriana guardó silencio por un momento, luego dijo: “Rodrigo me confesó hace un tiempo que le gusto, pero yo no le creí.”
Cecilia se quedó atónita, ¿Rodrigo estaba enamorado de Adriana?
Si le hubieran dicho eso unos días atrás, habría reaccionado igual que Adriana, sin creerlo. Pero después de verlo arriesgar su vida en el incendio para salvarla, no podía refutarlo.
Frunciendo el ceño, reflexionó sobre el asunto. Finalmente, apretó la muñeca de Adriana y dijo: “No importa lo que pase, no vuelvas con él. No olvides que Fabiana está esperando un hijo suyo.”
