Capítulo 290
Al escuchar el tono sarcástico en sus palabras, Bárbara abrió los ojos con sorpresa: “¿Ya lo sabías? ¿Cuándo lo descubriste?”
“Es algo tan obvio que cualquier tonto lo puede adivinar, no hace falta ser un genio. ¿Crees que todos son tan tontos como tú?”
Vicente era un hombre extremadamente machista, con una mentalidad cerrada y tradicional. Ni siquiera podía aceptar la idea del divorcio, mucho menos la de criar a la hija de otro hombre durante treinta años, incluso permitiendo que esa hija adoptiva tuviese prioridad por encima de su propia hija. La razón detrás de eso debía ser que Bárbara también era su hija biológica, su primogénita, para que Vicente la valorara tanto.
Adriana le apretó suavemente la mandíbula a Bárbara con los dedos. En realidad, Bárbara solía ser más robusta y tenía más fuerza que Adriana, pero tras varios días de disputa con su familia y sin comer, estaba tan débil que no pudo soltarse del agarre de Adriana.
“¿Qué importa si hay lazos de sangre o no? La familia Noriega ha llegado a un punto en el que hay cosas que son inevitables.” La mirada de Adriana se volvió cada vez más intensa.
Había sido débil durante más de veinte años, pero últimamente había empezado a recuperar su verdadero yo, y estaba decidida a recuperar todo lo que era suyo.
Le soltó a Bárbara: “El hecho de que papá te tenga encerrada no es un castigo, es para sacarte del ojo público y evitar que seas objeto de críticas, así que es ridículo que pienses que te tiene castigada, luchando con la familia durante todo el día. Eres una ingrata.”
A pesar de que fue muy clara, Bárbara no podía entender el significado de sus palabras, solo sentía más resentimiento hacia Adriana, lo que le daba la confianza para hablar sin miedo.
Adriana solo había ido a ver cuán miserable se sentía Bárbara, así que una vez satisfecha su curiosidad, se alejó de su dormitorio.
Vicente estaba de pie en el pasillo, su figura era tan alta como una montaña, aunque su rostro severo parecía un poco más delgado.
Cuando ella se acercó, su padre le habló con una voz más suave de lo habitual: “Adri, admito que tu hermana se equivocó. La he encerrado, no tienes que preocuparte por que ella te haga
sufrir.”
¿Sufrir? ¿Él consideraba el hecho de que casi murió quemada como “sufrir“? Adriana se rio con frialdad por dentro, pero miró a Vicente fijamente en silencio, aunque vio un destello de arrepentimiento en sus ojos, su boca permaneció cerrada, sin ofrecer siquiera una disculpa básica.
Antes, eso habría decepcionado a Adriana, pero ahora que no tenía expectativas puestas en Vicente, ya no podía sentirse decepcionada.
“Entiendo tus intenciones, papá, pero estos incidentes han sido muy duros para mí… Bueno,
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Capitulo 290
papá, me voy.”
Fingiendo estar herida pero manteniendo una fachada de fortaleza, Adriana se dio la vuelta y se fue.
Vicente observó su espalda, con el ceño tan fruncido que no parecía poder relajarse.
“¡Detente!” Al salir de la casa, Camila la llamó.
En esos días, Camila también había perdido mucho peso. Era una mujer que solía cuidarse mucho, pero en cuestión de días, parecía haber avanzado rápidamente en el tiempo, mostrando su verdadera edad de más de cincuenta años, con una mirada afilada y temible.
“¿Fuiste a amenazar a Bárbara? Te advierto que si te atreves a tocarle un solo cabello, te mataré.” Después de más de veinte años fingiendo ser dulce y comprensiva, Camila finalmente dejó de actuar.
Adriana respondió en voz baja: “Todavía no se sabe quién ganará. Veamos cómo planeas
matarme.”
Ahora se sentía agradecida consigo misma. Afortunadamente, después del divorcio, se había vuelto más fuerte. De haber sido la misma chica de antes, esas palabras de Camila la habrían
hecho llorar.