Capítulo 325
Adriana quedó atónita. Había oído que Celeste también provenía de una familia noble y, después de haber pasado tantos años en el extranjero, debería ser elegante y digna. Pero, ¿cómo era posible que se comportara como una loca, tirándole del cabello?
Lo que Adriana no sabía era que, antes de casarse, Celeste ya tenía mal genio. Después del matrimonio, el padre de Rodrigo solía tener aventuras y traía a una mujer tras otra a casa. Celeste pasó años enfrentándose a esas mujeres, no solo con insultos verbales sino también con peleas físicas, y poco a poco, su carácter se volvió como el de una gata furiosa.
“¡Ambas, deténganse!”
Un fuerte grito resonó, deteniéndolas al instante, por lo que miraron hacia un lado.
Eric, apoyado en su bastón, estaba de pie en la puerta, mirándolas con furia.
Adriana exclamó, “¡Abuelo!”
Y corrió inmediatamente hacia él, sosteniendo su brazo.
Eric le dio unas palmaditas en el brazo para tranquilizarla, luego señaló a Celeste con su bastón: “¡Tú, mujer loca! Apenas regresas a casa y ya armas un escándalo como este. ¿Qué crees que estás haciendo?”
“¡Suegro, cómo puede hablar a favor de extraños!” Exclamó Celeste, incrédula al ver la buena relación entre Adriana y Eric.
Eric había sido despertado por el ruido y no sabía lo que había sucedido entre ellas, pero conocía bien a Adriana. Sabía que ella no era alguien que buscara problemas, y que su comportamiento era ejemplar. Así que, al salir, ya había decidido que la culpa era de Celeste.
Miró a Verónica y preguntó: “¿Qué pasó?”
Verónica, quien estaba cerca de Eric, no temía a Celeste en lo más mínimo. Relató con detalle que Celeste había insultado a Adriana y los posteriores insultos.
Eric se enfureció al escuchar eso y señaló a Celeste: “Adri se divorció de Rodrigo, pero para mí, es como una nieta. Si quiere venir a mi casa, puede hacerlo. ¿Quién eres tú
para decidir?
Tú misma Adri exiges respeto por ser mayor que, pero no te comportas como tal. ¡Eso es una falta de respeto en sí! ¿Cómo esperas que te respeten si no respetas a los demás? ¡Estás soñando!”
Aunque Eric no usó palabras groseras, en una familia normal, la relación entre la nuera y suegro suele ser respetuosa. Al decirle esas palabras tan duras a Celeste, ella se sintió profundamente humillada y su rostro se puso rojo por la vergüenza.
*Fuera de aquí,” dijo Eric golpeando su bastón con el piso, “Vete.”
el
“¡Suegro! ¿Me está echando? ¡Esta también es mi casa! ¿Cómo puede pedirme que me vaya?”
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Capitulo 325
“Si te comportaras adecuadamente, nadie te echaría, pero con la forma en que te comportaste, quedarte aquí solo causará caos. ¡Fuera de aquí!”
“¡Suegro! No puedo irme, todavía estoy esperando a Basilio.”
Basilio Suárez, el padre de Rodrigo, fue mencionado, por lo que Eric respondió sin rodeos: “Si él viene, también lo echaré. ¡No quiero verlos a ninguno de ustedes dos! ¡Fuera!”
Al llegar a este punto, aunque Celeste no tuviera vergüenza, no podría quedarse. Lanzó una mirada furiosa a Adriana y se dio la vuelta para irse.
Como si hubiera envejecido varios años, Eric respiraba pesadamente, mostrando lo molesto que estaba.
Adriana lo ayudó a regresar a su habitación y le preguntó: “Abuelo, ¿realmente has echado a la
Sra. Suárez?”
Celeste y Basilio habían estado en el extranjero durante muchos años, pero al fin y al cabo, seguían siendo parte de la familia Suárez, así que Adriana realmente no esperaba que Eric los echara de esa manera.
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