Capítulo 345
Eso… ¿sería posible?
La situación era dificil de predecir, pero….
“Srta. Noriega, alguien la busca.”
El sonido de los golpes en la puerta interrumpió los pensamientos de Adriana, Se acercó a abrirla y vio a un empleado del castillo en la entrada, detrás de él estaban dos figuras altas, Rodrigo y Rubén.
Apenas vio a Rubén, su expresión se enfrió y preguntó: “¿Qué quieren?”
¿Cómo habían encontrado el lugar esos dos? Ambos eran personas muy ocupadas, ¿qué hacian alli en pleno fin de semana?
Rubén avanzó rápidamente con el rostro sombrío para preguntar. “¿Dónde está Cecilia?”
La noche anterior, cuando llamó a Cecilia, ella estaba bebiendo. La llamada se cortó repentinamente y cuando volvió a llamar, no obtuvo respuesta. Por lo que pasó toda la noche intentando comunicarse sin éxito.
Cecilia no había ocultado su salida. Rubén se enteró del destino a través del asistente de su esposa y decidió ir a buscarla. Al saber que Adriana también estaba allí, llevó consigo a Rodrigo.
“Ceci todavía está durmiendo, ¿tienes algo urgente que tratar con ella?” Adriana no le respondió de forma concisa, principalmente porque tampoco estaba segura de dónde estaba Cecilia en
ese momento.
Rubén insistió. “¿Dónde está? Quiero verla.”
El tono de Rubén incomodó a Adriana, como si tuviera el derecho incuestionable de ver a Cecilia en cualquier momento. ¿Con qué derecho se comportaba así?
Antes, cuando Cecilia le pedía que no buscara a Dolores, Rubén nunca escuchaba.
Si Cecilia no podía controlarlo, ¿por qué él tenía que controlar a ella?
“¿Por qué insistes en verla tan temprano?” Adriana replicó molesta, “Ceci todavía está descansando, vuelve cuando despierte.”
“Soy su esposo, y la veré cuando yo quiera.” La voz de Rubén era autoritaria.
Adriana soltó una carcajada: “Ustedes no son una pareja normal, ¿cómo puedes decir eso?”
“¿Por qué no somos una pareja normal?” La pregunta de Adriana lo hizo fruncir el ceño.
Adriana lo miró fríamente: “En una relación de pareja normal, no hay maridos que ignoren a sus esposas por otra mujer. Si crees que eso es tener una relación normal, mejor busca a otra persona que quiera estar contigo.”
Capitulo 348
Las palabras de Adriana hicieron que Rubén se sintiera incómodo, pero no pudo refutarlas.
En ese momento, la puerta detrás de ellos se abrió y Cecilia, usando un camisón de seda, salió frotándose los ojos, aún somnolienta: “¿Quién está haciendo tanto ruido tan temprano?”
La conversación entre Rubén y Adriana había despertado a Cecilia, quien sin cambiarse de ropa, salió con sus pantuflas. El camisón se había caído un poco y en sus hombros blancos, se veian unas marcas rojas evidentes, claramente eran marcas de besos.
Los ojos de Rubén se tornaron rojos de la ira al instante, y se acercó rápidamente: “¡Cecilia! ¿Qué hiciste anoche?”
Cecilia no esperaba ver a Rubén tan temprano. Sorprendida, frunció el ceño y preguntó: “¿Qué haces aquí? ¿Qué te importa lo que hice?”
Los ojos de Rubén se fijaron en las marcas rojas en la piel de Cecilia. No habían estado juntos en muchos días, así que esas marcas no podían ser suyas. ¿Ella había estado con otro hombre?
Estaba tan furioso que comenzó a temblar, sus ojos se pusieron tan rojos que parecía como si fueran a sangrar: “Te lo pregunto de nuevo, ¿con quién estuviste? ¿Qué hiciste anoche?”
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