Capítulo 354
Fabiana decidió no seguir insistiendo y asintió con la cabeza: “Es así, no estábamos destinados a tener al bebé…”
Aunque dijo eso, las lágrimas seguían cayendo sin cesar. Sacó un pañuelo y se secó los ojos, tratando de aparentar ser fuerte, a pesar de su profunda tristeza.
Rodrigo la consoló en voz baja un par de veces más, luego se dirigió a hablar con el médico para obtener más información.
Una vez que la puerta de la habitación se cerró, las lágrimas de Fabiana se detuvieron al instante. Begoña estaba a punto de romper en llanto cuando Fabiana le dijo fríamente: “Deja de llorar, ese niño nunca existió“.
Begoña se quedó paralizada, levantando la cabeza con el rostro lleno de lágrimas: “¿Qué quieres decir? ¿Cómo que el niño nunca existió?”
Dado que cuando Rodrigo salió, la enfermera se fue con él y no había nadie más en la habitación. Con una expresión fría, Fabiana le explicó: “Nunca estuve embarazada, ni tuve nada con Rodrigo, pero él cree que tuvimos una relación y que estaba esperando su hijo. Mi plan era conseguir un bebé cuando llegara el momento del ‘parto‘, pero ahora he decidido no hacerlo, así que dije que tuve un aborto, ¿entiendes?”
Begoña se quedó boquiabierta: “Esto… ¿cómo puedes ser tan atrevida? Ese bebé no llevaría la sangre de la familia Suárez, si se descubriese en un futuro, ¿qué harías?”
“Ahora que no existe tal problema, ¿de qué estás preocupada?” Preguntó Fabiana con irritación. Si no fuera porque la situación requería la intervención de sus padres, no habría querido contarles la verdad, para evitar que la bombardearan con preguntas molestas.
Begoña finalmente se percató de lo más crucial y preguntó ansiosa. “Espera, ¿y ahora qué? Ahora que no hay niño, ¿Rodrigo te dejará y se irá con esa pequeña arpía, Adriana? ¿Qué vamos a hacer?”
Begoña estaba tan preocupada que caminaba en círculos.
Fabiana se levantó la camisa de hospital y mostrando una cicatriz en su abdomen, dijo fríamente: “¿Por qué te preocupas? Le salvé la vida a Rodrigo, siempre habrá una manera“.
El hecho de que Rodrigo le debía su vida era su carta de triunfo, algo que no quería usar a la ligera, pero ahora no tenía opción. Una sombra oscura pasó por sus ojos.
Al mismo tiempo, Adriana y Eric también habían llegado al hospital. Al entrar en la habitación, vieron a Joel siendo ayudado a sentarse. Había estado en cama tanto tiempo que había perdido mucho peso y lucía como un esqueleto.
Adriana sonrió al verlo, aunque no se rio en voz alta. Eric no se dio cuenta, pero Joel sí.
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Capítulo 354
¿Qué estaba haciendo esa mujer, burlándose de él?
Joel la miró con ojos abiertos, queriendo confrontarla de inmediato, pero desafortunadamente, cuando abrió la boca, no pudo hablar.
Al ver sus gestos, Eric preguntó preocupado. “¿Por qué Joel no puede hablar?”
Una enfermera respondió: “El doctor dijo que el Señor Joel no ha hablado en días, tiene la garganta muy seca y por ahora no puede hablar, pero con suficiente agua se recuperará“.
Eric se tranquilizó: “Eso está bien“.
Eric y Adriana se quedaron un rato más, pero cuando se hizo tarde y vieron que Joel estaba estable, se marcharon.
No mucho después de que se fueran, Rodrigo llegó.
En ese momento, Joel ya podía emitir sonidos, aunque su voz aún estaba ronca. Respondió a las preguntas de Rodrigo sobre su estado de salud y luego preguntó: “Por cierto, primo, ¿por qué no vino contigo mi cuña… Fabiana?”
Aunque había estado inconsciente varios días después del accidente, todavía recordaba el falso embarazo de Fabiana y estaba muy interesado en saber si había confesado.
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